16 AGOSTO

 

 

"Primogénito de entre los muertos"

 

 


 

#Primogénito según el orden humano   

#María nació sin mancha por querer de Dios y esta preservación fue justamente querida para preparar mi venida.  

 #soy, por tanto, según el orden natural, el Primogénito de Adán nacido vivo en medio de los engendrados muertos de Adán.   

#Soy el "Primogénito" según el orden divino   

#Engendrar quiere decir producir una vida. Crear quiere decir formar   

#Cuando con mi Muerte forcé las puertas del más allá y traje a la primera resurrección a los que allí dormían, abrí también las esclusas de los embalses místicos   

#Soy, en fin, el "Primogénito" de entre los muertos porque mi Carne entró la primera en el Cielo adonde entrarán con la Resurrección última las carnes de los santos   

#Más adelante te hablaré de las dos resurrecciones   

#Esta mi Primogenitura divina y humana me da, por consiguiente, derechos soberanos, porque es siempre el primogénito de un rey el que hereda la corona  

 #Rey único, sin rivales, que, al engendrarme, me eleva a su misma soberanía por ser Yo Uno con el Padre, consustancial a El   

#La santidad gloriosa de mi Padre, santidad que Nosotros adoramos porque es ella por la que somos engendrados y de la que procedemos,   

#Mi reino no es de esta tierra en el sentido que se da al reinar sobre la tierra   

#Vendré. No tendré nueva carne por cuanto la tengo ya perfecta. Evangelizaré, no como evangelicé, sino con nueva fuerza, porque entonces los buenos serán, no humanamente buenos como lo eran los discípulos de mi primera venida, sino que serán espiritualmente buenos  

 #Sirviéndome como de una red de tupida malla, arrastraré hacia mi Luz a los poseedores de delicadeza de espíritu;   

#Por ahora preparo el tiempo futuro valiéndome singularmente de la Palabra que baja de los cielos para iluminar a las almas dispuestas a recibirla 

  #"Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la observan."

 


 

Dice Jesús:

"Soy el "Primogénito de entre los muertos" según el orden humano y divino.

 

Primogénito según el orden humano

Primogénito según el orden humano, porque, al ser hijo de Adán por parte de madre, soy el primer engendrado, de la estirpe de Adán, que nací como deberían haber nacido todos los hijos de los creados por mi Padre.

 

María nació sin mancha por querer de Dios y esta

 preservación fue justamente querida para preparar

 mi venida.

 

No te asombres. María nació sin mancha por querer de Dios y esta preservación fue justamente querida para preparar mi venida. Mas sin un especial querer, María, nacida por obra de hombre y de mujer juntos en uno conforme a la ley de la naturaleza, no hubiera sido distinta de todas las demás criaturas descendientes de la raíz contaminada de Adán. Hubiera sido una gran "santa" como muchos y muchas otras del tiempo antiguo; pero nada más. La Gracia, Vida del alma, hubiera sido aniquilada en Ella por el pecado de origen.

 

soy, por tanto, según el orden natural, el Primogénito

 de Adán nacido vivo en medio de los engendrados

 muertos de Adán.

 

Soy Yo el que vencí a la muerte y la Muerte. Yo el que llamé a la Vida a los muertos del Limbo. Dormían. Como Lázaro, cuya resurrección da idea de esta otra más verdadera. Los llamé y resucitaron. Yo, nacido de mujer, hija de Adán, aunque sin mancha de origen, o sea, como debieran haber sido todos los hijos de Adán, soy, por tanto, según el orden natural, el Primogénito de Adán nacido vivo en medio de los engendrados muertos de Adán.

 

Soy el "Primogénito" según el orden divino

 

Soy el "Primogénito" según el orden divino porque soy el Hijo del Padre, el Engendrado, no el creado por El.

 

Engendrar quiere decir producir una vida. 

Crear quiere decir formar

 

Engendrar quiere decir producir una vida. Crear quiere decir formar. Yo puedo crear una nueva flor. El artista puede crear una nueva obra. Pero sólo un padre y una madre pueden engendrar una vida.

Soy pues el "Primogénito" porque, nacido de Dios, estoy a la cabeza de todos los nacidos de Dios (Según la gracia).

 

Cuando con mi Muerte forcé las puertas del más allá 

y traje a la primera resurrección a los que allí dormían,

 abrí también las esclusas de los embalses místicos

 

Cuando con mi Muerte forcé las puertas del más allá y traje a la primera resurrección a los que allí dormían, abrí también las esclusas de los embalses místicos con cuyo lavado se limpia la marca que mata, muere la Muerte del espíritu, que es la verdadera Muerte, y nace la Vida del espíritu, que es la Vida verdadera.

 

Soy, en fin, el "Primogénito" de entre los muertos 

porque mi Carne entró la primera en el Cielo adonde

 entrarán con la Resurrección última las carnes 

de los santos

 

Soy, en fin, el "Primogénito" de entre los muertos porque mi Carne entró la primera en el Cielo adonde entrarán con la Resurrección última las carnes de los santos cuyos espíritus aguardan en la Luz la glorificación de su yo completo, como es de justicia que así sea, pues se santificaron venciendo su carne y martirizándola para llevarla a la victoria. Como es de justicia que así sea, por cuanto los discípulos, por amoroso querer del Maestro, son semejantes a El y Yo, vuestro Maestro, entré en la Gloria con mi Carne que    fue martirizada para gloria de Dios.

 

Más adelante te hablaré de las dos resurrecciones

 

Más adelante te hablaré de las dos resurrecciones, contempladas siempre por vosotros bajo referencias humanas cuando han de ser vistas con perspectiva espiritual.

 

Esta mi Primogenitura divina y humana me da, por

 consiguiente, derechos soberanos, porque es 

siempre el primogénito de un rey 

el que hereda la corona

 

Esta mi Primogenitura divina y humana me da, por consiguiente, derechos soberanos, porque es siempre el primogénito de un rey el que hereda la corona. Y ¿qué rey más Rey que mi Padre?

Rey eterno cuyo reino no tiene principio ni fin y contra el cual no hay enemigo que pueda.

 

Rey único, sin rivales, que, al engendrarme, me eleva

 a su misma soberanía por ser Yo Uno con el Padre,

 consustancial a El

 

Rey único, sin rivales, que, al engendrarme, me eleva a su misma soberanía por ser Yo Uno con el Padre, consustancial a El, inseparable de El, parte viva, activa y perfecta de El.

 

La santidad gloriosa de mi Padre, santidad que Nosotros

 adoramos porque es ella por la que somos engendrados

 y de la que procedemos,

 

Rey santo, santo, santo, de una Perfección tal que resulta inasequible a toda mente humana. La santidad gloriosa de mi Padre, santidad que Nosotros adoramos porque es ella por la que somos engendrados y de la que procedemos, fulgura en el Cielo, sobre la tierra y sobre los abismos, se derrama sobre los montes y reviste de Sí cuanto existe.

Gloria, gloria, gloria al Padre, María; gloria siempre, porque de El deriva todo bien y el Bien primero soy Yo, tu Salvador.

 

Mi reino no es de esta tierra en el sentido que se da

 al reinar sobre la tierra

 

Mi reino no es de esta tierra en el sentido que se da al reinar sobre la tierra. Con todo, es Reino de la tierra por cuanto Yo reinaré sobre ella. Reino manifiesto y verdadero, no sólo espiritual cual lo es ahora y de pocos. Llegará la hora en que seré Rey único y verdadero de esta tierra que adquirí con mi Sangre y de la que fui constituido Rey por el Padre con poder absoluto sobre ella. ¿Cuándo vendré? ¿Qué es la hora respecto de la eternidad? ¿Y qué te puede importar a ti de la hora cuando te has de encontrar en la eternidad?

 

Vendré. No tendré nueva carne por cuanto la tengo 

ya perfecta. Evangelizaré, no como evangelicé, sino 

con nueva fuerza, porque entonces los buenos serán,

 no humanamente buenos como lo eran los discípulos

 de mi primera venida, sino que serán 

espiritualmente buenos

 

Vendré. No tendré nueva carne por cuanto la tengo ya perfecta. Evangelizaré, no como evangelicé, sino con nueva fuerza, porque entonces los buenos serán, no humanamente buenos como lo eran los discípulos de mi primera venida, sino que serán espiritualmente buenos, y los malos serán espiritualmente malos, satánicamente malos, perfectamente malos. Por lo que la forma estará en consonancia con las circunstancias, ya que si emplease la forma de hace 20 siglos, resultaría superada para los perfectos en el bien y sería dar ocasión a los satánicos de inferir una ofensa que no está consentido inferir al Verbo glorificado.

 

Sirviéndome como de una red de tupida malla, 

arrastraré hacia mi Luz a los poseedores de 

delicadeza de espíritu;

 

Sirviéndome como de una red de tupida malla, arrastraré hacia mi Luz a los poseedores de delicadeza de espíritu; mas los que están pesados debido a loca conjunción de la carne con Satanás, los Muertos del espíritu a los que la pobre del alma mantiene hundidos en el fango, no entrarán en mi Luz y acabarán de descomponerse en la conjunción con el Mal y las Tinieblas.

 

Por ahora preparo el tiempo futuro valiéndome

 singularmente de la Palabra que baja de los cielos 

para iluminar a las almas dispuestas a recibirla

 

Por ahora preparo el tiempo futuro valiéndome singularmente de la Palabra que baja de los cielos para iluminar a las almas dispuestas a recibirla. Hago de vosotros radiotelefonistas atentos a oír la enseñanza que es perfecta y ya tenía dada y que no modifico por cuanto la Verdad es Una, si bien ha sido olvidada o desfigurada, olvidada y desfigurada en demasía porque les venía cómodo olvidarla y desfigurarla.

 

"Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios

 y la observan."

 

Hago esto porque tengo compasión de la Humanidad que muere sin el pan del espíritu. Como me di en pan para vuestra alma, así ahora ofrezco mi Palabra en pan para vuestro espíritu. Y repito: "Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la observan."

C. 43. 264-267

A. M. D. G.