5 junio. A las 12 horas

 

 

No sabéis lo que pedís

 

 


 

mi venida será de Juicio y juicio tremendo

   Repito: podría hacer un milagro y lo haría si supiese que después os ibais a arrepentir y ser mejores.

  Esto es lo que querríais: Que Yo hiriese para poder herir vosotros a vuestra vez

 


 

Dice Jesús:

"Queréis que viniera y me mostrase para aterrorizar y pulverizar a los culpables. ¡Oh miserables! No sabéis lo que pedís.

 

mi venida será de Juicio y juicio tremendo

 

Vendré, bien a pesar mío. Digo "a pesar mío", porque mi venida será de Juicio y juicio tremendo. Si hubiera de venir para salvaros no me expresaría así y no buscaría el alejar los tiempos de mi venida, antes, por el contrario, me apresuraría ansiosamente a salvaros todavía. Mas mi segunda venida será de Juicio severo, inexorable, general y, para la mayor parte de vosotros, será juicio de condenación.

No sabéis lo que pedís, ya que, por más que Yo me mostrase, ¿dónde está en los corazones y, particularmente, en los mayormente culpables de las maldades de hoy, aquel corto residuo de fe y de consideración que les haría postrarse con el rostro en tierra para pedirme piedad y perdón? No, hijos, pedís venganza al Padre cuando Él es Padre del perdón. Aunque mi Rostro fulgurase en vuestro cielo y mi Voz, que creó los mundos, tronase de oriente a occidente, no cambiarían las cosas sino que un nuevo coro blasfemo de insultos una nueva vorágine de injurias serían lazadas contra mi Persona.

 

Repito: podría hacer un milagro y lo haría si supiese

que después os ibais a arrepentir y ser mejores.

 

Repito: podría hacer un milagro y lo haría si supiese que después os ibais a arrepentir y ser mejores. Vosotros, los grandes culpables, que lleváis a los pequeños a desesperar y a pedir venganza; y vosotros, los pequeños culpables, que pedís venganza. Pues bien, ni vosotros, los grandes culpables, ni vosotros, los pequeños culpables, os arrepentiríais ni seríais mejores después del milagro. Pisotearíais incluso, con un furor de gozo culpable, los cuerpos de los castigados, desmereciendo con ello ante mi presencia y os subiríais arriba para oprimir vosotros, a vuestra vez, desde aquel trono estribado sobre un castigo.

 

Esto es lo que querríais: Que Yo hiriese para poder

herir vosotros a vuestra vez

 

Esto es lo que querríais: Que Yo hiriese para poder herir vosotros a vuestra vez. Yo soy Dios y veo en el corazón de los hombres y por eso no os escucho en esto. No quiero que os condenéis todos. Los grandes culpables están ya juzgados. Mas a vosotros intento salvaros. Y esta hora es para vosotros criba de salvación. Caerán en poder del Príncipe de los demonios aquellos que tienen ya en sí la cizaña del demonio, mientras que aquellos que tienen en el corazón el grano de trigo germinador del eterno Pan, germinarán en Mí para la vida eterna."

C. 43, 55-56

A. M. D. G.