16 agosto, por la tarde
mi nueva venida tendrá forma
y fuerza nuevas
#Después vino Aquel a quien Juan, el Amado, llama "la Luz verdadera que ilumina a todo hombre".
Dice Jesús:
"He dicho que mi nueva venida tendrá forma y fuerza nuevas de acuerdo con las circunstancias y te he explicado cómo serán entonces los hombres. Debe llegar el tiempo del espíritu
El hombre partió de una profunda tiniebla y de un peso
enorme de fango tras haber perdido, por su propia
voluntad, la Luz divina obedeciendo
a la seducción enemiga
El hombre partió de una profunda tiniebla y de un peso enorme de fango tras haber perdido, por su propia voluntad, la Luz divina obedeciendo a la seducción enemiga cuyo verdadero ser se patentiza en el fruto que enseña el Bien y el Mal, o sea, que descubrió al hombre cuanto para su bien dejara Dios oculto en la materia, en la mente y en el corazón. ¡Cuán puros, pacíficos, honestos, piadosos hubierais sido de no haber mordido la triple concupiscencia que, si es dulce a la boca, es, en cambio, para el espíritu más amarga que el vinagre y la hiel que me dieron en la Cruz!
Lanzado de la morada paradisíaca a la tierra,...
el hombre era tan sólo un pobre ser animal en
el que se debatían todas las fuerzas inferiores.
Lanzado de la morada paradisíaca a la tierra, oprimido por el despertar de su carne profanada por la lujuria, torturado por el remordimiento de haber sido causa de su mal, angustiado por la persuasión de haber suscitado la ira punitiva de Dios Creador, el hombre era tan sólo un pobre ser animal en el que se debatían todas las fuerzas inferiores.
De cuando en cuando la bondad del Eterno proporcionaba
a la Humanidad "faros" para la travesía tempestuosa
hacia la Luz verdadera. Los patriarcas y los profetas:
éstos eran los faros de la Humanidad en busca del
puerto de la Luz.
Te llamé ya la atención (9 de julio) sobre la diferencia entre los preceptos dados a Moisés y los míos; preceptos necesarios, dentro de su chocante crudeza, para frenar las tendencias del hombre, trozo de carne penetrado apenas de movimiento anímico proporcionado por un alma herida de muerte y sumida en coma espiritual. El recuerdo de la Luz perdida, vivo aún en lo profundo del alma, le impelía a dar pasos hacia la luz. Camino éste por demás fatigoso, ya que la materia es más pesada que el espíritu y tira hacia abajo. De cuando en cuando la bondad del Eterno proporcionaba a la Humanidad "faros" para la travesía tempestuosa hacia la Luz verdadera. Los patriarcas y los profetas: éstos eran los faros de la Humanidad en busca del puerto de la Luz.
Después vino Aquel a quien Juan, el Amado, llama
"la Luz verdadera que ilumina a todo hombre".
Después vino Aquel a quien Juan, el Amado, llama "la Luz verdadera que ilumina a todo hombre".
Vine Yo, Luz del mundo y Verbo del Padre, y os devolví a la Paz con el Padre, al abrazo que vuelve a haceros hijos del Altísimo.
Fui Yo quien encendió de nuevo la vida lánguida de vuestro espíritu.
Fui Yo quien concentré en mi Persona toda la Luz, toda la Sabiduría, todo el Amor de la Trinidad y os los traje.
Fui Yo quien con mi sacrificio volví a engarzar la cadena en el punto donde se partió soldándoos de nuevo con el Padre y con el Espíritu de Verdad.
Fui Yo quien, haciendo de mi patíbulo bandera de enganche, alcé vuestro espíritu sumido en el barro dándole un potente impulso para avanzar hacia la Luz de Dios y hacia Mí que os aguardo en el Cielo.
Se dan en la masa dos movimientos opuestos: Una parte,
por desgracia, la más numerosa, se compenetra cada
vez más con Satanás colocándose bajo el nivel
de los brutos; la otra, la exigua, se compenetra
cada vez más con Cristo nutriéndose de su Palabra,
Sucedió como cuando se decanta un líquido: que lo denso se precipita en el fondo y flotan las partes sutiles. Así fue con el hombre en el transcurso de los siglos. Aquel que quiso seguir siendo carne y sangre, se precipitó cada vez más abajo, mientras que quienes, aristocracia de mi grey, quisieron vivir según el espíritu, hiciéronse cada vez más espirituales. Y en medio, los tibios innominados. Se dan en la masa dos movimientos opuestos: Una parte, por desgracia, la más numerosa, se compenetra cada vez más con Satanás colocándose bajo el nivel de los brutos; la otra, la exigua, se compenetra cada vez más con Cristo nutriéndose de su Palabra, que no calla desde hace 20 siglos, haciéndose cada vez más capaz de comprender al Espíritu.
Cuando uso de medios especiales es para acelerar,
pues se acortan los tiempos, la plenitud del
amaestramiento de la Palabra y de la formación
espiritual de los verdaderos discípulos
Cuando uso de medios especiales es para acelerar, pues se acortan los tiempos, la plenitud del amaestramiento de la Palabra y de la formación espiritual de los verdaderos discípulos, de los súbditos verdaderos del Rey Jesucristo. No Rey de los judíos, como irónicamente dijo y escribió un hombre débil que se creía fuerte con un pobre poder, sino Rey del Mundo con anterioridad al juicio del mundo.
El hombre, avanzando hacia la hora última, debe
alcanzar la espiritualidad. Mas, compréndeme:
Dios es espíritu, Satanás es espíritu. El primero es Espíritu
de Perfección. El segundo es espíritu de pecado.
El hombre, avanzando hacia la hora última, debe alcanzar la espiritualidad. Mas, compréndeme: Dios es espíritu, Satanás es espíritu. El primero es Espíritu de Perfección. El segundo es espíritu de pecado. La masa, partida en dos por propia voluntad que Dios respeta, sigue cada una la parte que escogió. Los hijos del Altísimo y hermanos míos, escogen la parte de Dios y espiritualizan su carne por nuestro amor. Los servidores de Satanás e hijos de la Bestia, escogen la parte de Lucifer y, en aras de una esclavitud querida por ellos, ahogan su espíritu bajo la carnalidad, convirtiendo su espíritu en una carne y una sangre corrompidas y repugnantes.
Cuando reine sobre y en los espíritus llegados a
aquella madurez que es ahora patrimonio de algunos
y lo será entonces de toda la masa de los verdaderos
cristianos
Cuando reine sobre y en los espíritus llegados a aquella madurez que es ahora patrimonio de algunos y lo será entonces de toda la masa de los verdaderos cristianos, Yo me dirigiré a esta parte tan sólo perfeccionándola con el último amaestramiento en una nueva evangelización, no distinta en su significado que no puede cambiar, sino en la fuerza que podrán entonces advertir y que hoy no comprenderían. Para ello habré de escoger determinadas criaturas dignas de tal honor por su propio esfuerzo o hechas dignas por un milagro de amor.
Hace veinte siglos hablé a todos. Cuando llegue el
tiempo, convencido de la inutilidad de hablar a los
demás, hablaré a éstos tan solo
Hace veinte siglos hablé a todos. Cuando llegue el tiempo, convencido de la inutilidad de hablar a los demás, hablaré a éstos tan solo. Así comenzará la selección de los elegidos de entre los réprobos.
eres de estas almas a las que hizo dignas mi voluntad.
Una cosa tan sólo tienes de bueno, la cual me basta:
tu voluntad de amar. Sobre ella puedo asentar mi
cátedra de Maestro para hacer de tu pequeña
alma un estrado desde el que pronunciar una,
otra vez y una ver más las palabras de amor
Tú, pobre María, eres de estas almas a las que hizo dignas mi voluntad. Una cosa tan sólo tienes de bueno, la cual me basta: tu voluntad de amar. Sobre ella puedo asentar mi cátedra de Maestro para hacer de tu pequeña alma un estrado desde el que pronunciar una, otra vez y una ver más las palabras de amor y de invitación al Amor que guía y salva.
Vendré con mi Carne glorificada.
He despertado tu curiosidad al decir esto. No serías mujer si no fueses curiosa. Mas yo digo lo que estimo conveniente decir para vuestro bien y no lo que habría de ser pasto de vuestra curiosidad inútil. Como me es grato ser Maestro, se entresacar de la Verdad aquellas verdades cuyo conocimiento os es útil y basta.
Así pues, confórmate con saber que es justo el que en el Reino del espíritu, cuyos súbditos habrán espiritualizado su carne, sea Rey Aquel que revistió de carne su Espíritu perfecto para redimir toda carne y santificarla, y santificó la suya con una doble santidad por ser carne inocente, perfectamente inocente, y carne inmolada en el sacrificio del amor.
Vendré, con mi Carne glorificada, a congregar a las
criaturas para la última batalla contra el Enemigo
Vendré, con mi Carne glorificada, a congregar a las criaturas para la última batalla contre el Enemigo; juzgaré con mi resplandeciente vestidura de Carne glorificada los cuerpos de los vueltos a la vida para el último juicio; tornaré para siempre al Cielo después de haber condenado a la muerte eterna a las carnes que rehusaron hacerse espíritus; y me tendréis como Rey fúlgido de un pueblo fúlgido en el que la obra del Padre, del Hijo y del Espíritu será glorificada con la creación del cuerpo humano perfecto cual lo fue el que el Padre hiciera en Adán, bello con una indescriptible belleza, con la redención de la semilla de Adán por obra del Hijo y con la santificación operada por el Espíritu".
C.43. 267-270
A. M. D. G.