(26-12-43) Inmediatamente después

 

 

no serás grande por las

 contemplaciones y revelaciones

sino por tu sacrificio

 

 


 

Las primeras te las concede Dios, no por tus méritos sino por su bondad infinita. El segundo es flor de tu espíritu

 


 

Dice Jesús:

"Recuerda que no serás grande por las contemplaciones y revelaciones sino por tu sacrificio.

Las primeras te las concede Dios, no por tus méritos sino por su bondad infinita. El segundo es flor de tu espíritu y lo que a mis ojos tiene mérito. Auméntalo sin ninguna consideración humana hasta el límite de tus fuerzas físicas y espirituales. Cuanto más te eleves, más te arrebataré a lo alto.

Y no temas ni te aflijas porque se trasluzca tu interior. El contemplar un rapto en Dios sirve también para la santificación de los hermanos. Nada pongas de tu cosecha y cuida de no malear con elementos humanos este manantial de vida mística. Déjame hacer también en esto.

Nada más te digo. Gózate con mi Madre."

C. 43. 674-675

A. M. D. G.