21 julio 1943

 

 

cuanto se contiene en los libros

 antiguos dice relación con el presente

 

 


 

#los errores se perfeccionan cada vez más con la evolución de la raza hacia la así llamada civilización, mientras que las rectificaciones vienen a ser siempre más embrionarias. ¿Por qué?   

#Os encontráis ahora en la cumbre de la edad del mundo habiendo alcanzado también la cumbre de la malicia y de la soberbia.   

#La parábola descendente del mundo hacia su fin no será tan larga como la ascendente   

Desde que fue hecha la luz y con ella inicióse el mundo, establecí con Mente que no yerra lo que es Bien y lo que es Mal   

#La única mutación, a partir del instante en que por mi Querer fueron creados el mundo y el hombre, radica en esto:  

  #¿Quieres que contemplemos juntos las antiguas páginas en las que se dan explicaciones sobre la hora actual?   

#¿Qué se promete al que observa la Ley? ¿Con qué se amenaza al que la infringe?   

#Ya no he hablado más entre torbellinos y fuego por boca de los Profetas. No. Vine Yo Mas vosotros me disteis la muerte  

  #El antiguo Tabernáculo... lo sustituí por el nuevo Tabernáculo  

#Habéis querido dioses, y vuestros dioses actuales son más ignominiosos que los dioses antiguos o que fetiches de los idólatras   

#Mas ¿Por qué, por qué, pueblo mío, has abandonado el Reino que te había dado?  

#Ni aún en la última hora en la que habéis de ser congregados para la selección inexorable repudiaré a mis hijos desgraciados, y entonces intentaré todavía salvaros.   

#el precio y el valor de un alma es tal que no bastan todos los tesoros de la tierra para comprarla. Es necesaria la Sangre de un Dios

 


 

Dice Jesús:

"Ya te dije que cuanto se contiene en los libros antiguos dice relación con el presente. Es como si una serie de espejos fuese repitiendo, llevándola cada vez más adelante, una escena vista atrás.

 

los errores se perfeccionan cada vez más con la evolución 

de la raza hacia la así llamada civilización, mientras que 

las rectificaciones vienen a ser siempre más embrionarias.

 ¿Por qué?

 

El mundo se repite a sí mismo tanto en los errores como en las rectificaciones, aunque con esta diferencia: que los errores se perfeccionan cada vez más con la evolución de la raza hacia la así llamada civilización, mientras que las rectificaciones vienen a ser siempre más embrionarias. ¿Por qué? Porque, al pasar el mundo de la edad de la infancia a otra más completa, han crecido su malicia y su soberbia.

 

Os encontráis ahora en la cumbre de la edad del mundo

 habiendo alcanzado también la cumbre de la malicia 

y de la soberbia.

 

Os encontráis ahora en la cumbre de la edad del mundo habiendo alcanzado también la cumbre de la malicia y de la soberbia.

No penséis por ello que habréis de vivir todavía otro tanto más de lo que habéis vivido

 

La parábola descendente del mundo hacia su fin no será 

tan larga como la ascendente

 

Si estáis en la cúspide, habría que decir que os queda otro tanto por vivir. Mas no será así. La parábola descendente del mundo hacia su fin no será tan larga como la ascendente. Será un precipitarse hacia el fin y las que os precipitan son precisamente la malicia y la soberbia, dos pesos que os empujan al abismo del fin, al juicio tremendo. La soberbia y la malicia, además de empujaros por la parábola descendente, os embotan de tal suerte el espíritu que os hacen cada vez más incapaces de detener la bajada con un arrepentimiento sincero.

 

Desde que fue hecha la luz y con ella inicióse el mundo,

 establecí con Mente que no yerra lo que es Bien 

y lo que es Mal

 

Ahora bien, si vosotros habéis procedido así: dando la espalda al Bien y la cara al mal, Yo, el Eterno, he permanecido firme en mi exacta medida, tanto del Bien como del Mal. Desde que fue hecha la luz y con ella inicióse el mundo, establecí con Mente que no yerra lo que es Bien y lo que es Mal. Y la fuerza humana, la limitada fuerza humana, no puede cambiar ni romper ese código eterno escrito por el dedo de Dios sobre páginas intangibles que no son de esta tierra.

 

La única mutación, a partir del instante en que por mi

 Querer fueron creados el mundo y el hombre, 

radica en esto:

 

La única mutación, a partir del instante en que por mi Querer fueron creados el mundo y el hombre, radica en esto: en que, al principio, debíais regiros y guiaros por las tablas de la Ley y por la palabra de los Profetas. Mas después me tuvisteis a Mí, Verbo y Redentor, para explicaros la Ley, para daros mis enseñanzas y mi Sangre, para traeros con mi venida el Espíritu que disipa las sombras, para sosteneros más tarde, a través de los siglos, con los Sacramentos y sacramentales.

Mas, ¿qué habéis hecho con mi venida? Un nuevo peso de culpas de las que habréis de responder.

 

¿Quieres que contemplemos juntos las antiguas páginas 

en las que se dan explicaciones sobre la hora actual?

 

¿Quieres que contemplemos juntos las antiguas páginas en las que se dan explicaciones sobre la hora actual? Tú las has sentido como un aguijón; mas Yo te las mostraré mejor.

 

¿Qué se promete al que observa la Ley? 

¿Con qué se amenaza al que la infringe?

 

¿Qué se promete al que observa la Ley? Prosperidad, abundancia, paz, descendencia sana y numerosa, triunfo sobre los enemigos ya que el Señor habría de estar en el filo de las espadas de sus siervos contra los que quisieran alzar su mano contra los hijos del Altísimo. ¿Con qué se amenaza al que la infringe? Con hambre, carestía, guerras, derrotas, pestes, abandono por parte de Dios, opresión de los enemigos en virtud de la cual los que antes eran hijos del Altísimo llegarán a ser como rebaño de ovejas perseguidas y espantadas, destinadas a la matanza.

Os lamentáis a la hora que os toca vivir. Mas ¿la encontráis injusta? ¿Os parece excesivo su rigor? No. Es justa y menos dura de lo que merecéis.

 

Ya no he hablado más entre torbellinos y fuego por boca

 de los Profetas. No. 

Vine Yo. Mas vosotros me disteis la muerte

 

Os salvé y volví a salvaros de mil maneras. Os perdoné y volví a perdonaros siete mil y otros siete mil delitos más. Vine de intento a daros Vida y Luz. Yo, Luz del mundo, vine a estar entre vuestras tinieblas para traeros la Palabra y la Luz. Ya no he hablado más entre torbellinos y fuego por boca de los Profetas. No. Vine Yo; Yo personalmente. Partí mi pan con vosotros; con vosotros compartí mi lecho; sudé con vosotros en la fatiga; me consumí a Mí mismo evangelizándoos; morí por vosotros; con mi Palabra disipé toda duda acerca de la Ley; con mi Resurrección disipé toda duda acerca de mi Naturaleza, os dejé a Mí mismo a fin de ser vuestro Alimento espiritual, apto para daros la Vida. Mas vosotros me disteis la muerte.

Os di la Palabra, el Amor, la Sangre de un Dios, y vosotros habéis cerrado vuestros oídos a la Palabra, vuestra alma al Amor y maldecido mi Sangre.

 

El antiguo Tabernáculo...

 lo sustituí por el nuevo Tabernáculo

 

El antiguo Tabernáculo en el que había dos tablas de piedra escritas por el dedo de mi Profeta y un poco de maná, lo sustituí por el nuevo Tabernáculo en el que está el Pan verdadero bajado del Cielo y mi Corazón en el que está escrito el Pacto del amor que vosotros, no Yo, transgredís.

Ya no podéis decir: "No sabemos cómo sea Dios". Al no ser conforme con vuestra torpeza el amar a un espíritu, tomé Carne a fin de que tuvieseis una Carne a la que amar.

Y bien, ¿qué habéis hecho? ¿Qué hicisteis siempre? Habéis vuelto vuestras espaldas a Dios, a su altar, a su Persona. Nada habéis querido con Dios, el Dios uno y Trino, el Dios verdadero.

 

Habéis querido dioses, y vuestros dioses actuales son 

más ignominiosos que los dioses antiguos o que fetiches 

de los idólatras

 

Habéis querido dioses, y vuestros dioses actuales son más ignominiosos que los dioses antiguos o que fetiches de los idólatras. En éstos aún incuba el respeto a la imagen de Dios tal como su mentalidad o ignorancia aciertan a concebirla. Y así, en verdad, en verdad os digo que los idólatras naturales serán juzgados mucho menos severamente que vosotros, idólatras por malicia, vendidos a la peor de las idolatrías: la autoidolatría.

Sí, os habéis creado dioses de carne, de carne putrefacta, y ante ellos habéis sabido entonar himnos y doblar la cabeza y la espalda que no supisteis doblar ante Dios. Habéis despreciado, repudiado, escarnecido y quebrantado mi Ley mientras habéis aceptado y obedecido como esclavos y como fieras domesticadas por el domador, la ley mentida que os han propuesto unos cuantos hombres más extraviados aún que vosotros, cuyo destino es tal que hace temblar de horror al cielo entero.

¡Idólatras, idólatras, paganos, vendidos a la carne, al dinero, al poder, a Satanás, en fin, que es el Señor de estos tres reinos nefandos: la carne, el dinero y el poder!

 

Mas ¿Por qué, por qué, pueblo mío, has abandonado 

el Reino que te había dado? 

 

Mas ¿Por qué, por qué, pueblo mío, has abandonado el Reino que te había dado? ¿Por qué has huido de tu Rey de Perfección y de Amor y has preferido las cadenas y la barbarie del Reino de Satanás y al Príncipe del Mal y de la Muerte? ¿Así pagas al Altísimo que es para ti Padre y Salvador? ¿Y te extrañas de que brote fuego de la tierra y llueva fuego del cielo para reducir a cenizas la raza proterva y traidora que ha renegado de Dios y acogido a Satanás y a sus ministros?

 

Ni aún en la última hora en la que habéis de ser

 congregados para la selección inexorable repudiaré 

a mis hijos desgraciados, y entonces intentaré 

todavía salvaros.

 

No, Satanás no necesita trabajar ni fatigarse para engulliros. Soy Yo el que debo fatigarme para ver de atraeros todavía; porque si vosotros habéis renegado de vuestro origen, Yo, tengo bien presente que soy vuestro Padre y vuestro Salvador. Ni aún en la última hora en la que habéis de ser congregados para la selección inexorable repudiaré a mis hijos desgraciados, y entonces intentaré todavía salvaros.

Este castigo, María, no es inmerecido. Es justo. Y grave, puesto que son gravísimos vuestras culpas. Mas no, no ha sido dado por malquerencia de un Dios que es todo bondad. Daríaselo a sí mismo vuestro Dios por evitároslo a vosotros si supiese que os había de aprovechar. Mas debe, debe dejar que seáis vosotros mismos los que os castiguéis con vuestras locuras y con vuestros contubernios con la Bestia.

 

el precio y el valor de un alma es tal que no bastan 

todos los tesoros de la tierra para comprarla. 

Es necesaria la Sangre de un Dios

 

Millares y decenas de millares perecerán por todos los rincones de la tierra; mas alguno, en la agonía que os ahogue, sentirá resonar la Voz de Dios y desde las tinieblas alzará su faz hacia la Luz. Ese uno que vuelva justificará el castigo porque  -sábelo y piensa cuánta es la obligación de guardarla-  el precio y el valor de un alma es tal que no bastan todos los tesoros de la tierra para comprarla. Es necesaria la Sangre de un Dios. La mía."

C. 43. 198-202

A. M. D. G.