23 agosto, hora de las 7 de la mañana:
Para el Padre (Migliorini) y para mí
Si observarais mis preceptos,
perseveraríais en mi amor...
#Id a esparcir mi Palabra. Pero id con discreción y cautela. No la apliquéis a todos por igual.
#Todas mis palabras son santas, mas no así las gentes
#Es una gloria ser perseguidos por mi amor. Mas, tengo tan pocos amigos y tan escasos portavoces
Dice Jesús:
"Repito para ti y para el Padre palabras que dije hace 20 siglos y que son siempre nuevas y ahora adaptadas a vuestro caso:
"Si observarais mis preceptos, perseveraríais en mi amor... Os he dicho estas cosas para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo. Seréis mis amigos si hacéis lo que os mando. Ya no os llamo siervos sino amigos porque os he dado a conocer lo que he oído de mi Padre. No sois vosotros los que me habéis elegido a Mí sino que soy Yo el que os he elegido a vosotros y os he destinado para ir a llevar frutos duraderos. Amaos los unos a los otros y amaos cada vez más. El mundo os odia por haberos Yo elegido. El mundo no ama sino a sí mismo y a sus propias obras y odia cuanto lleva mi Nombre. Con todo, nadie hizo por el mundo cuanto Yo hice y hago por él. Por tanto, no tienen excusa alguna los que me odian. Mas esto debe acaecer porque está dicho: "Me odiasteis sin razón". Tampoco tiene excusa su obstinación en el mal porque, si Yo no hubiese venido como Maestro, tendrían excusa; pero vine y vengo sin que se me quiera escuchar. Por lo que no tienen atenuante alguna".
Yo os mando, por ser mis amigos, con mandato de amor,
que no se desperdicien estas mis palabras. Haced uso
de ellas para vosotros y para muchas otras almas
Yo os mando, por ser mis amigos, con mandato de amor, que no se desperdicien estas mis palabras. Haced uso de ellas para vosotros y para muchas otras almas. No están dichas sin razón. Os las he dicho para vuestro gozo, amigos míos, con los que me es tan dulce comunicar los pensamientos más íntimos y pedirles ayuda para conseguir ser amado de quienes ya no saben amar y perecen sin darse cuenta siquiera de que están pereciendo.
Quiero veros llenos de gozo; pero gozo sobrenatural, puesto que, a causa de mi amor, seréis odiados del mundo para el que Yo resulto odioso. Penas y dolores es lo que da el mundo a quien me ama. Mas... no importa. Yo os digo: perseverad en mi amor. Yo seré vuestra recompensa.
Id a esparcir mi Palabra. Pero id con discreción y
cautela. No la apliquéis a todos por igual.
Id a esparcir mi Palabra. Pero id con discreción y cautela. No la apliquéis a todos por igual. El Espíritu de Luz, del que ayer se hablaba en la Misa, os ayude en la elección de los fragmentos que hayan de darse a conocer y de los que, por ahora, hayan de tenerse ignorados. Os aconsejo que habáis una selección de las palabras pronunciadas. Hay fragmentos que, por ahora, deben de quedar como un dulce coloquio entre nosotros. Otros que deben darse a conocer únicamente a personas que, por su apariencia o por su alma, se encuentran ya en disposición de ser admitidas a ciertos conocimientos. Otros fragmentos pueden ser manifestados y difundidos entre las almas.
Todas mis palabras son santas, mas no así las gentes
Todas mis palabras son santas, mas no así las gentes. Se impone, por tanto, el que seáis prudentes como serpientes para evitar los lazos insidiosos de la gran serpiente que es el espíritu del mundo que ahoga y envenena todo lo bueno trastocándolo de suerte que el bien sirve de pretexto al mal.
Los momentos que os toca vivir, pobres amigos míos,
están más saturados aún de odio y de espíritu contrario
a Dios que no lo estuvieron cuando Yo llegué a ser
juzgado por un puñado de hombres
Los momentos que os toca vivir, pobres amigos míos, están más saturados aún de odio y de espíritu contrario a Dios que no lo estuvieron cuando Yo llegué a ser juzgado por un puñado de hombres a los que el pecado les enloqueció. Por eso hay que estar alerta ya que, en seguida, tomarían pretexto para dañar a los fines nada santos, pues si bien se cubren con apariencias de bien, no son por dentro sino un hervidero de pasiones y de ambiciones sociales.
Mi palabras, que es de Verdad, no debe servir a la mentira. Mi palabra, que es de Misericordia, no debe servir a la venganza. Atención, pues.
El padre, mejor que tú debe saber cómo conducirse.
El Espíritu Santo os ayudará. Recordad siempre
que en vuestras manos tenéis medicinas idóneas para
curar las almas
El padre, mejor que tú debe saber cómo conducirse. El Espíritu Santo os ayudará. Recordad siempre que en vuestras manos tenéis medicinas idóneas para curar las almas y que éstas han llegado a una situación lamentable por el impacto que en ellas han producido las pasiones y los pecados. Se encuentran laceradas por las explosiones internas del Mal y exangües por las heridas recibidas de fuera. Son una pura llaga y están extenuadas. Como médicos, debéis tener mano suave y suma paciencia para tratar a estas pobres llagadas y transfundir en ellas la Vida.
Yo más no puedo hacer que deciros lo que os digo ni vosotros hacer más que recibir cuanto os digo. Pero esto no quita para que uséis de mi dádiva con buen sentido.
Conducios como en el caso de Sor Benigna (Sor Benigna Consolata Ferrero 1885-1916). No una abierta y ruidosa difusión sino un propagar lento cada vez más amplio, pero sin dar a conocer el nombre. Esto para salvaguarda de tu espíritu al que la soberbia podría turbar y de tu persona que no necesita de más sobresaltos. Cuando tu mano quede quieta en la paz a la espera de la resurrección gloriosa, entonces, sólo entonces habrá de darse a conocer tu nombre.
Es una gloria ser perseguidos por mi amor. Mas, tengo
tan pocos amigos y tan escasos portavoces
Es una gloria ser perseguidos por mi amor. Mas, tengo tan pocos amigos y tan escasos portavoces, que no quiero que el odio del mundo los turbe o los destruya. Tengo compasión de las almas y tutelo a los portadores de mi Voz como y aún más que a Mí mismo.
No os HAGÁIS ilusiones de llegar a conseguir algo
importante con mis Palabras. Caen sobre almas
casi todas ellas muertas
No os habáis ilusiones de llegar a conseguir algo importante con mis Palabras. Caen sobre almas casi todas ellas muertas. Con todo, nosotros debemos intentar hasta el último extremo la salvación de los corazones. Estemos, hermanos míos, preparados para esto. Inhalemos pues el verdadero oxígeno en las almas que sucumben por asfixia del mundo, del sentido y del dinero. Llevemos a término nuestra obra. Y si ellos continúan siendo peñascos sin vida, pero para ellos.
Te he hablado con palabras de hace 20 siglos porque son siempre actuales y, como entonces, siempre dulces, ya que Yo soy eterno y fiel, y vosotros, que os vais sucediendo a través de los siglos, sois siempre mis apóstoles de la hora presente, mis amigos, los ejecutores de la Voluntad del Padre y de mis deseos.
¡Os doy, bendito míos, mi Paz!"
C. 43. 293-296
A. M. D. G.