7 octubre
Que hace la muerte humana en
relación con el espíritu sobrehumano
Y qué hace la muerte humana en relación con el espíritu sobrehumano
Dice Jesús:
¡Oh tú que lloras porque te apena la separación que
se te figura definitiva!, piensa en lo que te dice Jesús y
verás que, al no ser total esa separación,
disminuye el dolor.
¡Oh tú que lloras porque te apena la separación (La muerte de la madre de María Valtorta a la que hacen referencia los fragmentos y dictados del 2-3 de octubre, 4-5 de octubre y 9 de octubre) que se te figura definitiva!, piensa en lo que te dice Jesús y verás que, al no ser total esa separación, disminuye el dolor
S. Pablo dice una frase que tiene un significado más amplio
y profundo que Yo os desvelo a todos vosotros
Mi apóstol (S. Pablo, 1.º carta a los corintios, c. 10, v. 10-17) dice una frase inspirada a la que, de ordinario, se le da un significado referido tan sólo a los vivientes de la tierra. Mas tiene otro mucho más amplio y profundo que Yo os desvelo a todos vosotros, hijos que lloráis, a todos vosotros, dolientes que sufrís por la muerte de un ser querido.
Aquel o aquellos que ya murieron, ¿acaso no se
nutrieron con mi Sangre y con mi Carne hecha
pan para los hombres?
Aquel o aquellos que ya murieron, ¿acaso no se nutrieron con mi Sangre y con mi Carne hecha pan para los hombres? Y si con ellas se nutrieron, ¿no permanece tal vez en los mismos, aún después de la muerte, la virtud de la Sangre y de la Carne de vuestro Salvador?
Y ¿qué hace la muerte humana en relación con
el espíritu sobrehumano?
Y ¿qué hace la muerte humana en relación con el espíritu sobrehumano? ¿Por ventura tiene poder la pequeña muerte para apartar de Mí, que vivo eternamente, partes de mis miembros, sólo porque éstos murieron en la Tierra? Y ¿no vivís tal vez vosotros en Mí constituyendo la parte de mi Cuerpo místico que vive en la tierra?
¿Acaso no son indiscutibles estas verdades? Sí que lo son
¿Acaso no son indiscutibles estas verdades? Sí que lo son.
Sabed, sabed vosotros todos que lloráis por el dolor de un luto reciente, que aquel por quien lloráis no ha muerto sino que vive en Mí. Sabed que ese mismo Pan que sació vuestra alma mientras estuvisteis unidos en la tierra, mantiene la vida y la comunión de vuestros espíritus que viven aquí abajo con los transhumanados que viven en Mí.
La gran muerte es la que ha de temerse, la que de veras
os quita, y para siempre, a vuestro pariente, a vuestro
cónyuge, a vuestro amigo
Ningún mal puede ocasionar la pequeña muerte a los espíritus inmortales. La gran muerte es la que ha de temerse, la que de veras os quita, y para siempre, a vuestro pariente, a vuestro cónyuge, a vuestro amigo. La gran muerte, o sea, la condenación del alma, es la que separa realmente de Mí las células de mi Cuerpo místico caídas, como presa, por las gangrenas de Satanás.
Mas por aquellos que murieron en mi Nombre y nutrieron
la vida de su espíritu con el Manjar eucarístico no hay
que llorar por ellos antes alegrarse
Mas por aquellos que murieron en mi Nombre y nutrieron la vida de su espíritu con el Manjar eucarístico que es imperecedero y preserva siempre de la muerte eterna, no, no hay que llorar por ellos antes alegrarse, puesto que salieron del peligro de morir para entrar en la Vida.
Piensa, pensad cuán difícil es que quien se nutrió de Mí pueda llegar a ser hermano de Judas y semejante a él para quien mi Pan no fue Vida sino Muerte.
Conforme a su capacidad de asimilación espiritual, mi Pan, es decir, Yo mismo, hecho alimento para dar a los hombres la fuerza con la que conquistar el Cielo y la moneda para entrar en él, les dará una entrada más o menos rápida en el Reino de Gloria, si bien en el 99 por 100 de los casos, da siempre la salvación del alma.
No lloréis pues, padres que habéis perdido a vuestros hijos, cónyuges que habéis perdido a vuestros consortes, huérfanos que os veis sin padres. No lloréis. como a la madre del evangelio, Yo, que nunca miento, os digo: "No lloréis".
Creed en Mí. Yo so devolveré los seres que amáis y os los
devolveré en un reino al que no tiene acceso la triste
muerte de la tierra
Creed en Mí. Yo so devolveré los seres que amáis y os los devolveré en un reino al que no tiene acceso la triste muerte de la tierra y en donde no es ya posible la horrible muerte del espíritu.
No lloréis. Descienda sobre todos vosotros esta esperanza que es fe y con ella mi bendición."
C. 43. 390-391
A. M. D. G.