JESÚS SE DESPIDE DE HEBRÓN

 


 

#Reciben a Jesús el sinagogo y el pueblo de Hebrón Vamos a la casa pobre y santa del Bautista. Quiero despedirme de ella... Es un lugar de milagros.  

  #El milagro realizado en Aglae   

#Te saludo, casa santa de mi Pariente y Precursor. ¡La paz sea contigo! Aunque estés abandonada, siempre sea contigo la paz, tú que fuiste mansión de paz y de fe.   

#he venido a confirmaros y fortificaros en la fe. He venido a daros la fuerza de mi palabra para que, luminosa, persista entre vosotros en la hora de las tinieblas y para que Satanás no os haga perder el camino que lleva al Cielo  

  #"¿Por qué, Señor, nos has arrojado para siempre? ¿Por qué tu ira se enciende contra tus ovejuelas que apacentabas?" y podréis con todo derecho levantar el grito pidiendo que os proteja la Redención que ya se realizó, y gritar: "¡Este es tu pueblo que redimiste!" para invocar protección contra los enemigos   

#Cuando se os persiguiere porque me amáis, robusteced vuestro corazón y pensad que antes que vosotros lo fuerais, yo lo fui.   

#Fortaleced el corazón para aquella hora.   

#Cuando me viereis colocado en alto e injuriado, no vacile vuestra fe.   

#Oración de Jesús   

#Los apóstoles conversan animadamente   

#Se detiene ahora el futuro rey, según Judas, ... y dice: "Aquí hay frutos silvestres. Recojámoslos para calmar el hambre...   

#Cuando sea Yo levantado, tendré sed y pensaré con ansias en esta hora, en este alimento, en vosotros que ahora estáis conmigo y que entonces...  

  #Pero más dulces que un panal de miel son los frutos de la higuera o de estos árboles en comparación a lo que me sabrá el momento cuando sea levantado... Vámonos...

 


 

He ahí a Hebrón entre sus montes de selvas y prados. Los primeros que ven a Jesús se llenan de alborozo y corren a esparcir la noticia por el pueblo.

 

Reciben a Jesús el sinagogo 

y el pueblo de Hebrón 

 

Vamos a la casa pobre y santa del Bautista. 

Quiero despedirme de ella... 

Es un lugar de milagros. 

 

Acude el sinagogo, acuden los que fueron curados el año anterior, acude  los principales. Cada uno quiere hospedar al Señor, pero Jesús a todos agradece diciendo: "No me detendré aquí, sino el tiempo necesario para hablaros. Vamos a la casa pobre y santa del Bautista. Quiero despedirme de ella... Es un lugar de milagros. Vosotros lo sabéis."

"Lo sabemos, Maestro. Los curados están aquí entre nosotros..." dicen varios.

"Mucho antes de hace un año fue un lugar de milagros. Lo fue por primera vez hace treinta y tres años cuando la gracia del Salvador hizo que fuera fértiles las entrañas de la que engendró mi Precursor. Lo fue hace treinta y dos años cuando por obra misteriosa lo santifiqué Yo, cuando ambos estábamos en el seno materno. Y luego cuando hice que dejara de ser mudo su padre. A estas obras mías, se agrega otra, de apenas dos años, que es un gran milagro y que ignoráis. ¿Os acordáis de la mujer que vivía allí dentro?..."

 

El milagro realizado en Aglae

 

"¿Te refieres a Aglae?" preguntan varios.

"Exactamente. Su alma reverdeció, su alma pagana salió del pecado, y se ha hecho fecunda en al justicia con su buena voluntad. Os la propongo como modelo. No os escandalicéis. En verdad os digo que puede citarse como ejemplo de imitación, porque pocos en Israel han avanzado en el camino hacia las fuentes de Dios como ella, pagana y pecadora."

"Nosotros nos la imaginábamos escapada con otros amantes... Alguien dijo que había cambiado de vida, que era buena... Pero contestábamos: "¡Es un capricho!" No faltó quien dijera que había ido a buscarte para pecar..." dice el sinagogo como explicación.

"Fue a donde yo estaba, para que la redimiese."

"Pecamos de prejuicio..."

"Por esto os he dicho que no juzguéis."

"¿Y dónde está ahora?"

 

Te saludo, casa santa de mi Pariente y Precursor.

 ¡La paz sea contigo! 

Aunque estés abandonada, 

siempre sea contigo la paz, 

tú que fuiste mansión de paz y de fe.

 

"Sólo Dios lo sabe, pero sin duda alguna está haciendo una dura penitencia. Rogad para que continúe... Te saludo, casa santa de mi Pariente y Precursor. ¡La paz sea contigo! Aunque estés abandonada, siempre sea contigo la paz, tú que fuiste mansión de paz y de fe." Jesús entra en ella bendiciéndola. Sigue por el jardín inculto, entre hierbas. Camina por donde un tiempo hubo emparrados de laureles y de bojes, y ahora un desorden en que pulula la hiedra, el convólvulo, que se ha echado encima de ellos. Llega al fondo, donde queda lo que fueron restos del sepulcro. Se detiene ahí.

La gente en orden y en silencio se acerca a El.

"Hijos de Dios, pueblo de Hebrón, escuchad.

 

he venido a  confirmaros y fortificaros en la fe. 

He venido a daros la fuerza de mi palabra 

para que, luminosa, persista entre vosotros 

en la hora de las tinieblas 

 

y para que Satanás no os haga perder 

el camino que lleva al Cielo

 

Para que no os azoréis, ni os dejéis arrastrar en el engaño con respecto a vuestro Salvador, como os engañasteis con respecto a la pecadora, he venido a  confirmaros y fortificaros en la fe. He venido a daros la fuerza de mi palabra para que, luminosa, persista entre vosotros en la hora de las tinieblas y para que Satanás no os haga perder el camino que lleva al Cielo.

 

"¿Por qué, Señor, nos has arrojado para siempre? 

¿Por qué tu ira se enciende contra tus ovejuelas 

que apacentabas?"  

 

y podréis con todo derecho levantar el grito 

pidiendo que os proteja la Redención 

que ya se realizó, y gritar: 

"¡Este es tu pueblo que redimiste!" 

para invocar protección contra los enemigos

 

Pronto vendrán horas en que vuestros corazones recordarán las palabras del salmo de Asaf, el profeta cantor y diréis: "¿Por qué, Señor, nos has arrojado para siempre? ¿Por qué tu ira se enciende contra tus ovejuelas que apacentabas?" y podréis con todo derecho levantar el grito pidiendo que os proteja la Redención que ya se realizó, y gritar: "¡Este es tu pueblo que redimiste!" para invocar protección contra los enemigos que habrán hecho todo el mal posible al verdadero santuario donde Dios está como en su cielo, contra el Mesías del Señor. Y, derribado el Santo, como primer paso, tratarán de derrumbar sus muros que son sus fieles. Verdaderos profanadores y perseguidores de Dios, más que Nabucodonosor y Antíoco, más que los que están por venir, levantan ya sus manos para destruirme, llevados de su soberbia sin límites antes que convertirse, y no quieren tener fe, ni caridad, ni justicia, y que, como fermento en un montón de harina, se hincha y sale ya del Santuario, que los enemigos de Dios han convertido en su fortaleza.

 

Cuando se os persiguiere porque me amáis,

 robusteced vuestro corazón 

y pensad que antes que vosotros lo fuerais, 

yo lo fui. 

 

Escuchad, hijos. Cuando se os persiguiere porque me amáis, robusteced vuestro corazón y pensad que antes que vosotros lo fuerais, yo lo fui. Acordaos que tiene ya en sus gargantas el grito de triunfo, y preparan las banderas que floten al aire anunciando la victoria; y en cada bandera habrá una mentira  contra Mi, que pareceré ser el Vencido, el Malhechor, el Maldito.

¿Sacudís la cabeza? ¿No me creéis? Vuestro amor os lo impide. ¡Mucho vale el amor! Es una gran fuerza... y un gran peligro. Sí, peligro. El choque de la realidad en la hora de las tinieblas será violento, sobrehumanamente fuerte en los corazones que el amor, todavía no perfecto, hace ciegos. No podéis creer que Yo, el Rey, el Poderoso, pueda convertirme en un nada. No lo podréis creer, cuando surja la duda: "¿Era en realidad El? ¿Y si era así, cómo pudo ser vencido?"

 

Fortaleced el corazón para aquella hora. 

 

Fortaleced el corazón para aquella hora. Tened en cuenta que el "en un momento" los enemigos del Santo despedazaron las puertas, metieron el terror por doquier, prendieron fuego de odio en el Santo de Dios, abatieron y echaron por tierra al Tabernáculo del Nombre Santísimo, diciendo en sus corazones. "Hagamos que sobre la tierra no haya más las fiestas de Dios" porque fiesta es para vosotros tener a Dios. Decían: "No se vean más enseñas. Que no haya más profeta alguno que nos conozca por lo que somos". Pero mucho más pronto todavía, El que ha dado fuerza a los mares y ha aplastado en las aguas, las cabezas inmundas de los cocodrilos sagrados y de sus adoradores, El que ha hecho que las fuentes y ríos abunden en agua, y ha secado a los arroyos que antes rebosaban de ella, El que es dueño del día y de la noche, del verano y de la primavera, de la vida y la muerte, de todo, hará resucitar, como dicho está, a su Mesías, que será Rey, y Rey para siempre. los que hubieran permanecido firmes en la fe, reinarán con El en el Cielo.

 

Cuando me viereis colocado en alto e injuriado, 

no vacile vuestra fe.

 

ORACIÓN DE JESÚS 

 

Recordadlo. Cuando me viereis colocado en alto e injuriado, no vacile vuestra fe. Cuando lo fuereis vosotros, tampoco.

Padre, Padre mío, te ruego, en nombre de estos a quienes amas y a quienes también Yo amo, escucha a tu Verbo, escucha al propiciador. No abandones a las bestias las almas de los que te alaban y me aman, no olvides para siempre las almas de tus pequeñuelos. Dirige, oh buen Dios, una mirada a tu pacto porque los lugares oscuros de la tierra son cuevas de iniquidad, de donde sale el terror que espanta a tus pequeñuelos. Padre, Padre mío, que el humilde que en Ti confía, no se vea afrentado. Que el pobre y el necesitado alaben tu Nombre, por el auxilio que les darás.

Levántate, oh Dios, por el sacrificio de Juan y la santidad de tus patriarcas y profetas. Defiende esta grey tuya y mía, oh Padre, por causa de mi sacrificio. Dale luz en las tinieblas, fe y fortaleza contra los seductores. Date a ellos, ¡oh Padre! Danos a ellos, mañana y siempre, hasta que entren en tu reino. Danos a su corazón hasta el momento en que donde estamos, estén ellos también por los siglos de los siglos. Y así sea."

 

Los apóstoles conversan animadamente

 

Como no hay ningún enfermo a quien se deba curar, Jesús pasa en medio de la gente extática y bendice a uno por uno. Emprende su caminata bajo un sol que se entibia bajo los frondosos árboles y el aire de los montes. Detrás, en grupo, los apóstoles hablan.

Conversan animadamente. "¡Qué discursos! ¡Hacen a uno temblar!" dice Bartolomé.

"Están llenos de tristeza. ¡Lo hacen a uno llorar!" suspira Andrés.

"Es su despedida. Tengo razón yo. Va derecho a su trono" exclama Judas Iscariote.

"¿Trono? ¡Umh! Me parece que sus discursos hablan más bien de persecuciones quede honras" advierte Pedro.

"No hombre. Ya se acabó el tiempo de las persecuciones ¡Ah, que si soy feliz!" grita Iscariote.

"¡Mejor para ti! Más me gustan los días en que éramos unos desconocidos hace dos años... o cuando estábamos en Aguas Claras... tengo miedo por los días que se nos vienen encima..." dice Juan.

"Porque tienes un corazón de cervatillo. Pero yo veo ya en el futuro... Cortejos... cantores... pueblo postrado... Honores que tributarán otros pueblos... ¡Oh, es la hora! Y vendrán los camellos de Madián y las turbas de todas partes... y no serán los tres pobres Magos... sino una muchedumbre... Israel grande como Roma. Más que Roma... Las glorias de los Macabeos, de Salomón han quedado atrás... todas las glorias... El, el Rey de los reyes... y nosotros sus amigos... ¡Oh, Altísimo Dios! ¿Quién me dará fuerza para aquella hora?... ¡Si viviese todavía mi padre!..." Judas está exaltado. Irradia, pensando en el futuro en que sueña que vivirá...

 

Se detiene ahora el futuro rey, según Judas,

 ... y dice: "Aquí hay frutos silvestres. 

Recojámoslos para calmar el hambre...

 

Jesús va muy adelante. Se detiene ahora el futuro rey, según Judas, y sediento, toma agua de un riachuelo con sus manos y bebe como lo hace el pajarillo del bosque o el corderillo que pace. Luego se vuelve y dice: "Aquí hay frutos silvestres. Recojámoslos para calmar el hambre..."

"¿Tienes hambre, Maestro?" pregunta Zelote.

"Sí" confiesa humildemente Jesús.

"¡Apuesto a que ayer noche le diste todo a aquel pordiosero!" dice Pedro.

"¿Por qué no quisiste detenerte en Hebrón?" pregunta Felipe.

"Porque Dios me llama a otra parte. No lo sabéis."

Los apóstoles se encogen de hombros y empiezan a recoger frutillas todavía agrias de árboles silvestres que hay por los montes. Parecen pequeñas manzanas. Y el Rey de los reyes se alimenta de ellas, y de lo mismos sus compañeros que hacen tamaños gestos en trabarse las frutillas. Jesús absorto, come y sonríe.

"Me causas hasta irritación" exclama Pedro.

"¿Por qué?"

"Porque podías haberte estado en Hebrón, cómodamente en Hebrón, y haber contentado a sus habitantes. Y ahora te aprietas el estomago y te chupas los dientes con este veneno amargo y ácido más que si fuera la parietaria."

 

Cuando sea Yo levantado, 

tendré sed y pensaré con ansias en esta hora, 

en este alimento, 

en vosotros que ahora estáis conmigo 

y que entonces...

 

"¡Os tengo a vosotros que me amáis! Cuando sea Yo levantado, tendré sed y pensaré con ansias en esta hora, en este alimento, en vosotros que ahora estáis conmigo y que entonces..."

"Pero, entonces no tendrás ni sed, ni hambre. Un Rey tiene de todo. ¡Y nosotros estaremos muy cerca de ti!" exclama Iscariote.

"Tú lo dices."

"¿Y Tú piensas, Maestro, que no será así?" pregunta Bartolomé.

 

Pero más dulces que un panal de miel 

son los frutos de la higuera o de estos árboles 

en comparación a lo que me sabrá 

el momento cuando sea levantado... 

Vámonos...

 

"No, Bartolomé. Cuando te vi bajo la higuera, sus frutos eran tan agrios que si alguien hubiese tratado de comérselos, le hubiera ardido la lengua y le hubieran raspado la garganta... Pero más dulces que un panal de miel son los frutos de la higuera o de estos árboles en comparación a lo que me sabrá el momento cuando sea levantado... Vámonos..." Y se pone en camino. Va delante de todos, pensativo. Los doce le siguen haciendo comentarios en voz baja, haciendo comentarios...

VII. 553-557

A. M. D. G.