18 agosto 1943

 

 

"Al vencedor le daré a comer 

 

del árbol de la vida..."

 


 

#Este pensamiento se ha venido aplicando a Mí   

#Mas se da también ahí otro significado que muchos desconocen precisamente porque muchos de los que me comentan no son "vencedores".   

#¿Quién es vencedor? ¿Qué es preciso para serlo? Son vencedores los que en sí mismos vencen a la Bestia que querría tenerlos por su cuenta.  

#Vosotros que habéis captado la Verdad, sabéis que sólo esto es necesario: vivir de mi Palabra, creer en mi Palabra y caminar siguiendo mi Palabra.   

#¿Por qué ni la Misa, ni la Eucaristía, ni la Confesión os santifican como debieran?   

#No me amáis: eso es todo Amar quiere decir vivir con el alma unida, fundida, encendida con un fuego único que abrasa de modo igual a la otra alma   

#¡Cuanta Vida os comunico con mi Palabra que es Palabra del Padre y Amor del Espíritu: Vida verdadera, Vida santa, Vida eterna, Vida gozosa!

 


 

Dice Jesús:

"Sigo explicándote los pasajes que considero oportunos.

 

este pensamiento se ha venido aplicando a Mí.

 

Está dicho: "Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida...". Y este pensamiento se ha venido aplicando a Mí.

 

Mas se da también ahí otro significado que muchos

 desconocen precisamente porque muchos de los 

que me comentan no son "vencedores".

 

Sí, soy árbol de vida eterna y me doy a vosotros como alimento en la Eucaristía y mi vista será en la otra vida manjar gozoso de los vencedores. Mas se da también ahí otro significado que muchos desconocen precisamente porque muchos de los que me comentan no son "vencedores".

 

¿Quién es vencedor? ¿Qué es preciso para serlo? 

 Son vencedores los que en sí mismos vencen a la Bestia

 que querría tenerlos por su cuenta.

 

¿Quién es vencedor? ¿Qué es preciso para serlo? ¿Obras resonantes de heroísmo? No. En tal supuesto serían excesivamente pocos los que vencen. Son vencedores los que en sí mismos vencen a la Bestia que querría tenerlos por su cuenta. En verdad, entre el martirio atroz pero breve, con ayuda de auxilios sobrenaturales y naturales, y la lucha secreta, oscura y continua, es esta última de más peso en la balanza de Dios o, cuando menos, de un peso de naturaleza distinta pero maravillosa.

No hay mayor tirano que la carne y el Demonio. Y son "vencedores" aquellos que saben vencer a la carne y al Demonio haciendo de su carne un espíritu y del demonio un vencido.

Más para serlo es preciso haberse dado totalmente al Amor. Totalmente: puesto que quien ama con todas sus fuerzas, nada reserva para sí y, al no reservar para sí, tampoco reserva para la carne ni para el demonio. Todo lo entrega a su Dios y Dios le entrega todo al que le ama.

Le da su Verbo. Esto es lo que, ya desde la tierra, le da para comer al vencedor; ni podía darle cosa más grande. Me da a Mí, Verbo del Padre, para ser manjar del espíritu consagrado para el Cielo.

 

Vosotros que habéis captado la Verdad, sabéis que sólo

 esto es necesario: vivir de mi Palabra, creer en mi Palabra

 y caminar siguiendo mi Palabra.

 

Baja mi Palabra a nutrir las almas entregadas por entero a su Señor Dios. Mi Palabra viene a ser para vosotros sacerdote y guía, para vosotros que vais en busca de guía verdadera y que veis tantas guías débiles para las turbas que perecen sin guía verdadera. Vosotros que habéis captado la Verdad, sabéis que sólo esto es necesario: vivir de mi Palabra, creer en mi Palabra y caminar siguiendo mi Palabra.

¿Que pensarías de uno que quisiera vivir de dulces, licores y humo? Dirías que esta tal tiene que morir puesto que ése no es el alimento que necesita para vivir sano. Lo mismo cabría decir del que se afana en mil exterioridades sin atender a lo que es el meollo de la vida toda del alma: mi Palabra.

 

¿Por qué ni la Misa, ni la Eucaristía, ni la Confesión

 os santifican como debieran?

 

¿Por qué ni la Misa, ni la Eucaristía, ni la Confesión os santifican como debieran? Porque son para vosotros simples apariencias no haciéndolas fecundas mediante la atención a mi Palabra. Pero aún: sofocáis bajo la tibieza, la hipocresía y las faltas más o menos graves mi Palabra que os la lanzo de lo alto del Cielo para que os sirva de llamada y de Luz.

 

No me amáis: eso es todo  Amar quiere decir vivir 

con el alma unida, fundida, encendida con un fuego único

 que abrasa de modo igual a la otra alma

 

No me amáis: eso es todo. Amar no significa hacer de vez en cuando una vista superficial de mundana cortesía. Amar quiere decir vivir con el alma unida, fundida, encendida con un fuego único que abrasa de modo igual a la otra alma. Entonces, con esa fusión sobreviene también la comprensión.

Yo os hablo no más lejos que de lo alto de los cielos, mas tomo morada  -y conmigo el Padre y el Espíritu, porque somos una misma cosa-  tomo morada en el corazón que me ama y mi palabra no es ya susurro sino Voz plena, no es ya intermitente sino continua. Soy entonces el "Maestro" verdadero. Soy Aquel que hace ahora 20 siglos hablaba incansable a las turbas y que encuentra ahora sus delicias en hablar a sus predilectos que saben escucharle y de los que hago mis canales de gracia.

 

¡Cuanta Vida os comunico con mi Palabra que es Palabra

del Padre y Amor del Espíritu: Vida verdadera, Vida santa,

 Vida eterna, Vida gozosa!

 

¡Cuanta Vida os comunico con mi Palabra que es Palabra del Padre y Amor del Espíritu: Vida verdadera, Vida santa, Vida eterna, Vida gozosa! Sí, al "vencedor" doy en verdad a comer el fruto del árbol de la Vida. Os lo doy desde esta tierra con mi espiritual doctrina que vuelvo a traer entre los hombres a fin de que no todos perezcan y os lo doy en la otra vida con mi estar eterno entre vosotros.

Yo soy la Vida verdadera. Permaneced, queridos míos, en Mí y no conoceréis la muerte."

C. 43. 272-274.

A. M. D. G.