Igualmente el 2 de agosto
La señal que Yo doy. "Si no escuchan a
Moisés ni a los Profetas, no escucharán
ni a un muerto resucitado."
El racionalismo. Su condena
#si el racionalismo hace su obra, Yo haré la mía.
#Su nombre podría ser "Negación"
#Sed buenos. Mi Misericordia está sobre vosotros."
#Tan sólo me dice dos palabras: "Sufro tanto...!"
Dice Jesús:
Dile al padre (Migliorini), que pide una señal para persuadir a sus hermanos de comunidad de ciertas verdades innegables, que le doy la misma respuesta que le fue dada al rico Epulón:: "Si no escuchan a Moisés ni a los Profetas, no escucharán ni a un muerto resucitado."
Si no escuchan la voz de su conciencia, inspirada por Mí,
¿cómo quieres que vayan a percibir otras cosas?
Si no escuchan la voz de su conciencia, inspirada por Mí, que grita sus advertencias incontestables y verdaderas; si sofocan bajo su incredulidad hasta aquel residuo de sensibilidad que queda en ellos, ¿cómo quieres que vayan a percibir otras cosas? si no inclinan su frente ante la realidad que les hiere y no recuerdan, no entienden ni admiten nada, ¿cómo quieres que den crédito a una señal?
Ellos son los "doctos" y, bajo las piedras y cascotes
de su ciencia han sofocado la hermosa, santa, sencilla
y pura capacidad de creer.
Hasta a Mí me niegan por más que aseguren no negarme. Ellos son los "doctos" y, bajo las piedras y cascotes de su ciencia por demás imbuida de tierra para poder entender lo que no es tierra, han sofocado la hermosa, santa, sencilla y pura capacidad de creer.
¡Ay, María! ¡Qué dolor el de tu Jesús! Veo extinguirse aquello que Yo sembré a costa de mi morir.
Mas, ni aunque Yo apareciese me creerían
Mas, ni aunque Yo apareciese me creerían. Pondrían en juego todas las argucias de la ciencia para pesar, catalogar y analizar la maravilla de mi aparición; desplegarían todos los razonamientos de su cultura, revolviendo profetas y santos para citar, al revés y del modo más acorde con su conveniencia, las razones por las que Yo, Rey y Señor de lo Creado, no puedo aparecer.
También ahora, como hace veinte siglos, serían los
sencillos, los niños, los que me seguirían
y creerían en Mí.
También ahora, como hace veinte siglos, serían los sencillos, los niños, los que me seguirían y creerían en Mí. Los sencillos, porque tienen el mismo corazón, virgen de racionalismo, de desconfianza y de soberbia de la mente que los niños. No. No encontraría en mi Iglesia quienes fuesen capaces de creer. O, si acaso, encontraría entre el gran ejército de mis ministros algún alma que supo conservar la virginidad más excelsa: "la del espíritu".
¡Oh santa virginidad del espíritu, cuán preciosa, querida,
dilecta eres a mi Corazón que te bendice y ama con
predilección!
¡Oh santa virginidad del espíritu, cuán preciosa, querida, dilecta eres a mi Corazón que te bendice y ama con predilección! ¡Oh santa virginidad del espíritu que conservas el candor del Bautismo en las almas que te poseen; que guardas el ardor de la Confirmación en las almas que te conservan; que haces perdurar el alimento de la Comunión en las almas que se te entregan, que eres Matrimonio del alma con su Jesús Maestro y amigo; que eres Sacerdocio que consagras a la Verdad; que eres Óleo que purificas en la hora extrema para disponer al ingreso en la mansión que os preparé! ¡Santa virginidad del espíritu que eres luz para ver y sonido para oír, qué pocos saben conservarte!
Pocas son las cosas que condeno tan severamente como
ésta del racionalismo que prostituye, profana
y mata la fe. Digo Fe con mayúscula
Mira, alma mía. Pocas son las cosas que condeno tan severamente como ésta del racionalismo que prostituye, profana y mata la fe. Digo Fe con mayúscula para indicar Fe verdadera, absoluta, real. Yo lo condeno como a mi asesino, pues él es el que a Mí me mata en los corazones y que preparó y prepara tiempos bien tristes para la Iglesia y para el mundo.
Otras cosas he maldecido; mas ninguna maldeciré como
ésta. Ha sido el germen del que han derivado otras,
otras y otras doctrinas venenosas
Otras cosas he maldecido; mas ninguna maldeciré como ésta. Ha sido el germen del que han derivado otras, otras y otras doctrinas venenosas. Ha sido el pérfido que abre las puertas al enemigo. Y, en efecto, ha abierto las puertas a Satanás que nunca ha reinado tanto como desde que impera el racionalismo.
si el racionalismo hace su obra, Yo haré la mía.
Ahora bien, está dicho: "Cuando venga el Hijo del hombre no encontrará fe en los corazones". Por eso, si el racionalismo hace su obra, Yo haré la mía.
Bienaventurados aquellos que, así como cierran
la puerta al pecado y a las pasiones, saben cerrar
las puertas del templo secreto a la ciencia que niega
y viven, solos con el Solo que lo es todo, hasta el fin.
Bienaventurados aquellos que, así como cierran la puerta al pecado y a las pasiones, saben cerrar las puertas del templo secreto a la ciencia que niega y viven, solos con el Solo que lo es todo, hasta el fin.
En verdad te digo que estrecharé contra mi corazón al desgraciado que cometió un delito humano y se arrepintió de él, por cuanto siempre admitió que Yo lo puedo todo. Mas tendré cara de Juez para los que, basándose en una doctrinaria ciencia humana, niegan lo sobrenatural en las manifestaciones que el Padre había de querer que Yo diese.
Un sordo de nacimiento no puede oír, ¿no es cierto? Uno que, por desgracia, tenga rotos los tímpanos no puede percibir los sonidos, ¿verdad? Mas ¿cómo he de poder dar la audición a un espíritu sordo si éste no se deja tocar de Mí?
De nada os sirve conocer ciertas cosas. Sed buenos
y basta. Dad vuestra bondad por anticipado a aquel
momento a fin de abreviar la duración del reinado
monstruoso sobre la raza de Adán.
En lo referente a las preguntas del Padre sobre el antagonista último, dejemos envuelto el Horror en las sombras del misterio. De nada os sirve conocer ciertas cosas. Sed buenos y basta. Dad vuestra bondad por anticipado a aquel momento a fin de abreviar la duración del reinado monstruoso sobre la raza de Adán.
Será tan cruel la bestial soberanía del hijo del
Enemigo -"hijo, no de querer carnal" sino de querer
de alma que alcanzó la cima y la profundidad
de la identificación con Satanás- que para los
vivientes de aquella hora cada minuto será un día, ...
Respecto del tiempo... 1.000... 2.000... 3.000, son formas de dar una referencia a vuestra limitada mentalidad. Será tan cruel la bestial soberanía del hijo del Enemigo -"hijo, no de querer carnal" sino de querer de alma que alcanzó la cima y la profundidad de la identificación con Satanás- que para los vivientes de aquella hora cada minuto será un día, cada día un año y cada año un siglo. Mas para Dios cada siglo es una milésima de segundo porque la eternidad es un ser de tiempo cuya extensión no tiene límites. Tan sin medida será aquel horror que la oscuridad de la noche más lóbrega será, en su comparación, luz de sol de mediodía para los hijos de los hombres inmersos en él.
Su nombre podría ser "Negación"
Su nombre podría ser "Negación". Porque negará a Dios, negará la Vida, negará todo. Todo, todo, todo.
¿Creéis encontraros ya en eso? ¡Oh, pobrecitos! Los que vivís es rumor lejano de trueno. Entonces será estallido de rayo sobre las cabezas.
Sed buenos. Mi Misericordia está sobre vosotros."
Sed buenos. Mi Misericordia está sobre vosotros."
La tarde del mismo 2 de agosto reaparece el Jesús doloroso en su vestimenta de sangre, Aquel que se exprimió a sí mismo a fin de ser para nosotros licor de vida.
Tan sólo me dice dos palabras: "Sufro tanto...!"
Se halla tristísimo. Tan sólo me dice dos palabras: "Sufro tanto...!" Pero me las dice propiamente moviendo los labios. No es como las otras veces que lo veo triste o sonriente, mas siempre con la boca cerrada, si bien su palabra afecta a mi espíritu. Ahora mueve ciertamente sus labios y dice: "¡Sufro tanto...!", y su acento es tan triste, tan deprimido, que me hiere como una espada.
¿De qué sufre, especialmente esta tarde, mi Jesús? ¿Quién le ha herido hasta hacerle sangrar y llorar? ¿Qué puedo hacer yo por El para hacerle sonreír? Entiendo que una culpa grave, no sé por quién ni donde, se ha cometido esta tarde, y nada más comprendo.
Hoy, por cumplir con los deberes de la hospitalidad, ha sido poco lo que he podido rezar. Mas la cariad para con los peregrinos es siempre oración, ¿no es así? Por eso no pienso que sufra por mí y esto me mantiene tranquila.
C. 43. 233-236
A. M. D. G.