mÁS TARDE, EL MISMO DÍA 14 DE octubre

 

 

Cuando el amor alcanza a ser tan

fuerte que llega a la "fusión",

no hay por qué temer las violencias

 humanas que destrozan la vida ni la

 longevidad de la misma vida.

 

 


 

Cree, alma que me escuchas, cree que nada hay tan violento ni destructor como el amor  

Mas este aniquilamiento de la criatura en el Amor separa la perla de su envoltura, abre la cerradura al ángel recluido en la carne  

Por esto os dije: No temáis al que puede matar vuestro cuerpo

  no hay que temer lo prolijo de la separación  

por qué mi sacrificio de Dios no ha sido suficiente a darme todas las criaturas  

¡Oh Dolor del Hombre Dios, ...!  

No os apartéis jamás de este camino seguro cuyo final está en mi Corazón.

 


 

Dice Jesús:

"Cuando el amor alcanza a ser tan fuerte que llega a la "fusión", no hay por qué temer las violencias humanas que destrozan la vida ni la longevidad de la misma vida.

 

Cree, alma que me escuchas, cree que nada hay tan

violento ni destructor como el amor

 

Cree, alma que me escuchas, cree que nada hay tan violento ni destructor como el amor. Aunque la espada y las flechas de los tiranos no hubieran desangrado y traspasado a mis mártires; aunque el fuego y la pez no les hubiesen derretido y consumido; aunque el agua no les hubiese anegado o despedazado las fieras, habrían muerto lo mismo una vez llegados a aquel grado de incandescencia en el amor del cristiano con Cristo. Más que la espada y las flechas abre las venas y el corazón el amor; más que el fuego y la pez consume el amor; más que el agua anega el amor y más que una fiera hambrienta atrae hacia Sí el Amor.

 

Mas este aniquilamiento de la criatura en el Amor separa

la perla de su envoltura, abre la cerradura al ángel

 recluido en la carne

 

Mas este aniquilamiento de la criatura en el Amor separa la perla de su envoltura, abre la cerradura al ángel recluido en la carne, mejor dicho, al espíritu, por prevenir las objeciones de los sofistas humanos que se pierden analizando los perfiles sin penetrar en el meollo del pensamiento. Este aniquilamiento libera al espíritu inmortal haciéndole nacer para los Cielos que le estuvieron esperando, que se abren para darle entrada y se cierran tras él poniendo barreras de paz entre él y la tierra hostil a los santos.

 

Por esto os dije: "No temáis al que puede matar

vuestro cuerpo"

 

Por esto os dije: "No temáis al que puede matar vuestro cuerpo", porque matar el cuerpo es liberar el espíritu.

El amor es inmolador al igual de la espada y el fuego, del agua y de las fieras. Y, para estos vuestros días en los que no se dan las grandes persecuciones que coronaron de púrpura a la Iglesia naciente, os digo en verdad que no faltan mártires para los que la llama del amor hace de espada, de fuego y de fiera.

Esa que llamáis "Florecilla" (Santa Teresa de Liseux) no es menor mártir que Inés, porque el filo que segó la vida, tanto de una como de otra, tiene en el fondo idéntico nombre: "el Amor". Y en el Cielo, el martirio, tanto de una como de otra, si bien consumado de forma distinta, tiene un mismo precio, porque la gloria de Dios fue el agente que las impulsó a encontrarlo y el amor de las almas el que les movió a pedirlo.

 

no hay que temer lo prolijo de la separación

 

Por lo mismo, no hay que temer lo prolijo de la separación. El amor lo abrevia porque la consume, pues no puede prolongarse la resistencia de un ser cogido dentro de un torbellino de fuego.

El fuego lleva con rapidez al lado del Fuego, al lado de Dios Uno y Trino que es la perfección del Amor, que es el Amor mismo y que por momentos renueva y vierte su ardor que va del Centro a los Tres y de los Tres a la Unidad con inefables movimientos de amor, incomprensibles a la mente humana y, cual onda de un manantial oculto, desborda después y se derrama sobre el Universo al que abraza, fecunda, atrae, da vida y le hace recibir las vidas creadas para llevarlas al conocimiento del Amor, es decir, de Sí mismo, con aquella perfección que no es propia de las criaturas cuando son de nuevo acogidas en el seno del Creador.

 

¿por qué mi sacrificio de Dios no ha sido suficiente

a darme todas las criaturas?

 

¡Oh Luz beatífica! ¡Oh Amor tres veces santo!, ¿por qué mi sacrificio de Dios no ha sido suficiente a darme todas las criaturas? ¿Por qué, en cambio, ha tenido el Enemigo tal poder sobre la flaqueza humana hasta el punto de hacer que no pueda penetrar mi sacrificio en la casi totalidad de las criaturas?

 

¡Oh Dolor del Hombre Dios, ...!

 

¡Oh Dolor del Hombre Dios, del Dios que dejó los sobreesenciales esplendores para venir a la tierra al objeto de entregar a los terrestres el Amor y llevar al Amor a los terrestres y se ve que para millones y millones de seres se realizó inútilmente el sacrificio de una Dios que deja los Cielos y de un Hombre que se inmola!

Os alejáis, tanto del Bien como del Amor que es asimismo Bien, y morís. Morís tras haberos dado Yo la Vida. Morís por no saber amar y no dejaros amar por Dios.

 

No os apartéis jamás de este camino seguro cuyo final

 está en mi Corazón.

 

Vosotros, que sabéis del amor, permaneced fieles entre tantos hombres infieles a Jesús, Señor y Salvador vuestro, infieles a Dios Uno y Trino, Padre, Redentor, Amor vuestro. No os apartéis jamás de este camino seguro cuyo final está en mi Corazón.

Sea el amor, no sólo el guía de vuestra vida sino el que os dé el impuso para una carrera tan rápida que resulte un vuelo hacia Mí. Al modo de una mariposa que es atraída por la luz, volad a la Luz, Aquí está la Luz para recibiros y, al veros fieles, aumenta sus destellos de júbilo.

Venid. Subid. Sólo Dios constituye el gozo de la criatura."

C. 43. 422-424

A. M. D. G.