24-8-1943. (Referente a la señora Curie  

-Marie Curie 1867-1934)-

 

 

Hay personas humanamente perfectas.

 Todo en ellas alcanzó la perfección, 

a  excepción de su espíritu que fue

 retrocediendo cada vez más hasta

 convertirse en un embrión de espíritu

 

 


 

#Mientras que el espíritu, por más que sea imperfecto, es siempre un pequeño sol que vive con luz propia que brota de la Gracia que está en él   

#El haber poseído una inteligencia superior que les permitió adentrarse en los misterios de la naturaleza, debiera, incluso, haberles llevado a ver el poder de Dios y su existencia, ya que su ser aparece impreso en todas las cosas creadas.   

#Esta es la causa de que la ciencia humana que, innegablemente, ha progresado, no dé frutos buenos sino envenenados   

#En este caso particular, esa señora no perjudicó antes benefició a sus hermanos   

#Ten ciertamente por seguro, alma mía, que, a la hora del juicio, aparecerán mucho más excelsas pequeñas criaturas iletradas que no lumbreras de la ciencia

 


 

Dice Jesús:

"Hay personas humanamente perfectas. Todo en ellas alcanzó la perfección, a excepción de su espíritu que fue retrocediendo cada vez más hasta convertirse en un embrión de espíritu. Tienen un genio perfecto, una circunspección perfecta, una honradez perfecta, una humildad perfecta, pero todo humanamente perfecto. Su virtud es llama que no calienta; es fuego frío. Para Mí carece de valor. Prefiero una espiritualidad imperfecta a una humanidad perfecta.

 

Mientras que el espíritu, por más que sea imperfecto, 

es siempre un pequeño sol que vive con luz propia 

que brota de la Gracia que está en él

 

Tanto fulgor de perfección humana es como la luminosidad de 100, de 1.000 lámparas eléctricas. Producen luz, es innegable; pero es luz artificial que, al menor mecanismo que se estropeé, se apaga en el acto sin que nada quede de ella. Mientras que el espíritu, por más que sea imperfecto, es siempre un pequeño sol que vive con luz propia que brota de la Gracia que está en él. Hablo del espíritu vivo, o sea, que vive en Mí, vivificado por la Gracia.

 

El haber poseído una inteligencia superior que les 

permitió adentrarse en los misterios de la naturaleza,

 debiera, incluso, haberles llevado a ver el poder de Dios

 y su existencia, ya que su ser aparece impreso en todas

 las cosas creadas.

 

El haber poseído una inteligencia superior que les permitió adentrarse en los misterios de la naturaleza, debiera, incluso, haberles llevado a ver el poder de Dios y su existencia, ya que su ser aparece impreso en todas las cosas creadas. Por el contrario, nada de esto vieron. Son seres llenos de ciencia, mas faltos del hilo que lleva al exacto conocimiento de cuanto existe. Inventores de lo nuevo, pero negadores de lo eterno. Descubridores de fuerzas secretas, pero indiferentes para con la Fuerza de las fuerzas: Dios. Esto no lo buscan antes intencionadamente lo niegan o, cuando menos, se desentienden.

 

Esta es la causa de que la ciencia humana que,

 innegablemente, ha progresado, no dé frutos buenos

 sino envenenados

 

Esta es la causa de que la ciencia humana que, innegablemente, ha progresado, no dé frutos buenos sino envenenados. En el corazón y en el mente de los científicos falta el fuego del amor que hace respetar y amar a Dios, que hace respetar y amar al prójimo.

 

En este caso particular, esa señora no perjudicó 

antes benefició a sus hermanos

 

En este caso particular, esa señora no perjudicó antes benefició a sus hermanos. Esto ya es mucho. Pero reflexiona sobre el impulso tan grande que hubiera impreso en su escuela, a sus discípulos y a los discípulos de éstos, si a la fascinación de su yo hubiera añadido una religiosidad profunda.

 

Ten ciertamente por seguro, alma mía, que, a la hora

 del juicio, aparecerán mucho más excelsas pequeñas

 criaturas iletradas que no lumbreras de la ciencia

 

Ten ciertamente por seguro, alma mía, que, a la hora del juicio, aparecerán mucho más excelsas pequeñas criaturas iletradas que no lumbreras de la ciencia. Las primeras, al estar inflamadas por el amor, serán estrellas vivas de mi cielo. La otras, si bien no las habré de condenar en atención al bien que hicieron humanamente, serán simples nebulosas en mi Paraíso. Serán los salvados por mi Misericordia sin mérito alguno de su parte, salvados más por las plegarias de aquellos a quienes beneficiaron que no por ellos mismos.

Dime ahora: ¿Qué prefieres: ser una nada insignificante en el campo del saber y ser mía, muy mía en esta y en la otra vida, o te gustaría ser astro aquí abajo y nebulosa opaca allá arriba?

Sé tu respuesta y por eso te digo: "Sagazmente has respondido. Vete en paz". "

C. 43. 296-297

A. M. D. G.