Y, por el contrario, aún hay más que decir
las dos resurrecciones
#Una obra la que falta una parte es incompleta y, por tanto, imperfecta.
#También los purgantes están "vivos". Están enfermos, pero vivos.
Dice Jesús:
"Antes de cerrar este ciclo os voy a hablar de las dos resurrecciones.
Se inicia la primera en el momento en que el alma
se separa del cuerpo y comparece ante Mí en el juicio
particular. Mas ésta es tan sólo
una resurrección parcial.
Se inicia la primera en el momento en que el alma se separa del cuerpo y comparece ante Mí en el juicio particular. Mas ésta es tan sólo una resurrección parcial. Mejor que resurrección podría ser llamada: liberación del espíritu de la envoltura de la carne y espera del espíritu hasta volverse a unir con la carne para reconstruir el templo vivo creado por el Padre, el templo del hombre creado a imagen y semejanza de Dios.
Una obra la que falta una parte es incompleta y,
por tanto, imperfecta.
Una obra la que falta una parte es incompleta y, por tanto, imperfecta. La obra hombre, perfecta en su creación, resulta incompleta e imperfecta si no se halla conjuntada en sus diversas partes. Destinados al Reino luminoso o a la morada tenebrosa, han de estar los hombres eternamente en ellos con su perfección de carne y de espíritu.
Por ello se habla de primera y segunda resurrección. Pero observa:
Aquel que dio muerte a su espíritu con una vida terrena
de pecado, llega a Mí, en el juicio particular, con un
espíritu muerto ya.
Aquel que dio muerte a su espíritu con una vida terrena de pecado, llega a Mí, en el juicio particular, con un espíritu muerto ya. Lo que hará la resurrección final es que su carne vuelva a tomar el peso del espíritu muerto para morir totalmente con él. Mientras que aquel que venció su carne durante la vida terrena, llega a Mí en el juicio particular con un espíritu vivo que, al entrar en el Paraíso, aumenta su vivir.
También los purgantes están "vivos". Están enfermos,
pero vivos.
También los purgantes están "vivos". Están enfermos, pero vivos. Conseguida la curación mediante la expiación, entrarán en el lugar que es Vida. En la resurrección final, su espíritu vivo con mi Vida, a la que se unirá indisolublemente, volverá a tomar la carne para hacerla gloriosa y vivir con ella de un modo totalmente idéntico al mío.
He aquí por qué se habla de muerte primera y muerte
segunda y, en consecuencia de resurrección primera y
resurrección segunda.
He aquí por qué se habla de muerte primera y muerte segunda y, en consecuencia de resurrección primera y resurrección segunda. Esta eterna posesión de la Luz -porque en el Paraíso poseéis a Dios y Dios es Luz- debe el hombre alcanzarla por voluntad propia, al igual que por voluntad propia quiso perder la Luz y el Paraíso. Yo os proporciono los auxilios, mas la voluntad debe ser vuestra.
Yo soy fiel. Os crié libres y libres os dejo. Y si consideráis cuán digno de admiración es este respeto de Dios a la voluntad libre del hombre, podréis entender cómo no deberíais abusar vosotros cometiendo con ella el mal y tener para con el Señor vuestro respeto, reconocimiento y amor.
Les digo a aquellos que no prevaricaron: "Está ya dispuesta vuestra morada en el Cielo y Yo ardo en deseos de que estéis en mi Bienaventuranza".
C. 43. 292-293
A. M. D. G.