el misterio de la naturaleza de Dios.
Tantas festividades como tiene mi
Iglesia y falta una solemnísima
para mi Sangre.
¡Y en mi Sangre está la salvación!
#Para pensar en Dios no se han de establecer comparaciones con seres creados
#El Pensamiento creó la Palabra. Y el Pensamiento y la Palabra se aman. El Amor es el Paráclito
Dice Jesús:
a los espirituales de entre la masa de los que están
señalados verdaderamente con mi Sangre, se les desvela
con mayor claridad el misterio porque mi Sangre
es Ciencia y mi predilección Escuela.
"No le es dado a vuestra capacidad intelectual tan limitada ni a vuestra espiritualidad embrionaria conocer el misterio de la naturaleza de Dios. Mas a los espirituales de entre la masa de los que están señalados verdaderamente con mi Sangre, se les desvela con mayor claridad el misterio porque mi Sangre es Ciencia y mi predilección Escuela.
Si mi Sangre fuese más amada y venerada, más invocada
y creída, se evitarían muchos de los males que os
arrastran al abismo
Hoy hay gran fiesta en el Cielo porque todo El canta el "Sanctus" al Cordero que derramó su Sangre por la Redención humana. Tú eres una de las pocas, poquísimas criaturas que veneran mi Sangre cual debe ser venerada. Mas a quienes la veneran, esa Sangre, desde que fue derramada, les habla con palabras de vida eterna y de ciencia suprasensible. Si mi Sangre fuese más amada y venerada, más invocada y creída, se evitarían muchos de los males que os arrastran al abismo.
Tantas festividades como tiene mi Iglesia y falta una
solemnísima para mi Sangre.
¡Y en mi Sangre está la salvación!
Esta Sangre, cuando aún no existía, habló bajo la figura del cordero mosaico, bajo el velo de las palabras proféticas en el signo Tau preservador; habló, después de ser derramada, por boca de los apóstoles; grita su poderío en el Apocalipsis; invita con su llamada por boca de los místicos. Mas... ni es amada, ni recordada, ni tampoco invocada, ni venerada. Tantas festividades como tiene mi Iglesia y falta una solemnísima para mi Sangre. ¡Y en mi Sangre está la salvación!
Hoy, fiesta de mi Sangre, voy a aclararte un misterio.
Di: "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo"
Hoy, fiesta de mi Sangre, voy a aclararte un misterio. Di: "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo", pues es de Nosotros de lo que te quiero hablar. Vuestra humana pesantez, al no poder imaginarlos con vuestros sentidos, ha recurrido a figuras para pensar en el Padre y en el Espíritu, seres incorpóreos de infinita belleza. Tanto es así que difícilmente os dirigís a Ellos con toda la plenitud del pensamiento para invocarlos como me invocáis a Mí en quien pensáis como Hombre-Dios. No comprendéis, por tanto, ni de lejos el incomparable misterio de nuestra Trinidad.
Para pensar en Dios no se han de establecer comparaciones
con seres creados
Para pensar en Dios no se han de establecer comparaciones con seres creados. Dios no admite comparaciones. El es. En el ser está todo. Ahora bien, el ser es incorpóreo y el Ser eterno no tiene cuerpo.
He aquí lo único que puede acaso representar a Dios
sin estar en contraposición con su Esencia espiritual.
Mira: Dios es luz. He aquí lo único que puede acaso representar a Dios sin estar en contraposición con su Esencia espiritual. La luz existe y, no obstante, es incorpórea. Tú la vez, pero no la puedes tocar. Ella existe
Nuestra Trinidad es luz. Una luz sin límites que brota
de sí misma, vive de sí misma y obra en sí misma.
Nuestra Trinidad es luz. Una luz sin límites que brota de sí misma, vive de sí misma y obra en sí misma. El universo no es tan grande cuanto Ella infinita. Su esencia colma los Cielos, se derrama sobre la Creación, domina los antros infernales. No penetra allí -pues se habría acabado el Infierno- sino que los aplasta con su fulgor que en el Cielo es beatífico, en la tierra confortador y terrorífico en el Infierno. Todo es trino en Nosotros: las formas, los efectos y los poderes.
Dios es luz Círculo infinito que abraza toda la Creación
desde el instante en que pronunció el: "Hágase la luz",
hasta los siglos de los siglos
Dios es luz. Una luz vastísima, majestuosa y suave que procede del Padre. Círculo infinito que abraza toda la Creación desde el instante en que pronunció el: "Hágase la luz", hasta los siglos de los siglos, porque Dios, que existía desde la eternidad, abraza la Creación desde que ella existe y seguirá abrazando en la forma última: la eterna, después del Juicio, cuanto quede de la Creación. Abrazará a los que son eternos con El en el Cielo.
Dentro del círculo eternal del Padre hay un segundo
círculo, engendrado por el Padre,
diversamente operante, mas no contrariamente operante,
por cuanto la Esencia es una. Ese es el Hijo
Dentro del círculo eternal del Padre hay un segundo círculo, engendrado por el Padre, diversamente operante, mas no contrariamente operante, por cuanto la Esencia es una. Ese es el Hijo. Su luz, más viva, no da la vida a los cuerpos tan sólo sino que, mediante su Sacrificio, da la Vida a las almas que la habían perdido. Es un expandirse de rayos potentes y suaves que nutren vuestra humanidad y amaestran vuestra mente.
En el interior del segundo círculo, producto de la doble
operación de los dos primeros, hay un tercer círculo de
luz todavía más brillante y encendida. Es el Espíritu Santo
En el interior del segundo círculo, producto de la doble operación de los dos primeros, hay un tercer círculo de luz todavía más brillante y encendida. Es el Espíritu Santo. Es el Amor producido por las relaciones del Padre con el Hijo, trámite entre los Dos y consecuencia de los Dos, maravilla de las maravillas.
El Pensamiento creó la Palabra. Y el Pensamiento y la
Palabra se aman. El Amor es el Paráclito
El Pensamiento creó la Palabra. Y el Pensamiento y la Palabra se aman. El Amor es el Paráclito. El actúa sobre vuestro espíritu, sobre vuestra alma, sobre vuestra carne, ya que consagra el templo creado por el Padre y redimido por el Hijo, el templo de vuestra persona, creada a imagen y semejanza de Dios Uno y Trino. El Espíritu Santo es crisma derramado sobre la creación de vuestra persona llevada a cabo por el Padre; es gracia para disfrutar del Sacrificio del Hijo; es Ciencia y Luz para comprender la Palabra de Dios, Luz más restringida, no porque sea limitada respecto de los otros, sino porque es el espíritu del espíritu de Dios y porque, en su condensación, es potentísima al igual que en sus efectos.
Ni aún Yo, que soy el Pensamiento del Padre hecho Palabra,
puedo haceros entender cuanto con un solo destello os
puede hacer entender el Espíritu Santo
Por esto dije: "Cuando venga el Paráclito os instruirá". Ni aún Yo, que soy el Pensamiento del Padre hecho Palabra, puedo haceros entender cuanto con un solo destello os puede hacer entender el Espíritu Santo.
Si ante el Hijo ha de doblarse toda rodilla, ante el
Paráclito debe inclinarse todo espíritu, porque el Espíritu
da vida al espíritu
Si ante el Hijo ha de doblarse toda rodilla, ante el Paráclito debe inclinarse todo espíritu, porque el Espíritu da vida al espíritu. El Amor es el que creó el Universo, el que instruyó a los primeros Siervos de Dios, el que impulsó al Padre a dar los Mandamientos, el que iluminó a los Profetas, el que con María concibió al Redentor, el que me puso a Mí en la Cruz, el que sostuvo a los Mártires, el que ha regido a la Iglesia y obra los prodigios de la gracia.
Fuego blanco, insostenible a la vista y a la naturaleza
humana, concentra en Sí al Padre y al Hijo y es la Perla
incomprensible, inguardable, de nuestra eterna Belleza
Fuego blanco, insostenible a la vista y a la naturaleza humana, concentra en Sí al Padre y al Hijo y es la Perla incomprensible, inguardable, de nuestra eterna Belleza. Fija en la profundidad del Cielo, atrae hacia Sí a todos los espíritus de mi Iglesia triunfante y aspira para Sí a los que saben vivir del espíritu en la Iglesia militante.
Nuestra Trinidad, nuestra naturaleza triple y una, está fija con un único esplendor en aquel punto del que se genera todo cuanto existe, en un eterno ser.
Di: "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo"."
C-43. 138-141
A. M. D. G.