15 JUNIO

 

 

algunas reflexiones sobre extremos

 relacionados con las personas

 consagradas con votos especiales pero

 que no son sacerdotes

 

 


 

#En la mente de sus fundadores, estos lugares habrían de ser otras tantas casas de Betania   

#He aquí las virtudes que deberían informar los corazones de todas las mujeres que se dan a Mí con votos especiales    

#si de verdad se pidiese intensamente por los pecadores, se obtendría su conversión.   

#gran parte de las almas que entraron en los conventos, ¿por qué lo hicieron? Veamos juntos los porqués   

#Muchas entraron por exaltación, obedeciendo a un impulso, bueno en sí, mas no corroborado con un firme propósito, una severa reflexión y una verdadera vocación   

#Otras entraron después de una desilusión   

#Tercera categoría: la de aquellas que ingresan por interés.   

#Están, por último, las almas que se dan a Dios con pureza de sentimiento y verdadera vocación.   

#No muere la humanidad en el ser humano al transponer los umbrales de un monasterio   

#Que las ilusas, las desilusionadas, las interesadas, comprendan y sepan añadir la cruz de su error a las demás cruces de la vida conventual para hacer con ellas un nuevo peldaño en la escala que sube al Cielo   

#¿Sabes qué diferencia existe entre un alma que vive a lo humano y otra que vive conforme al espíritu?   

#La oración no sube cuando un lastre de humanidad pende de las alas de las que no acierta a desprenderse   

#Las vírgenes pueden ayudar al mundo; mas las vírgenes han de ser ayudadas por las víctimas."

 


 

Dice Jesús:

"En la lección sobre los sacerdotes dije que te haría algunas reflexiones sobre extremos relacionados con las personas consagradas con votos especiales pero que no son sacerdotes. O sea, con las vírgenes encerradas en monasterios y conventos esparcidos por todo el mundo.

 

En la mente de sus fundadores, estos lugares 

habrían de ser otras tantas casas de Betania

 

En la mente de sus fundadores, estos lugares habrían de ser otras tantas casas de Betania en las que Yo, cansado, hastiado, ofendido, perseguido, pudiese encontrar refugio y amor. Y habrían de ser, conforme a la mente también de los fundadores, otras tantas cimas donde, en soledad y en oración, las almas puras continuarán pidiendo por los habitantes del mundo que luchan y, con frecuencia, no piden.

 

He aquí las virtudes que deberían informar 

los corazones de todas las mujeres que se dan a Mí 

con votos especiales

 

Castidad, no sólo de carne sino de pensamiento y de alma, caridad vivísima, plegaria, mejor: oración continua no turbada por las ocupaciones, amor a la pobreza, acatamiento a la obediencia, silencio exterior para oír en el interior la voz de Dios ,vocación al sacrificio, espíritu de verdadera penitencia. He aquí las virtudes que deberían informar los corazones de todas las mujeres que se dan a Mí con votos especiales.

 

si de verdad se pidiese intensamente por los pecadores,

 se obtendría su  conversión.

 

Si así fuese, cada día sería un arder de espirituales inciensos y un baño de espirituales perfumes que purificarían la tierra subiendo a continuación hasta mi trono y, poco a poco, vendría a quedar destruida la triste cizaña del pecado. Porque quien pide obtiene y si de verdad se pidiese intensamente por los pecadores, se obtendría su  conversión.

 

gran parte de las almas que entraron en los conventos,

 ¿por qué lo hicieron? 

Veamos juntos los porqués

 

Vosotros, por el contrario, pedís por vosotros mismos. Esto es egoísmo y lesiona la caridad. No todas, pero gran parte de las almas que entraron en los conventos, ¿por qué lo hicieron? Veamos juntos los porqués. Te vendrá espontánea la necesidad de pedir por estas almas descaminadas, mucho más que si se hubieran quedado en el mundo.

 

Muchas entraron por exaltación, obedeciendo a un impulso,

 bueno en sí, mas no corroborado con un firme propósito, 

una severa reflexión y una verdadera vocación

 

Muchas entraron por exaltación, obedeciendo a un impulso, bueno en sí, mas no corroborado con un firme propósito, una severa reflexión y una verdadera vocación. Vieron el arado en una hora de sol sobre un campo florido y pusieron la mano en él sin recapacitar si tenían fuerza para ararse a sí mismas con la reja tremenda de las renunciaciones. Caen las flores, se pone el sol; viene la tierra pedregosa, dura, árida, llena de espinas; llega la noche negra y borrascosa. Estas almas, que irreflexivamente cedieron a un sueño, se encuentran desoladas en un mundo que no es el suyo, en el que de mala manera saben moverse. Sufren y hacen sufrir.

 

Otras entraron después de una desilusión

 

Otras entraron después de una desilusión. Creyeron estar muertas cuando tan sólo estaban desmayadas. Aun superando la idea de que lo que a Dios se le ofrece son las primicias y no los residuos, convendría siempre considerar si de lo que se trata es propiamente de la muerte del alma para el mundo o simplemente de una herida grave. Toda herida que no sea mortal, cura y se sale de ella más vivos que antes. También éstas y, por cierto, éstas más que aquellas, se encuentran después turbadas, ya que, además de comprobar que el mundo monástico no es el suyo, acarrean a él cosas del mundo exterior: recuerdos, sentimientos, nostalgias, deseos. En el silencio del claustro estas cosas son como vinagre aplicado a una llaga. La avivan, la irritan, emponzoñan todo, las vuelven inquietas, rencorosas, mordaces. También éstas sufren y hacen sufrir sin mérito alguno.

 

Tercera categoría: 

la de aquellas que ingresan por interés.

 

Tercera categoría: la de aquellas que ingresan por interés. Se ven solas, pobres con miedo a la vida, sin oficio o sin una profesión que les preste seguridad. Se retiran. Toman la casa de Dios por un seguro albergue en el que cuentan con cama y mesa. Se aseguran el mañana. Mas a dios ni se le burla ni se le engaña. Dios ve en el fondo de los corazones. ¿Qué pensará Dios de tales mujeres?

 

Están, por último, las almas que se dan a Dios con pureza 

de sentimiento y verdadera vocación.

 

Están, por último, las almas que se dan a Dios con pureza de sentimiento y verdadera vocación. Estás son las perlas, si bien son pocas en comparación con las otras. Y aun éstas pueden malearse y dañarse. También las perlas se dañan. Es difícil que, a lo largo de toda una vida monástica, no se produzca el asalto de algún germen que intente destruir la perla que se entregó a Dios.

Les asiste mi gracia: mas, con todo, es preciso pedir por ellas. Para esto es la Comunión de los santos. Nadie hay tan mísero cuya plegaria carezca de valor. Dios, atraído por una petición que suba del mundo, puede descender como fortaleza al corazón de una esposa mía que vacila en un convento.

 

No muere la humanidad en el ser humano 

al transponer los umbrales de un monasterio

 

No muere la humanidad en el ser humano al transponer los umbrales de un monasterio. Nunca muere la humanidad. Ella, por desgracia, penetra dentro de los muros sagrados y me arroja a Mí. Ella promueve las mezquindades, los rencores, los celos inconsiderados, disipa, obstaculiza, enfría. Es cierto que centuplica la santidad de las "santas"; pero no basta.

 

Que las ilusas, las desilusionadas, las interesadas,

 comprendan y sepan añadir la cruz de su error 

a las demás cruces de la vida conventual para hacer 

con ellas un nuevo peldaño en la escala que sube al Cielo

 

Es preciso pedir, pedir, pedir por mis esposas. Que las ilusas, las desilusionadas, las interesadas, comprendan y sepan añadir la cruz de su error a las demás cruces de la vida conventual para hacer con ellas un nuevo peldaño en la escala que sube al Cielo. Es inútil ser ramos de flores puestos sobre un altar si tales flores continúan siendo humanas. Lo que Yo quiero son flores espirituales.

 

¿Sabes qué diferencia existe entre un alma que vive

 a lo humano y otra que vive conforme al espíritu?

 

¿Sabes qué diferencia existe entre un alma que vive a lo humano y otra que vive conforme al espíritu? Pues bien: Tú tienes cantidad de flores en tu habitación y percibes un intenso perfume. Mas vienes a confesar que todas esas rosas, claveles, lirios y jazmines no te dan ni con mucho el más lejano parecido con el "perfume" que, a veces, sientes y que viene de reinos sobrenaturales. Aquel es perfume del cielo y éste de tus flores es perfume de la tierra.

Lo mismo acaece con las almas. Las verdaderamente místicas exhalan un perfume celestial, las otras un perfume humano. Este puede ser admirado por el mundo, mas Yo no lo aprecio.

Yo quiero que mis conventos sean invernáculos del cielo en donde caigan, cual hojas muertas, las preocupaciones humanas, las soberbias, las envidias, las críticas, los egoísmos, las dobleces. Resulta inútil observar la regla al exterior si el interior se encuentra inficionado con tóxicos humanos.

 

La oración no sube cuando un lastre de humanidad  

pende de las alas de las que no acierta a desprenderse

 

La oración no sube cuando un lastre de humanidad  pende de las alas de las que no acierta a desprenderse. La oración entonces no se derrama por la tierra para salvar a los pecadores ni sube para consolarme; queda con frecuencia bajo una masa de fango humano. Inútil es en tal coyuntura consagrarse a Mí si el sacrificio de la libertad no ha de dar el fruto para el que ciertos sacrificios fueron ideados.

Todo muere cuando falta la caridad, sobre todo ésta, porque la caridad hacia Mí hace puros, buenos, desasidos de todo lo que no es Dios, amantes de la Cruz y de las cruces; porque la caridad hacia el prójimo hace pacientes, dulces y generosos.

 

Las vírgenes pueden ayudar al mundo;

mas las vírgenes han de ser ayudadas por las víctimas."

 

Las vírgenes pueden ayudar al mundo; mas las vírgenes han de ser ayudadas por las víctimas."

C-43. 90-94

A. M. D. G.