4 julio 1943

 

 

Mi Sangre y mi Cuerpo se formaron 

con la sangre y con la leche de María

 

 


#Ella, la Purísima, que acogió al Cielo en su seno cuando vistió con sus carnes de candor inmaculado al Verbo del Padre tras sus nupcias con el Espíritu Santo, no se limitó a engendrar al Salvador   #La leche virginal   #Me complace el que succionéis de aquel seno del que Yo extraje el alimento   #Si no fuera por los empeños de María, por sus plegarias, la raza humana ya no existiría   #Sé que castigaros sería proporcionar un dolor lacerante a la Madre del género humano, a vuestra Madre verdadera que espera siempre poder conduciros a su Hijo.   #"La salvación del mundo está en María".   #Si supieseis cómo se retira Dios al profundo ante la cada vez más subida marea de delitos que cometéis   #ante vuestra pertinacia en el Mal, Cristo se retira como en un tiempo de Jerusalén porque "aún no ha llegado la hora" y Cristo, en espera de la hora, os deja a vuestro Mal para que lo completéis.   #El único puente que ahora queda es María. Mas si también a Ella la despreciáis, seréis aplastados

Dice Jesús:

"La Eucaristía es mi Sangre y es mi Cuerpo. Mas, ¿habéis pensado alguna vez en que esa Sangre y ese Cuerpo se formaron con la sangre y con la leche de María?

 

Ella, la Purísima, que acogió al Cielo en su seno cuando 

vistió con sus carnes de candor inmaculado al Verbo d

el Padre tras sus nupcias con el Espíritu Santo, no se limitó 

a engendrar al Salvador

 

Ella, la Purísima, que acogió al Cielo en su seno cuando vistió con sus carnes de candor inmaculado al Verbo del Padre tras sus nupcias con el Espíritu Santo, no se limitó a engendrar al Salvador. Lo nutrió con su leche. De ahí que vosotros, hombres que os alimentáis de Mí, sorbáis la leche de María que se hizo sangre en Mí.

 

La leche virginal

 

La leche virginal. ¿Cómo es posible que permanezcáis con tanta frecuencia esclavos de la carne si baja a vosotros, junto con mi Sangre, esta leche inmaculada? Es como si una fuente de celestial pureza vertiese en vosotros sus ondas. Y ¿no quedáis limpios con ellas? ¿Cómo podéis ser así cuando circula en vosotros la leche de la Virgen y la Sangre del Redentor? Cuando os acercáis a mi Mesa es como si acercaseis vuestra boca al seno castísimo de la Madre.

 

Me complace el que succionéis de aquel seno del que 

Yo extraje el alimento

 

Pensadlo, hijos que nos amáis tan poco. Me complace el que succionéis de aquel seno del que Yo extraje el alimento. Mas querría que, cual niños que se nutren a los pechos, aumentase en vosotros la vida, que crecieseis y os robustecieseis. La leche de la nodriza transmite, aparte la vida material, tendencias morales. ¿Cómo podéis vosotros, que os nutrís de aquel seno purísimo, no tomar semejanza espiritual con María? No obstante encontraros tan macilentos, tan enfermos y astrosos, Ella os estrecha a su seno y os asea, os nutre y os lleva a su Primogénito porque quiere que le améis.

 

Si no fuera por los empeños de María, por sus plegarias,

la raza humana ya no existiría

 

Si no fuera por los empeños de María, por sus plegarias, la raza humana ya no existiría. La habría borrado, porque vuestro malvivir ha tocado verdaderamente el fondo del Mal, la Justicia está herida, colmada la Paciencia y el Castigo inmediato. Mas es María la que os defiende con su manto y si bien puedo Yo, con un giro de la mirada, hacer que se postre el Paraíso y que tiemblen los astros, nada puedo, en cambio, contra mi Madre.

 

Sé que castigaros sería proporcionar un dolor lacerante

a la Madre del género humano, a vuestra Madre verdadera

 que espera siempre poder conduciros a su Hijo.

 

Soy su Dios; pero soy siempre su Niño. Sobre aquel Corazón descansé en mi primer sueño de infante y en el último de mi muerte y sé todos los secretos de aquel Corazón. Sé, por tanto, que castigaros sería proporcionar un dolor lacerante a la Madre del género humano, a vuestra Madre verdadera que espera siempre poder conduciros a su Hijo.

 

"La salvación del mundo está en María".

 

Soy su Dios; mas Ella es mi Madre. Y Yo, perfecto en todo, soy Maestro para vosotros también en esto: en el amor a la Madre. A quien aún crea, de entre los que están en el mundo, le digo Yo: "La salvación del mundo está en María".

 

Si supieseis cómo se retira Dios al profundo ante la

cada vez más subida marea de delitos que cometéis

 

Si supieseis cómo se retira Dios al profundo ante la cada vez más subida marea de delitos que cometéis vosotros, deicidas, fratricidas, violadores de la ley, fornicadores, adúlteros, ladrones, sentina de vicios, temblaríais por ello. Mas os habéis hecho estólidos.

 

ante vuestra pertinacia en el Mal, Cristo se retira como

en un tiempo de Jerusalén porque "aún no ha llegado

la hora" y Cristo, en espera de la hora, os deja a vuestro

 Mal para que lo completéis.

 

En un principio era Yo el puente entre el mundo y el Cielo. Mas, en verdad, ante vuestra pertinacia en el Mal, Cristo se retira como en un tiempo de Jerusalén porque "aún no ha llegado la hora" y Cristo, en espera de la hora, os deja a vuestro Mal para que lo completéis.

 

El único puente que ahora queda es María. Mas si también

 a Ella la despreciáis, seréis aplastados

 

El único puente que ahora queda es María. Mas si también a Ella la despreciáis, seréis aplastados. No permito que sea vilipendiada Aquella a cuyo seno descendió el Espíritu Santo para engendrarme a Mí, Hijo de Dios y Salvador del mundo."

C.43. 148-149

A. M. D. G.