8 OCTUBRE

 

 

Mi Misericordia es tan infinita que

obra prodigios de conquista con

el mayor número posible de almas

 destinadas a la Resurrección

de la carne en Cristo

 

 


 

No quiero que vosotros, marcados como estáis con mi Nombre, muráis eternamente  

Son pocos aquellos en los que mi Sangre, no por culpa de la Sangre sino por falta de correspondencia a ella, no produce ese minimun de méritos capaz de salvar un alma.  

Cuando se haga manifiesto  el número de los salvados por mi Amor, todo misericordia, serán proclamadas con voces de júbilo las virtudes del Cordero por todos los espíritus que viven en su Reino

 


 

Dice Jesús:

"Mi Misericordia es tan infinita que obra prodigios de conquista con el mayor número posible de almas destinadas a la Resurrección de la carne en Cristo, prodigios cuya fuerza y forma sólo en la otra vida conoceréis.

 

No quiero que vosotros, marcados como estáis con

mi Nombre, muráis eternamente

 

No quiero que vosotros, marcados como estáis con mi Nombre, muráis eternamente. Yo os quiero resucitar. Para poder resucitaros morí. Para poder resucitaros exprimí la Sangre de mis carnes como racimo prensado. Las gotas de mi Sangre están en vosotros y anhelan volver al Corazón del que salieron.

 

Son pocos aquellos en los que mi Sangre, no por culpa

 de la Sangre sino por falta de correspondencia a ella,

no produce ese minimun de méritos

capaz de salvar un alma.

 

Repito cuanto ayer dije. Son pocos aquellos en los que mi Sangre, no por culpa de la Sangre sino por falta de correspondencia a ella, no produce ese minimun de méritos capaz de salvar un alma. Los Judas no constituyen la masa porque, muchas veces, tras una vida infame vivida por un cuerpo en el que el alma estuvo como esclava, se produce el triunfo del alma sobre la materia cuando, en la hora extrema. al transponer esa alma los umbrales de la muerte que libera al espíritu de la carne, se vuelve a Dios cuyo recuerdo aún conserva y se refugia en Él.

Y creedme: basta ciertamente un latido de amor, de confianza y de arrepentimiento para hacer que descienda sobre el pecador la ablución de mis méritos llevándolo a la salvación.

Mi Justicia no es la vuestra y es muy distinta de la vuestra mi Piedad.

 

Cuando se haga manifiesto  el número de los salvados

 por mi Amor, todo misericordia, serán proclamadas

con voces de júbilo las virtudes del Cordero por

todos los espíritus que viven en su Reino

 

Cuando se haga manifiesto  el número de los salvados por mi Amor, todo misericordia, serán proclamadas con voces de júbilo las virtudes del Cordero por todos los espíritus que viven en su Reino. Pues bien, vosotros sois los salvados por el Cordero que se hizo inmolar por vosotros. Y si aquellos que vivieron siempre en Él y de Él, sin conocer la sensualidad, le han de seguir entonando el cántico sólo por ellos conocido, los salvados por su Misericordia en la última hora terrena, postrados en adoración de amor, le bendecirán eternamente por ser Él para ellos doblemente Salvador: Salvador de Justicia y Salvador de Amor. Por la Justicia, murió para lavaros con su Sangre. Por el Amor, os entrega su Corazón abierto para acogeros, aun cuando estáis manchados de culpas, y purificaros en el incendio de su amor cuando, al morir, llamáis al que os ama y os promete un Reino."

C. 43. 392-393

A. M. D. G.