27 julio.
para extraer una enseñanza basta mi
Evangelio, la vida que vivís y la que
se vive en torno vuestro.
#Mas el verdadero cristiano, cuando ha de dar testimonio de su fe, no debe proceder así
#Sobre el regazo de la Madre es donde os robustecéis y me encontráis a Mí a la vez que mi Perdón
Dice Jesús:
"Muchos, para extraer una enseñanza, tienen necesidad de mil libros de meditación. Pero no. Son bastantes: mi Evangelio, la vida que vivís y la que se vive en torno vuestro.
Fíjate, María, en la enseñanza de estos días. ¿Qué adviertes? Una gran demostración de debilidad humana. Con la misma facilidad con que se manifestaban en profesiones de fe mendaz, del mismo modo reniegan ahora de todo lo anteriormente profesado.
Mas el verdadero cristiano, cuando ha de dar testimonio
de su fe, no debe proceder así
Mas el verdadero cristiano, cuando ha de dar testimonio de su fe, no debe proceder así. ¿Viste cómo procedió tu Maestro delante de Caifás? Sabía perfectamente que confesarse el Mesías, hijo de Dios, habría de provocar la condena, la más feroz de las condenas. Y no lo dudé. Yo, que ante los acusadores observé la regla del silencio, aquí supe hablar alto y claro, puesto que callar equivaldría a una apostasía sacrílega.
Cuando están de por medio las cosas del Cielo no hay que
dudar en el modo de obrar por cuanto el fruto que se
deriva de nuestra palabra es eterno
Cuando están de por medio las cosas del Cielo no hay que dudar en el modo de obrar por cuanto el fruto que se deriva de nuestra palabra es eterno. El hombre, ente de carne y sangre, no sabe enfrentarse con valentía a ciertas confesiones heroicas y por eso reniega con facilidad. Mas el que vive del espíritu posee la intrepidez del espíritu ya que Yo estoy al lado del que combate contra el mundo y contra la propia debilidad.
Y, junto conmigo, está María, la Madre de todos,
el Auxilio de todos. Es Ella la que sonrió a los mártires
impulsándolos al Cielo
Y, junto conmigo, está María, la Madre de todos, el Auxilio de todos. Es Ella la que sonrió a los mártires impulsándolos al Cielo. Es Ella la que sonrió a las vírgenes para ayudarles en su vocación angélica. Es Ella la que sonrió a los pecadores para traerlos al arrepentimiento. Es Ella de quien el hombre tiene necesidad sobre todo en las horas de más viva angustia.
Sobre el regazo de la Madre es donde os robustecéis
y me encontráis a Mí a la vez que mi Perdón
Sobre el regazo de la Madre es donde os robustecéis y me encontráis a Mí a la vez que mi Perdón y, con el Perdón, la fortaleza. Porque si estáis en Mí, disfrutaréis de los dones de Cristo y no sabréis lo que es perecer."
C. 43. 215-216
A. M. D. G.