Las almas que ayudan a llevar 

a otras a la Luz

 

 


 

#Tú no eres María ni debes ser conocida por tal. Tú eres un suspiro salido de mi Corazón, un viento que sopla y refrigera las frentes sin que sepan éstas de dónde venga ni cual sea su nombre   

#Por lo que hace aquella alma (y a muchas como ella), es preciso usar de una caridad superperfecta como lo hice Yo muchas veces durante mi vida terrena   

#¿cuántas veces no sentí contraerse mis carnes por la repugnancia tan viva que del corazón afloraba a la carne cuando había de acercarme a seres en pecado?   

#Inicié mi vida pública asistiendo a un festín de bodas en el que hube de escuchar los acostumbrados brindis y comentarios propios de tales fiestas   

#Si llamo a otros a que me ayuden en esta empresa, deben ellos obrar lo mismo que Yo.   

#No penséis que es perdido cuanto decís   

#Los milagros de la gracia en los corazones se realizan mediante un cúmulo de agentes cuya raíz está en Mí.   

#Deseé sentarme con vosotros, mis amigos, al celestial banquete con que han de celebrarse mis glorias de Redentor 

  #Te encuentras así porque has tenido la ayuda del Padre   

#De María hice una santa. Y de Lázaro y de Marta ¿hice acaso menos?

 


 

 

Dice Jesús:

"Voy a repetir cuanto ya dije con referencia al alma que ha de ayudarme a llevar otras a la Luz. Así sabrá también el Padre cómo conducirse. Por otro lado, este repetir responde asimismo a preguntas del Padre, al cual, puede estar seguro, aún le queda mucho que hacer en su campo de apostolado, ya que los paganos están aquí y él es aquí mi misionero. Que se arme pues de fortaleza, de paciencia y de constancia y me trabaje los corazones, más sordos que las piedras, a fin de que penetre en ellos mi Vos.

Que penetre. Y, si una vez que haya penetrado, no quieren los corazones hacer Vida de la misma, peor para ellos. Yo, mi pequeña portadora y mi misionero quedaremos justificados ante el Padre. Y, en cuanto a los corazones, habrán de responder de ello por haberse cerrado a la Misericordia de Dios que pone en juego todos los resortes: desde su Hijo amado hasta los siervos fieles del Hijo, para prestar ayuda sobrenatural a las criaturas.

Eche mano, por tanto, el Padre (Migliorini) de cuanto te digo en la medida que él juzgue conveniente. Son perlas que le entrego gratuitamente. Mas, de entre todas esas perlas, me reservo una, la que llamaré perla madre. Te me reservo a ti por quien siento celos y sobre quien ejercito mi poder absoluto de propiedad.

 

Tú no eres María ni debes ser conocida por tal. Tú eres

 un suspiro salido de mi Corazón, un viento que sopla 

y refrigera las frentes sin que sepan éstas de dónde 

venga ni cual sea su nombre

 

Tú no eres María ni debes ser conocida por tal. Tú eres un suspiro salido de mi Corazón, un viento que sopla y refrigera las frentes sin que sepan éstas de dónde venga ni cual sea su nombre. Está anulada tu personalidad. Nada debes ser tú como criatura. Debes no ser y, no siendo, nadie debe conocerte como escritora de mi Pensamiento; nadie, a excepción de dos o tres personas privilegiadas que lo son por Voluntad mía. Tú eres el hálito de Jesús y basta. Más adelante, cuando Yo lo disponga y nadie te pueda dañar, será conocido el nombre de mi pequeña Voz. Pero entonces estarás tú en otro lugar adonde no llega la mezquindad humana ni opera la maldad de los hombres.

 

Por lo que hace aquella alma (y a muchas como ella), 

es preciso usar de una caridad superperfecta como 

lo hice Yo muchas veces durante mi vida terrena

 

Por lo que hace aquella alma (y a muchas como ella), es preciso usar de una caridad superperfecta como lo hice Yo muchas veces durante mi vida terrena. Son almas apenas esbozadas. Todo en ellas anhela por instinto a un perfeccionamiento y tiende a un aumento de forma al modo del recién nacido que se nutre, s agita y llora aspirando a saber nutrirse, moverse y expresarse con alimentos, pasos y palabras verdaderos. Y así han de ser tratadas igual que los recién nacidos: sin impaciencias ni repugnancias.

 

¿cuántas veces no sentí contraerse mis carnes por la

 repugnancia tan viva que del corazón afloraba 

a la carne cuando había de acercarme a seres en pecado?

 

Como ya lo sabes, alma mía, ¿cuántas veces no sentí contraerse mis carnes por la repugnancia tan viva que del corazón afloraba a la carne cuando había de acercarme a seres en pecado? Pues bien, de no haberme acercado a ellos, ¿cómo habría podido nunca atraerlos a Mí? Sí, lo habría podido echando mano de la potencia de Dios. Mas ¿a qué usar de ella estando el Amor que es el más amable de los imanes?

 

Inicié mi vida pública asistiendo a un festín de bodas 

en el que hube de escuchar los acostumbrados brindis 

y comentarios propios de tales fiestas

 

Inicié mi vida pública asistiendo a un festín de bodas en el que hube de escuchar los acostumbrados brindis y comentarios propios de tales fiestas. No rehusé la invitación de Mateo, dando pie con ello al reproche de mis censores, manchados con lo mismo que a Mí me reprochaban de haber entrado en aquella casa. No rechacé a la pecadora que daba fin sobre mi Carne al último resto de sus artificios de seducción y cancelaba su deuda para con la Gracia mediante un acto de amor contrito y valiente. No desdeñé el conversar con la samaritana que era de todos y de ninguno. No callé porque entre la gente que me escuchaba estuviesen mezclado paganos y pecadores; por el contrario, para ellos precisamente encontraba las miradas, las sonrisas y las palabras de amor más dulces.

 

Si llamo a otros a que me ayuden en esta empresa, 

deben ellos obrar lo mismo que Yo.

 

Vine y vengo para recoger a todas mis ovejas dentro de mi redil y, como Pastor bueno e infatigable, voy tras las alejadas y que tomaron sendas extraviadas por entre zarzas y espinos, derramando lágrimas y destilando sangre hasta que logre encontrarlas y reunirlas. Si llamo a otros a que me ayuden en esta empresa, deben ellos obrar lo mismo que Yo.

Sé que, haciéndoles fuerza, afloran un santo pudor y unos celos instintivos que son motivo de sufrimiento; mas es preciso superar el pudor santo y el egoísmo que santo no es y dejar que "los pequeños vengan a Mí" para que perciban mi Voz a través de tu obra, actuando ante ellos con tanto amor y absoluta libertad cual si fuesen personas convencidas de mi Ley.

 

No penséis que es perdido cuanto decís

 

No penséis que es perdido cuanto decís. No. Una tierra árida sobre la que cae la lluvia después de años y años de sequía, parece que no se bañe al caer sobre ella el agua que llueve del cielo. En realidad tarda más en embeberse del agua que una tierra de cultivo. Pero siempre se baña. Igual sucede con los corazones. Es menester regarlos, ponerlos en contacto con el agua viva que baja del Cielo y conduce a él. Después Yo hago lo demás.

 

Los milagros de la gracia en los corazones se realizan

 mediante un cúmulo de agentes cuya raíz está en Mí.

 

Los milagros de la gracia en los corazones se realizan mediante un cúmulo de agentes cuya raíz está en Mí. Podría hacerlo todo o sólo; pero me place asociar a mi obra de Redención a mis discípulos para que compartan conmigo mi Gloria en el Cielo.

 

Deseé sentarme con vosotros, mis amigos, al celestial

 banquete con que han de celebrarse

 mis glorias de Redentor

 

Deseé sentarme con vosotros, mis amigos, al celestial banquete con que han de celebrarse mis glorias de Redentor. Lo deseé ardientemente desde cuando aún no existía el tiempo, ya que nada es ignoto a la Inteligencia eterna. Sé el nombre de los comensales, sé quiénes son los que, tras alimentarse de Mi en la tierra, recibirán de Mí en el cielo el pan troceado por mis Manos en el ágape fraterno en el que Maestro y discípulos estarán unidos para siempre sin la pesadilla d la Pasión inminente y de la vergonzosa traición.

¡Ánimo, pues! Si te acosan ideas que mi Luz te hace comprender que son erradas, no te eches atrás. Ten, como una madre, sobre tu corazón a aquellos niños del espíritu por más que se encuentren cubiertos de materias nada limpias. Ofrece tus sufrimientos por este ataque a mi Luz a fin de que ésta descienda a comunicar luz de verdadera fe a aquellos espíritus que la anhelan pero que todavía se sienten incapaces de acceder a ella.

Quería haber terminado de hablarte de la perla, mas he hablado de otra cosa para orientar al Padre cuya obra contigo no ha sido inútil. Su hábito de hijo de María ha puesto en fuga al que te paralizaba oído y vista espirituales y azuzaba en ti la parte inferior.

 

Te encuentras así porque has tenido la ayuda del Padre

 

Te encuentras así porque has tenido la ayuda del Padre. Os tomé de dos puntos de la tierra y os conduje el uno hacia el otro porque así había de ser. Yo sé por qué. Tú, recuérdalo siempre, me has de ver a Mi en el sacerdote. El en ti debe verme a Mí. Y no reservé para él las migajas sino todo el Pan, porque, precisamente, y contra tu voluntad misma, reservé para él la misión de ser tu ayuda fraterna y tú la ayuda fraterna de él.

Yo sé cuales son las piedras a ensamblar para levantar las murallas de mi Ciudad. Parece que actuasen por sí solas; mas, en realidad, una sirve para la otra encajando perfectamente. Yo lo sé.

No es él quien levanta la mesa ni recoge las migajas. Si él es, tal vez, Lázaro que prepara la casa para el Maestro, la casa eres tú y eres también María... Mas, ¿cómo habría podido esta María escuchando a su Maestro si Lázaro no hubiera dispuesto la casa al huésped y Marta no hubiese atendido a las faenas?

 

De María hice una santa. Y de Lázaro y de Marta 

¿hice acaso menos?

 

De María hice una santa. Y de Lázaro y de Marta ¿hice acaso menos? Todo el que me sirve me es igualmente grato, sea cual fuere la obra que lleve a cabo. Lo importante es hacer lo que Yo quiero."

 

Aquí tiene la respuesta a su carta en aquello que ha tenido a bien responder.

Veo a Jesús con su cruz sobre el hombro derecho. Camina, camina... y nadie le sigue. Me mira con ojos de inmenso dolor.

C. 43. 257-260

A. M. D. G.