"LA FRECUENCIA DE LOS SACRAMENTOS 

ES INÚTIL SI FALTA LA CARIDAD

 


 

#El que cierra su corazón al hermano lo cierra a Dios, y Dios a él. Es inútil la frecuencia de los Sacramentos de los ritos, Inútil la plegaria si falta la caridad. 

¿Cómo podéis acercaros al Padre eterno y saciar vuestra hambre, después de que negasteis un pan a uno que moría de ella?  

#Mirad: en la colectividad y como individuos, ¿qué os ha dado esa mentirosa religión, falta de verdadera caridad?  

#El hombre es lo más amado de lo creado  

#¡Oh, si el mundo comprendiese lo que es Dios!  

#Cuando te descubro episodios desconocidos de mi vida pública  

#A estos respondo con palabras de los evangelios.  

#¿Qué dicen los doctores cavilosos?  

#Son nuevas notas en el coro que cantan mis evangelios  

#¿Queréis pensar quien en tres años obré tan sólo los pocos milagros referidos?  

#¿Pero por qué a esta que es una piltrafa humana?  

#Os responderé con las palabras del apóstol Pablo:  

#¿Pensáis que esta "pequeña voz" se imagine ser algo grande? "Soy el miembro más débil e innoble del Cuerpo de Cristo". Esto os respondería con verdadera sinceridad.  

#La escogí por este amor que sobrepuja sus debilidades. 

  #Quiero que mis discípulos sean pequeños como los infantes para darles las palabras de vida.  

#En mi Cuerpo místico son exactamente estos miembros que desprecia el mundo de los soberbios los que hacen más.  

#Así, pues, arrodillaos. No ante esta "pequeña voz", sino ante la Palabra que habla. La "pequeña voz" repite mis palabras. Instrumento de su Dios. Adorad al Señor que Habla. El Señor. 

La "pequeña voz" es anónima. Quiero que quede desconocida en el mundo. Después no lo será. Ahora no es más que "voz"

 


 

Dice Jesús:

"Esto es para ti, alma que lloras, al mirar las cruces del pasado y los nubarrones que están por venir. El Padre tendrá siempre una pan que ponga en tus manos y un nido en que se recoja la tórtola que gime.

Para todos sea la siguiente enseñanza de que Yo soy el "Señor" justo. No se me engaña y no se me adula con mentirosos halagos.

 

El que cierra su corazón al hermano lo cierra a Dios,

 y Dios a él. 

Es inútil la frecuencia de los Sacramentos de los ritos,  

Inútil la plegaria si falta la caridad. 

¿Cómo podéis acercaros al Padre eterno y saciar 

vuestra hambre,  

después de que negasteis un pan a uno que moría de ella?

 

El que cierra su corazón al hermano lo cierra a Dios, y Dios a él.

El primero de los mandamientos es: Amor y amor. Quien no ama, dice una mentira al llamarse cristiano. Es inútil la frecuencia de los Sacramentos de los ritos, inútil la plegaria si falta la caridad. Se convierten en fórmulas y aun en sacrilegios. ¿Cómo podéis acercaros al Padre eterno y saciar vuestra hambre, después de que negasteis un pan a uno que moría de ella? ¿Es más precisos vuestro pan que el mío, más santo? ¡Hipócritas! No me pongo a hacer cálculos cuando socorro vuestra miseria, y vosotros, vosotros que lo sois, no tenéis piedad de miserias, que a los ojos de Dios no son odiosas como las vuestras. Pues esas son desgracias pero las vuestras son pecado. Muchas veces me decís: "Señor, Señor" para que me muestre benigno con vuestros intereses. Pero no lo decís por amor al prójimo, ni hacéis cosa alguna en nombre del señor por el prójimo.

 

Mirad: en la colectividad y como individuos, 

¿qué os ha dado esa mentirosa religión, 

falta de verdadera caridad?

 

Mirad: en la colectividad y como individuos, ¿qué os ha dado esa mentirosa religión, falta de verdadera caridad? El haber abandonado a Dios. El Señor regresará cuando sepáis amar como enseñé. Pero a vosotros, pequeña grey que sufre, siendo buena, digo: "Nunca sois huérfanos. Ni jamás estáis abandonados. Primero debería de no existir Dios antes de que faltase su Providencia. Tended la mano: el Padre cual un 'padre' os da todo con un amor que no humilla. Secaos las lágrimas. Os tomo y os llevo porque tengo piedad de vuestra flaqueza". El hombre es lo más amado de lo creado. ¿Podréis imaginar que el Padre tenga más compasión por el pajarillo que por el hombre fiel? ¿El que es magnánimo aun con el pecador y que le da tiempo y modo de llegarse a Sí? ¡Oh, si el mundo comprendiese lo que es Dios!

Quédate en paz, María. Te quiero como a los dos huerfanitos que viste y mucho más. Quédate en paz. Estoy contigo."

 

CUANDO JESÚS DESCUBRE EPISODIOS 

DESCONOCIDOS DE MI VIDA PÚBLICA

                                                                                        

Dice Jesús:

"Cuando te descubro episodios desconocidos de mi vida pública oigo el coro de los doctores quisquillosos que dicen: "Pero de esto no se hace mención en los evangelios. ¿Cómo puede decir esta: Yo lo vi?" A estos respondo con palabras de los evangelios.

"Y Jesús iba por todas las ciudades y poblados enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando todas las enfermedades y desgracias" dice Mateo. Mt. 4, 23; 9, 35

Todavía más: "Id a contar a Juan lo que visteis y oísteis: los ciegos ven, los baldados caminan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia la buena nueva" Mt. 11, 1-6; Lc. 7, 18-23.

Además: "¡Ay de ti! Corozaim, ¡ay de ti! Betsaida, porque si en Tiro y Sidón se hubiesen hecho los milagros que se han hecho en medio de ti, hace tiempo que hubieran hecho penitencia con cilicio y ceniza... Y tú Cafarnaum, ¿serás exaltada hasta el cielo? Bajarás hasta lo más profundo, porque si en Sodoma se hubiesen hecho los milagros que se hicieron en ti, tal vez todavía exisistiría" Mt. 11, 20-24; Lc. 10, 13-15.

Y Marcos: "y lo siguió una gran multitud de Galilea, Judea, Jerusalén, Idumea y de la otra parte del Jordán. También de las partes vecinas de Tiro y Sidón venía mucha gente a El, porque había sabido de las cosas que hacía... Mc. 3, 7-12; Mt. 12, 15-16; Lc. 6, 17-19.

Y Lucas: "Jesús iba por las ciudades y poblados predicando y anunciando la Buena nueva y el reino de Dios y con El iban los doce y algunas mujeres que habían sido libradas de los espíritus malignos y enfermedades". Lc. 8, 1-3; Mt. 4, 23; 9, 35

Y mi Juan: "Después de esto Jesús fue a la otra parte del mar de Galilea y lo seguía una gran multitud porque vio los prodigios que el había hecho en los enfermos". Ju. 6, 1-2; Mt. 14, 13-14; Mc 6, 31-35; Lc. 9, 10-12.

Y como Juan estuvo presente, él mismo da testimonio de mi ministerio de tres años con estas palabras: "Este es aquel discípulo que vio tales cosas y las escribió. Sabemos que su testimonio es verdadero. Hay otras cosas que hizo Jesús, que si se escribiesen una por una, pienso que en todo el mundo no cabrían los libros que se escribiesen sobre ellas" Ju. 21, 24-25; cfr. también: 20, 30-31

 

¿Qué dicen los doctores cavilosos?

 

Y ahora ¿Qué dicen los doctores cavilosos?

Si mi bondad para socorrer a un alma que me ama y que lleva mi cruz por vosotros -me la quitó de las espaldas, se la puso encima porque me ama hasta el punto de querer morir con la condición de que no esté afligido- si mi bondad para sacudiros del sopor en que morís os revela episodios conocidos de su ministerio, ¿queréis reprocharle esto a ella? Verdaderamente que no sois dignos de este don y esfuerzo de vuestro Salvador para arrancaros del miasma en que os ahogáis. Pero ya que os lo doy, aceptadlo y levantaos. Son nuevas notas en el coro que cantan mis evangelios. Ojalá sean capaces de despertar vuestra atención ante los episodios que conocéis y ante los que permanecéis inertes, además de los que leéis tan a la carrera y con el corazón en otras partes.

¿Queréis pensar quien en tres años obré tan sólo los pocos milagros referidos? No penséis que tan sólo hayan sido curadas las mujeres de que se hace mención, ni que tan pocos hayan sido los prodigios realizados. Si la sombra de Pedro sanaba, ¿qué no habría hecho la mía? ¿Qué no mi aliento? ¿Qué no mí mirada? Acordaos de la hemorroisa: "Si logro tocar la punta de su vestidura, me curaré" Mt. 9, 20-22; Mc. 5, 25-34; Lc. 8, 43-48. Y así fue. De Mí emanaba el poder de hacer milagros continuamente. Había venido para llevar a Dios y abrir los diques de amor, cerrados un día por el pecado. Siglos de amor se extendían como oleadas sobre el pequeño mundo palestinese. Todo el amor de Dios por el hombre, que finalmente podía expansionarse, como había anhelado, para redimir los hombres antes con el amor que con la sangre.

 

¿Pero por qué a esta que es una piltrafa humana?

 

Me diréis: "¿Pero por qué a esta que es una piltrafa humana?" Os responderé cuando ésta a quien despreciáis y a quien amo, esté menos fatigada. Mereceríais que no os respondiese como hice con Herodes, pero quiero hacer esfuerzos para redimiros, a vosotros a quienes el orgullo impide se persuadidos."

Dice Jesús:

"Os responderé con las palabras del apóstol Pablo: "Los miembros que parecen los más débiles son los más necesarios; los que tenemos por menos nobles en el cuerpo, los revestimos mejor; y los menos púdicos, los tratamos con mayor respeto; entre tanto que las partes honestas no tienen necesidad de reservas. Dios, pues, arregló así el cuerpo de modo que se tribute mayor honor a los miembros que no lo tenían" 1 Cor. 12, 12-30  (22-24).

 

¿Pensáis que esta "pequeña voz" se imagine ser algo grande?

"Soy el miembro más débil e innoble del Cuerpo de Cristo". 

Esto os respondería con verdadera sinceridad. 

 

¿Pensáis que esta "pequeña voz" se imagine ser algo grande? Si le preguntaseis, responderá: "Soy el miembro más débil e innoble del Cuerpo de Cristo". Esto os respondería con verdadera sinceridad. Pero no se lo creeríais porque cada uno mide conforme lo que es. Cuando vosotros decís sin humildad, ni sinceridad: "Soy malo" o hacéis para que se os diga: "No es verdad. Sois bueno"; y os recreáis en ellos; y si hay alguien sincero que sabiendo que sois poco buenos o nada, por caridad guarda silencio, pero no alaba; pero vosotros no podéis creer que esta sea sincera. Yo, yo que leo su pensamiento y veo su interior sé si ella piensa o no piensa así. Cuántas veces cuando su alma se dirige a Dios, debe asegurarla con palabras muy claras, porque ella dice: "Pero cómo es posible que Tú, Señor, me hayas tomado a mi, que no valgo nada, que he faltado tanto y que sigo faltando?" Y llega hasta dudar de Mi, porque le parece imposible que la haya escogido para esta misión.

Se cree débil y muy débil. Si se le compara con la Perfección es más débil que el cabello de un recién nacido. Se tiene por innoble. Si la comparamos con su Dios es menos que un gusano nacido del lodo. Pero tiene una fuerza única: que es su amor total. Cuando da y se da, no piensa jamás en sí, ni si de allí podrá recabar algo útil. Piensa en agradarme, en serme útil sólo a Mi, haciéndose por esto odiosa al mundo. Como un ser mortal ha llegado a odiarse, con ese santo odio que enseñé cuando dije: "El que quiere salvar su vida (terrena) la perderá (también la eterna) y quien por mi amor la pierda, la tendrá". Santo odio de quien ha comprendido mis palabras.

 

La escogí por este amor 

que sobrepuja sus debilidades.

 

La escogí por este amor que sobrepuja sus debilidades. Un día tomé un niño y lo puse en medio de mis apóstoles para darles un ejemplo, porque el niño ama con toda su capacidad y no tiene pensamientos de orgullo. El pequeño niño, el infante, porque la semilla de Satanás produce como primera espiga suya la soberbia y florece cuando la semilla se convirtió en tallo, y luego produce la segunda espiga que es la del sentido, y la tercera que puede ser la del poder o del dinero. Pero la primera es siempre la soberbia, y germina en los labios que apenas olvidaron la dulce leche materna.

Quiero que mis discípulos sean pequeños como los infantes para darles las palabras de vida. Qué bellos eran cuando venían a Mí con sus manitas llenas de flores y me decían: "Ten" y se escapaban corriendo en medio de su sonrisa, y volvían otra vez con más flores, llevados de su amor, llenos de confianza, sinceros, cariñosos. Quiero infantes en el mundo para santificarlo. Deberíais ser buenos, porque la inocencia de los niños es un ser del cielo, un ser que mana pureza y paz, que habla sin hablar, de Dios que lo hizo; que impone, sin hablar, respeto para lo que es de Dios; que implora piedad y amor para su edad que no está manchada, para su debilidad que es digna de ser amada, que es una flor de vuestro prójimo como, lo es el enfermo y el que sufre; el primero una flor blanca, los segundos color rosa y violeta, flores que deberíais amar entre todos los prójimos a quienes hay que amar. Ahora bien, como la inocencia de la niñez no basta, creo niños espirituales que llenos de una ciencia que no tenéis, son humildes, sencillos, dignos de confianza, francos cual niños que van riendo cuando dan sus primeros pasitos, y saben y lo saben muy bien que sin la mamá caerían y por eso nunca la dejan.

También esta nunca me deja. Esta es la razón por qué a ella y a los que son como ella, miembros débiles -así os parecen. miembros innobles- así lo pensáis- se da lo que a vosotros no se concede.

 

En mi Cuerpo místico son exactamente estos 

miembros que desprecia el mundo de los soberbios 

los que hacen más.

 

En mi Cuerpo místico son exactamente estos miembros que desprecia el mundo de los soberbios los que hacen más. Un dedo no es el cerebro, pero ¿qué haríais sin el dedo? No podríais ni siquiera realizar los actos más comunes y humildes de la vida; seríais como recién nacidos envueltos en pañales, que son incapaces de tomar entre sus manitas la teta y llevarla a los labios, si la mamá no lo hace. Serías, aunque doctísimos y muy inteligentes, incapaces de hacer eterno vuestro pensamiento en el papel.

Así ésta. Es un dedo... Y a esta parte pequeñina confié una misión, y es la de llamar vuestra atención a la luz y señalárosla. La luz que quiere volver a encenderos, a vosotros que sois lámparas llenas de humo bajo los vapores del racionalismo, o apagadas por muchas razones que parten por la falta de amor al prójimo, y porque amáis el dinero, los sentidos. Así, pues, arrodillaos. No ante esta "pequeña voz", sino ante la Palabra que habla. La "pequeña voz" repite mis palabras. Instrumento de su Dios. Adorad al Señor que Habla. El Señor. La "pequeña voz" es anónima. Quiero que quede desconocida en el mundo. Después no lo será. Ahora no es más que "voz". Es la que trae mi voz. Su honra es su martirio porque toda elección que hace Dios es crucifixión del ser.

No os pido que la améis, para eso basto Yo y no pide otra cosa. Pero quiero que la dejéis en paz con el respeto que se debe tener para quien es instrumento de Dios."

V. 1036-1039

A. M. D. G.