Noche del 4 al 5 de octubre. 1.ª noche de huérfana.

 

 

Proceder del Señor con las almas

 

 para elegir el día de su muerte

 

 


 

Al mundo, este no dejarte tranquila ni aún en esta noche dolorosa, puede parecerle crueldad  

Una de las cosas que más asombraba al mundo pagano y reclutaba nuevos y cada vez más numerosos prosélitos para la Iglesia, era la calma, la serenidad, la fortaleza de los mártires a la hora de su martirio   

El mundo ciego podrá incluso, tomar tu calma heroica, don del que lo es Todo para ti, por indiferencia  

En esta coyuntura te presento una de mis parábolas. Es la de la higuera estéril.  

He tenido con tu madre los mismos cuidados del viñador para con la planta improductiva  

Su hora del juicio estaba señalada para mucho antes de ahora. Por dos veces, durante el curso de estos tus años de dolor, vine a observar esta planta espiritual  

He llevado a cabo cuanto en un elemento como éste cabía hacer para realizar el milagro de aderezar con frutos ese espíritu  

La he tomado ahora porque, darle más largas no me era posible  

Ella no te ha dado las gracias; pero te las doy Yo por ella 

 Vete en paz, alma fiel. Yo no te abandono

 


 

Dice Jesús:

"Cuando se juntan dos para llevar una pena, ésta se hace más ligera. Yo estoy contigo.

 

Al mundo, este no dejarte tranquila ni aún en esta

noche dolorosa, puede parecerle crueldad

 

Al mundo, este no dejarte tranquila ni aún en esta noche dolorosa, puede parecerle crueldad. Mas, dejemos al mundo que diga. El ve, juzga y habla mal. La verdad es muy otra y esta verdad es asimismo una prueba irrefutable de quién es el que te habla. Prueba para los infinitos Tomases del día de hoy que no me perciben a Mí ni tampoco mi Voz en tus páginas.

Sólo Dios justo y santo puede, en una hora de dolor como ésta, hacerte escribir palabras como las que vas a escribir. Sólo Dios. Y Ese soy Yo.

 

Una de las cosas que más asombraba al mundo pagano y

 reclutaba nuevos y cada vez más numerosos prosélitos

para la Iglesia, era la calma, la serenidad, la fortaleza

de los mártires a la hora de su martirio

 

Una de las cosas que más asombraba al mundo pagano y reclutaba nuevos y cada vez más numerosos prosélitos para la Iglesia, era la calma, la serenidad, la fortaleza de los mártires a la hora de su martirio. Mas el martirio del corazón no es menos atroz que el de la carne y sólo Dios puede comunicar a los que están con el corazón destrozado el heroísmo de una resignación que es ciertamente la cuarta fase del "Pater" vivida en totalidad con la carne, con el alma, con el entendimiento y con el espíritu.

 

El mundo ciego podrá incluso, tomar tu calma heroica,

don del que lo es Todo para ti, por indiferencia

 

El mundo ciego podrá incluso, tomar tu calma heroica, don del que lo es Todo para ti, por indiferencia. El mundo mancilla cuanto llega a su alcance. Pero la mancha no penetra en un bloque de oro o de diamante. Se posa en la superficie y desaparece después bajo la acción de la más leve onda de lluvia o de viento.

Deja pues que los ciegos del mundo no lo vean. Los otros, esos para quienes es luz mi Espíritu, leen mi Nombre en tu coraje de mártir. Y tú, sufriendo con este coraje, eres más misionera de tu Jesús que cien predicadores de la palabra no avalada con hecho alguno.

 

En esta coyuntura te presento una de mis parábolas.

Es la de la higuera estéril.

 

En esta coyuntura te presento una de mis parábolas. Es la de la higuera estéril. No llores, María. Sabes a quién voy a referirme. No llores.

 

He tenido con tu madre los mismos cuidados del

viñador para con la planta improductiva

 

He tenido con tu madre los mismos cuidados del viñador para con la planta improductiva. Agradéceme, María, el que haya usado de infinita misecordia con esa alma para ti tan querida.

 

Su hora del juicio estaba señalada para mucho antes

 de ahora. Por dos veces, durante el curso de estos tus

años de dolor, vine a observar esta planta espiritual

 

Su hora del juicio estaba señalada para mucho antes de ahora. Por dos veces, durante el curso de estos tus años de dolor, vine a observar esta planta espiritual a la que ni tus plegarias inducíanle a producir frutos de vida eterna. Y en esas dos ocasiones se hallaba preparada ya la seguir en mi Mano para abatir aquella vida que se resistía a las invitaciones de la Gracia. Y en ambas detuve el golpe a fin de dar ocasión a aquella alma para que no viniese a Mí desprovista de obras buenas realizadas con su alma reconciliada conmigo.

Soy el Jesús misericordioso y tenía compasión de ella como también de ti que por ella te consumías.

Preparé los medios para una última labor y así mandé a un Siervo mío (El Padre Migliorini había administrado la comunión en los días precedentes a la Señor Iside, fallecida al mediodía del 4 de octubre) que realizara la mística fertilización de aquella alma mediante el Sacramento, o mejor, los Sacramentos, en los que fluye mi Sangre y mi Carne se convierte en manjar para comunicaros la salvación, el perdón y la vida eterna.

 

He llevado a cabo cuanto en un elemento como éste

cabía hacer para realizar el milagro de aderezar con

frutos ese espíritu

 

He llevado a cabo cuanto en un elemento como éste cabía hacer para realizar el milagro de aderezar con frutos ese espíritu próximo a presentarse ante Mí. Y tú me has ayudado a ello.

 

La he tomado ahora porque, darle más largas

 no me era posible

 

La he tomado ahora porque, darle más largas no me era posible, ya que, de dejarla para más adelante, la ventolera del sentimiento humano habría de agostar, con el ardor de sus resentimientos y de sus egoísmo, los frutos provocados por mi amor y por el tuyo.

 

Ella no te ha dado las "gracias";

pero te las doy Yo por ella

 

Ella no te ha dado las "gracias"; pero te las doy Yo por ella, que ahora, al fin, te las da porque mi Luz le ha iluminado horizontes que su humanidad le ocultaba.

No llores, hija, que lo demás vendrá más tarde. Continúa pidiendo y sufriendo por ella y espera en Mí.

 

Vete en paz, alma fiel. Yo no te abandono

 

Vete en paz, alma fiel. Yo no te abandono. Estás entre mis brazos que son más dulces que los de todas las madres."

C. 43. 387-389

A. M. D. G.