20 julio
En lo sobrenatural es preciso
no tener nunca miedo
#El, como ya he dicho, conocía la vida en todos sus cambiantes de luz y de sombra,
#He aquí por qué mi Inteligencia escogió a Pedro adulto
#Pedro era la "experiencia", el genio práctico. Juan era la "poesía", el genio poético
Dice Jesús:
"Escribe pues. En lo sobrenatural es preciso no tener nunca miedo. El que te dicta sabe lo que se dice y el que te lee comprende porque le puse precisamente a él en condiciones de entender. Así pues, ¡fuera las suspicacias humanas! Recuerda que eres mi portavoz y que debes, por tanto, decir cuanto te dicto sin cavilar humanamente sobre el juicio que los demás puedan formar de ello.
Las razones por las que hice a Pedro cabeza de la Iglesia
en vez de hacerle cabeza a mi Predilecto, son varias y
todas justas
Por consiguiente: Las razones por las que hice a Pedro cabeza de la Iglesia en vez de hacerle cabeza a mi Predilecto, son varias y todas justas. No tenéis por qué estar poniendo sobre una balanza el amor de Pedro y contrastarlo con el de Juan para deducir de ahí el motivo de la elección. Vuestros pesos y vuestras medidas carecen de curso en el Cielo. Fueron dos amores distintos como distintos eran sus temperamentos, su edad y las formas de su amor. Fueron distintos si bien dirigidos por igual al mismo objeto. Yo e igualmente amados por Mí. Eliminad pues de aquí los más-es y los sí-es del amor.
Pedro era el más maduro de los apóstoles, respetado ya como cabeza por los otros pescadores que llegaron a ser apóstoles.
El, como ya he dicho, conocía la vida en todos sus
cambiantes de luz y de sombra,
El, como ya he dicho, conocía la vida en todos sus cambiantes de luz y de sombra, se hallaba dotado de fuerza de carácter, de audacia y de la impetuosidad que en aquellas circunstancias se requería. El, por penosa experiencia propia, supo de la debilidad de una hora y pudo comprender las debilidades de los demás en las horas de duda y de peligro.
Ya lo he dicho: No era el que más me amaba. Era uno que me amaba con toda su capacidad de amar, al igual de los otros doce, incluido Judas hasta que prestó oídos al seductor.
En la Iglesia que había de formarse entre luchas e
insidias, se precisaba uno que, por su edad, autoridad,
experiencia e ímpetu supiera imponerse a los demás
En la Iglesia que había de formarse entre luchas e insidias, se precisaba uno que, por su edad, autoridad, experiencia e ímpetu supiera imponerse a los demás. Y ¿quién como Pedro poseía estas cuatro cualidades necesarias para la formación de mi Iglesia.?
Estar al lado de Juan era para Mí como descansar
cabe un pozo de frescas aguas sombreado de árboles
encima de un tapiz de flores. Emanaba paz.
Juan era el más joven. Alma en flor, desconocía la maldad de la vida. Era un lirio en capullo cerrado aún sobre su blanco seno. Abriose al tiempo en que mi mirada penetró en su corazón y ya no supo sino verme a Mí. Era un niño con corazón de héroe y de paloma. Pero era el sostén de mi Corazón que veía el presente y el futuro; mas Juan era el consuelo. ¡Qué consuelo el de su dulce sonrisa, de su mirada pura, de sus palabras contadas pero siempre impregnadas de amor! Estar al lado de Juan era para Mí como descansar cabe un pozo de frescas aguas sombreado de árboles encima de un tapiz de flores. Emanaba paz.
He aquí por qué mi Inteligencia escogió a Pedro adulto
Mas ¿era prudente y justo que Yo lo impusiese a los otros, de más edad que él? Hay que tener en cuenta que eran hombres, destinados a la perfección, pero, hombres todavía. He aquí por qué mi Inteligencia escogió a Pedro adulto, conocedor de las miserias espirituales, impulsivo, autoritario, con preferencia a Juan, apacible, soñador, joven y sin experiencia.
Pedro era la "experiencia", el genio práctico.
Juan era la "poesía", el genio poético
Pedro era la "experiencia", el genio práctico. Juan era la "poesía", el genio poético. Mas en los tiempos duros son precisos, no plumas de poeta sino puños de hierro para mantener firme la barra del timón.
Podría decir que Juan es el último en el orden del tiempo
y el primero en el del venidero, de los grandes profetas
En compensación, tras entregarle mis más secretas confidencias y a mi Madre, di a mi Predilecto la visión de los tiempos futuros. Podría decir que Juan es el último en el orden del tiempo y el primero en el del venidero, de los grandes profetas, porque él cierra el ciclo iniciado por Moisés con relación al Cordero que salva al mundo con su inmolación y os descorre el velo que envuelve el último día.
fuera bueno para vosotros que no establecieseis
confrontaciones humanas respecto de seres
que son sobrehumanos.
Empero habéis de creer que mi fulgor nimba en el Cielo con idéntica luz las frentes de Pedro y de Juan, y fuera bueno para vosotros que no establecieseis confrontaciones humanas respecto de seres que son sobrehumanos."
C. 43. 194-196
A. M. D. G.