19 OCTUBRE
las más sutiles astucias de la ciencia
del amor
Muéstrate intrépida frente a todas las fuerzas del Enemigo Nade te turbe.
Vive únicamente para Mí y conmigo
Huye de las distracciones de la tierra y aíslate conmigo. En la eterna morada, es cierto, la Sabiduría os hace desde el primer momento unos instruidos perfectos.
todo pequeño redentor debe vivir en María para formarse llegando a ser un Cristo
Yo contemplé aquella heroica sonrisa atormentada de mi Madre, único consuelo que subía a mi patíbulo
Vivid unidos a María de la que sois hijos al igual que Yo
Dice Jesús:
"Y ahora, alma mía, ahora que estamos al final del Cantar, te voy a enseñar las más sutiles astucias de la ciencia del amor
Sé pura ya que más puro que el lirio y que la nieve es tu Amado y la esposa ha de vestir idénticas ropas que su Señor y estimar lo que Él estima.
María, se aproxima la Luz. Borra hasta la más leve sombra de la carne a fin de que llegues a ser de verdad toda luz al tiempo de mi venida y la Luz, esto es, Jesús te estrechará contra su Corazón para llevarte a su morada en la que ya no se darán las separaciones impuestas por tener que vivir en esta tierra.
Acrecienta cada vez más tu belleza pues las nupcias están cerca. Ponte los collares de los últimos sacrificios y cíñetelos con alegría puesto que te los proporcionó el que te ama con un amor eterno.
Enciéndete con el fulgor del amor para comunicar viveza a tu semblante espiritual. Una esposa fría, o tibia a lo más, no parece esposa. Yo te quiero ardiente con un amor total.
Muéstrate intrépida frente a todas las fuerzas
del Enemigo
Muéstrate intrépida frente a todas las fuerzas del Enemigo que pretende conturbarte movido de infernal envidia. En vano lanzará contra ti sus cuadrigas demoníacas. Mientras permanezcas fiel, cuatro demonios, cuatro más y cuatro multiplicado por diez serán menos que una brizna de hierba hollada por tu pie que va marcando sus últimos pasos para atravesar la distancia que aún te separa de la morada de tu amor.
Nade te turbe. Camina apoyada en Mí. Continúa así hasta el fin y de este modo tu tránsito será dulce y luminoso como lo es el salir de un camino semioscuro y difícil para entrar en un prado florido radiante de sol y de gorjeos de pájaros. Y, en verdad, para el que, amando, mereció la posesión del Cielo, no es otra cosa la muerte que la entrada en la eterna Belleza y en el Gozo sempiterno.
Y puesto que en el pasado no te viste sin culpas, cancela hasta el recuerdo de aquellas sombras con el medio que te he enseñado: Con un amor cada vez más vivo.
Vive únicamente para Mí y conmigo
Vive únicamente para Mí y conmigo. Haz de suerte que el Padre, al mirarte, te vea tan fundida conmigo que le resulte imposible separarte de su Hijo. Que mi Caridad te cubra como con un manto nupcial bajo el que oculto los guiñapos de tus vestidos.
¡Ay si os presentaseis solos ante la Justicia! Por buenos
que podáis ser, siempre se dará en vosotros alguna ruina.
¡Ay si os presentaseis solos ante la Justicia! Por buenos que podáis ser, siempre se dará en vosotros alguna ruina. Mas si os presentáis al Padre conmigo, el fulgor del Hijo de tal manera nimbará vuestra alma que la hará hermosa; y nunca es tan vivo mi resplandor como cuando puedo presentar al Padre a un espíritu que me ama e hizo que no resultase inútil en él mi Sacrificio de Redentor. La justicia del Padre no tiene corazón para causar dolor a su Hijo, Salvador de un nuevo ciudadano de la Jerusalén santa, y así, con una bendición, cancela la duda de aquel espíritu y le abre el Cielo.
Huye de las distracciones de la tierra y aíslate conmigo.
Huye de las distracciones de la tierra y aíslate conmigo. Cuando se está para ir a residir a un país extranjero, se aprende su idioma a fin de no sentirse incapaz de vivir en él, o, al menos, se procura adquirir los primeros rudimentos de aquel idioma, pues pecaría de imprudente aquel que fuese allí sin saber ni una palabra del mismo ya que se vería muy embarazado al principio.
En la eterna morada, es cierto, la Sabiduría os hace desde
el primer momento unos instruidos perfectos.
En la eterna morada, es cierto, la Sabiduría os hace desde el primer momento unos instruidos perfectos. Pero mira, alma mía, los últimos tiempos vividos en la tierra son una preparación para el Cielo. Cuando mi Bondad concede todos los indicios y todo el tiempo para disponerse a la Vida; cuando, no sólo por obra de mi Misericordia sino también por humana providencia os es concedido poder atender a los últimos preparativos de vuestra arribada a la Vida, dichoso entonces aquel que se prepara con un cuidado que nunca resultará excesivo.
Si pusieseis este cuidado cuantos por la edad, por una
larga enfermedad o por la cruel contingencia de una
guerra os veis en el azar casi seguro de morir,
no tendríais que soportar por tanto tiempo
las penas del Purgatorio
Si pusieseis este cuidado cuantos por la edad, por una larga enfermedad o por la cruel contingencia de una guerra os veis en el azar casi seguro de morir, no tendríais que soportar por tanto tiempo las penas del Purgatorio. Completaríais vuestra metamorfosis en Mí mediante el amor hacia Mí con un verdadero arrepentimiento de haberme afligido, con verdadera generosidad y verdadera resignación, mediante todas las virtudes practicadas con buena voluntad, y así no tendríais que llevar a cabo esa labor de hacer del hombre, compuesto de carne y de sangre, un espíritu conocedor de la Verdad auténtica, es decir, de Dios que es la única Cosa merecedora de los movimientos de todo el ser.
Tú dispones de todo el tiempo para prepararte a tu entrada en la Mansión. recuerda que si mucho se perdona a quien mucho amó, mucho también se le ha de exigir a quien mucho se le dio. Y, ciertamente, pocos han sido los mortales que hayan tenido cuanto Dios a ti te dio con un amor de predilección.
Toda víctima es un pequeño redentor: tanto de
sí mismo como de sus hermanos. y los caminos de
la redención no son plácidos senderos
sembrados de flores: son cuestas pedregosas
llenas de zarzas ...
Nada te pese, nada te repugne, nada dejes de hacer para dar los últimos retoques a tu vestido nupcial. Si se te hace cada vez más fatigoso el camino, piensa en tu Jesús que también encontró tan penoso el último sendero que llevaba al Gólgota. Toda víctima es un pequeño redentor: tanto de sí mismo como de sus hermanos. y los caminos de la redención no son plácidos senderos sembrados de flores: son cuestas pedregosas llenas de zarzas que hay que recorrer con una cruz sobre los hombros, la fiebre quemando las venas, el desfallecimiento en la carne moribundo, el sabor de sangre en la boca reseca, las espinas punzando la cabeza y la perspectiva de la tortura suprema en el corazón.
La redención se completa sobre la cumbre y tiene como
pompa máxima en su rito propiciatorio las joyas de tres
clavos, el desgaje de las últimas dulzuras en los afectos,
la soledad entre el cielo y la tierra,...
La redención se completa sobre la cumbre y tiene como pompa máxima en su rito propiciatorio las joyas de tres clavos, el desgaje de las últimas dulzuras en los afectos, la soledad entre el cielo y la tierra, la oscuridad, no sólo de la atmósfera mas también del corazón. Viene después el sol a besar al inmolado; pero antes están las tinieblas y el dolor.
Permanece, permanece unida a Mí. A medida que se acerca la hora estate más unida a Mí. No hay otro como Jesús para ayudar ni otro como Jesús para instruir por su experiencia vivida ni otro como Él para enseñar a sufrir el martirio de amor.
todo pequeño redentor debe vivir en María para
formarse llegando a ser un Cristo
Mas como, antes de padecerlo, hube Yo de crecer en la vida tomando como primer alimento la leche de mi Madre y, más adelante, la comida preparada por sus santas manos, así también todo pequeño redentor debe vivir en María para formarse llegando a ser un Cristo. Jesús es fortaleza de vuestra alma. María es dulzura. Antes de beber el vinagre y la hiel es preciso beber el vino aderezado. Y éste os lo proporciona la sonrisa reconfortante de María. Bálsamo que me hizo feliz en la tierra; bálsamo que me hace feliz en el Paraíso y, junto con Dios, hace feliz a todo el Paraíso. La sonrisa maternal de mi Madre es estrella en la vida y estrella también en la muerte. Y, sobre todo, es estrella en el dolor de la inmolación.
Yo contemplé aquella heroica sonrisa atormentada
de mi Madre, único consuelo que subía a mi patíbulo
Yo contemplé aquella heroica sonrisa atormentada de mi Madre, único consuelo que subía a mi patíbulo. La contemplé para impedir que la desesperación se apoderara de Mí.
Contémplala también tú siempre. Contempladla vosotros, hombres que sufrís. La sonrisa de María pone en fuga al demonio de la desesperación.
Vivid unidos a María de la que sois hijos al igual que Yo
Vivid unidos a María de la que sois hijos al igual que Yo. Vive sobre el corazón de María, alma a la que quiero llevar al Cielo. Las manos de esta Madre, que nunca defrauda a sus hijos, rebosan de caricias para ti. Sus brazos te estrechan al seno que me llevó a Mí y su boca te dice las mismas palabras que a Mí me confortaron.
Para que no llegues a extraviarte en los últimos días de tu permanencia en la tierra, te encierro en la morada de María. Allí no tiene entrada la turbación porque Ella es la Madre de la Paz. El Enemigo no penetra allí porque Ella es la Victoriosa
Que María prenda en ti las llamas supremas de la Caridad
puesto que Ella es
la hija, la Madre y la Esposa de la Caridad.
Que María prenda en ti las llamas supremas de la Caridad puesto que Ella es la hija, la Madre y la Esposa de la Caridad.
Vuela todos los puentes tendidos entre ti y el mundo. Vive en Jesús y en María. Recuerda que, por más que el hombre llegase a dar todos sus bienes a cambio del amor, nada supondría todo ello, por cuanto el Amor es algo que, parangonado con Dios, -Amor de vuestra alma, fin verdadero de vuestra vida- todo carece de valor. Lo único que cuenta es la posesión del Amor. Y se posee Este cuando por Él se renuncia a todo cuanto se tiene.
Más tarde, María, llegará la paz. Este es tiempo de lucha. Mas para el que ama es lucha coronada con la victoria.
Pronto vendré a cambiar tu corona de espinas por otra de gozo. Persevera.
Marca con mi sello cada latido, cada esfuerzo tuyo. Grábalo con lágrimas en las fibras mismas de tu corazón. Yo soy Aquel que salvo y amor."
C. 43. 441-445
A. M. D. G.