JESÚS CON LOS APÓSTOLES 

Y DISCÍPULOS

 


#Estad atentos lo mejor que podáis, pues os diré cosas muy importantes.  

#El Bautismo  

#Sólo por Mí, Jesucristo, los hombres actuales y venideros podrán poseer el cielo y gozar de Dios, hasta el último hombre.  

#En el día de parasceve (preparación para la Pascua) el suspiro de los patriarcas y profetas, de todos los justos de Israel se calmó con la alegría de la redención 

  #el Mesías murió una sola vez, y no morirá nunca, ¡jamás!. 

  #¿Y entonces? ¿Cómo conciliar cosas diversas? ¿Qué otro milagro hará el Mesías, que ha obrado ya muchos, 

#Significado del lavatorio de los pies  

#Bautizad con el agua en el Nombre de Dios Uno y Trino, 

#Los bautizados recibirán el nombre de cristianos para diferenciarlos de los pasados o futuros ritos, 

 #EL Sacramento DE LA EUCARISTÍA  

  #Tomad el Pan y el Vino así como lo hice, y en mi nombre bendecidlos y distribuidlos. Que se alimenten los cristianos de Mí.  

#No se exige ciencia para gozar del alimento y sacrificio eucarístico, sino fe.  

#El Sacramento de la Confirmación  

#Sacramento real poco inferior al Sacerdocio, désele la solemnidad de las consagraciones mosaicas con la imposición de las manos y la unción con el aceite perfumado,  

#La dignidad del cristiano es tal que, lo repito, es poco inferior a un sacerdote.  

#¿Dónde viven los sacerdotes? ¿Qué hacen los sacerdotes? El cristiano servirá a Dios con la plegaria, con el sacrificio y con la caridad fraterna.  

#El Sacramento de la Penitencia  

#las siete condiciones, según las cuales una acción puede ser o no ser pecado, 

  #Os recuerdo que Dios permite algunas veces que sus elegidos caigan, no porque a El agrade que caigan, sino porque de una caída puede venir un bien mayor en el porvenir.  

#El Sacramento del Matrimonio  

#Consejos para los esposos de diferentes creencias 

  #Sería un mal si por la dureza de los corazones tuviera que suceder en la nueva religión, lo que sucedió en la antigua: el permiso del repudio y la disolución para evitar escándalos 

 #El matrimonio, contrato natural entre hombre y mujer, de ahora en adelante elévese a un contrato espiritual por el cual dos almas que se aman, juran servir al Señor en su mutuo amor, 

  #El Sacramento de la Extremaunción  

#Visteis a María Magdalena que ungió mis pies en la cena del sábado en Betania. Entonces os dije: "Ella me ha preparado para la sepultura". Y en realidad así lo hizo.  

#Efectos del sacramento de la Extramaunción  

#El Sacramento del Orden  

#Igualmente os aseguro que será destruida la tierra cuando lo monstruosos de la desolación entre en el nuevo sacerdocio, arrastrando a los hombres a la apostasía 

 #En verdad os digo que la última persecución será horrible, pues no será una persecución de los hombres, sino del hijo de Satanás y de sus secuaces. 

  #el bien y el mal futuros tienen su raíz en el tiempo presente  

#De hoy en adelante el Hijo de Dios no puede ser condenado más a la muerte, pero la fe en Dios, la idea de Dios, sí. Por esto se realizará un deicidio mucho mayor porque no conocerá la resurrección. 

  #¡Mi Iglesia destrozada por sus mismos ministros!. Yo la sostendré con la ayuda de las víctimas.  

#Pastor y navegante para los tiempos borrascosos, recoge, guía, levanta en alto mi Evangelio porque en él y no en la ciencia se encuentra la salvación.  

#Vendrán días en que todos los libros sustituirán al Libro, que se le usará como algo que deberá forzosamente emplearse, mecánicamente, 

  #De igual modo sucederá que el evangelio se le enseñe científicamente bien, pero espiritualmente mal.  

#Palabra divina, pan verdadero del espíritu, que mana solo de la sabiduría divina  

#En verdad os digo que como el Padre y creador multiplica las estrellas para que el cielo no se quede sin alguna de ellas, cuando han terminado su curso, de igual modo deberé enseñar el evangelio cien y mil veces a discípulos

 #Rogad sin cesar al Espíritu Santo para que se renueve en vosotros un constante Pentecostés  

#Pedro, pastor y nauta. No te bastará un día ser pastor, si no eres nauta, ni ser nauta, si no eres pastor.  

#Qué es el Evangelio  

#Todo esto haréis en recuerdo de Mí que os lo he enseñado.  

#Ha llegado la hora. Regreso a mi Padre, pero no os dejo solos, porque os dejo la Eucaristía, esto es, a Mí mismo como alimento para los hombres. Os dejo al Amigo, al Paráclito

  #Pero aun teniendo en cuenta los siglos pasados ¿ha estado Israel unido tratándose de su formación? ¿Ha sido uniforme en seguirme? En verdad os digo que la raíz de la herejía está en esto.  

#¿Os parece bien que cuando un gentil sale del mundo, y aparece justo ante la presencia de Dios por haber seguido la ley que su conciencia le dictaba, se le tenga por un demonio? 

  #Mi pasión continúa en los que crean. No os he excluido de la gran obra que es la redención del mundo.  

#Para los hijos separados  

#La comunión de los Santos   

#Os aseguro que los sufragios por los muertos para que entren en la paz son una gran obra de misericordia,

 #En verdad os digo que se llega a la vida eterna por muchos caminos, y uno de ellos es éste, y que tanto ama mi Corazón.  

#El Señor les dice que elijan el duodécimo apóstol  

#Se pone de pie, mientras todos se arrodillan postrándose con la cara sobre la hierba. Los bendice

 


 

Están en otro monte, con gran vegetación, no lejos de Nazaret, a donde se llega por un camino que va por los pies del monte.

Jesús hace que se sienten en rededor. Más cerca a El los apóstoles, demás Zacarías y José. Marziam, como favorito, está a sus pies.

Tan pronto como se sientan, Jesús empieza a hablar. Todos están atentos a sus palabras.

 

Estad atentos lo mejor que podáis, pues os diré 

cosas muy importantes.

 

Dice: "Estad atentos lo mejor que podáis, pues os diré cosas muy importantes. No todas las entenderéis. Pero El que vendrá después de Mí, os las hará comprender. Escuchadme, pues.

Ninguno mejor que vosotros está convencido que el hombre, sin la ayuda de Dios, dado su estado debilísimo a causa del pecado, fácilmente puede pecar. Sería Yo un redentor imprudente si, después de haberos dado tanto para redimiros no diese también los medios para conservaros dentro de los frutos de mi Sacrificio. Sabéis que la razón de ser inclinados hacia el pecado es debido a la culpa que al privar a los hombres de la gracia, los despojó de su fortaleza: de la unión con ella.

 

El Bautismo

 

Habéis dicho: "Tú nos has devuelto la gracia". No. La gracia ha sido dada a los justos hasta mi muerte. Para darla a los que han de venir, es necesario un medio, algo que no será solamente una figura ritual, sino que imprimirá verdaderamente en quien lo recibe el carácter real de hijos de Dios, como eran Adán y Eva, cuyas almas vivificadas por la gracia poseían dones inmensos que Dios les había dado como prenda de amor.

Vosotros sabéis qué tenía el hombre y qué cosa perdió. Ahora, por mi sacrificio, las puertas de la gracia están abiertas y puede descender cual río sobre todos los que la pidan por amor a Mí. Por esto los hombres tendrán el carácter de hijos de Dios por los méritos del primogénito entre los hombres, por mis méritos que os he conseguido, vuestro Redentor, vuestro Pontífice eterno, vuestro Hermano en el Padre, vuestro Maestro. Sólo por Mí, Jesucristo, los hombres actuales y venideros podrán poseer el cielo y gozar de Dios, hasta el último hombre. Hasta ahora aun los más justos, aunque circuncidados como hijos del pueblo electo no podían llegar a este estado. Dios conocía sus virtudes. Sus lugares en el cielo estaban preparados, pero les estaba cerrado y negado el gozo de Dios porque en sus almas, cual vergeles de toda virtud, estaba también el árbol maldecido de la culpa de origen, y ninguna acción, por santa que fuera, podía destruirlo; y no se puede entrar en el cielo con raíces y hojas de una planta tan maléfica.

En el día de parasceve (preparación para la Pascua) el suspiro de los patriarcas y profetas, de todos los justos de Israel se calmó con la alegría de la redención llevada a cabo, y las almas, más blancas que la nieve por sus virtudes, perdieron también la única mancha que las tenía separadas del cielo. Pero el mundo sigue adelante, Generaciones y generaciones aparecen y aparecerán. Pueblos y más pueblos vendrán a Mí. ¿Puede el Mesías morir en cada nueva generación para salvarla, o para cada pueblo que a El venga? No, el Mesías murió una sola vez, y no morirá nunca, ¡jamás!. Estas generaciones, estos pueblos deben conocer la verdad por mi palabra ¿pero no podrán gozar del cielo, gozar de Dios, porque están manchados con el pecado original? No. No habría justicia ni para ellos, pues vano sería su amor por Mí, ni para Mí, que por muy pocos habría muerto.

¿Y entonces? ¿Cómo conciliar cosas diversas? ¿Qué otro milagro hará el Mesías, que ha obrado ya muchos, antes de dejar el mundo para ir al cielo, después de haber amado a los hombres hasta haber querido morir por ellos? Ha hecho ya uno, dejándoos su cuerpo y sangre como alimento robustecedor y santificador, como recuerdo de su amor, dándoos la orden de hacer lo que ha hecho en recuerdo suyo, y como medio santificador que pueden emplear sus discípulos hasta la consumación de los siglos.

 

Significado del lavatorio de los pies

 

Aquella noche, aunque estabais ya purificados externamente ¿recordáis lo que hice? Me puse un lienzo, os lavé los pies, y a uno de vosotros que se escandalizaba de mi acción humilde, le respondí: "Si no te lavo, no tendrás parte conmigo". No entendisteis lo que os dije, ni a qué me refería, ni cual era el símbolo que se escondía bajo ella.

Además de haberos enseñado la humildad y necesidad de ser puros para entrar en mi Reino, además de haberos benignamente hecho notar que Dios exige de un hombre que es justo, y por lo tanto puro en su alma e inteligencia, únicamente una purificación en la parte que más fácilmente se contamina, cosa que sucede aun en los justos, debido a la convivencia inevitable entre los hombres, y que cual polvo ensucia aun las partes más limpias del cuerpo. A vosotros os lavé los pies, miembros inferiores en el cuerpo que van entre el fango y el polvo, y algunas veces pisan cosas sucias, para significar la carne, la parte material del hombre, que tiene siempre, menos en los que jamás han tenido pecado original, por obra de Dios o por su naturaleza divina, imperfecciones, tal vez tan pequeñinas que sólo Dios ve, pero que, en verdad, conviene estar atentos, para que no se robustezcan al convertirse en un hábito natural y para combatir por extirparlas.

Así pues, os lavé los pies. ¿Cuándo? Antes de partir el pan y daros el vino transformándolos en mi Cuerpo y en mi Sangre. Porque Yo soy el Cordero de Dios y no puedo bajar donde Satanás ha puesto su huella. Por eso os lavé antes. Después me di a vosotros. También vosotros lavaréis con el bautismo a los que vinieren a Mí, para que no reciban indignamente mi cuerpo y no les sirva de condenación.

No comprendéis. Os miráis, y con vuestras miradas os preguntáis: "¿Entonces Judas?" Os respondo: "Judas comió su muerte". El supremo acto de amor no le llegó al corazón. La última tentativa de su Maestro dio contra piedra, y esa piedra, en lugar del Tau, llevó grabada la horrible marca de Satanás, la señal de la bestia.

Os lavé pues, antes de haberos admitido al banquete eucarístico, antes de escuchar la confesión de vuestros pecados, antes de infundiros el Espíritu Santo, y por lo tanto el carácter de verdaderos cristiano, confirmados en gracia, y de sacerdotes míos.

Hágase lo mismo con los otros a quienes debéis preparar para la vida cristiana.

 

Bautizad con el agua en el Nombre de Dios Uno 

y Trino

 

Bautizad con el agua en el Nombre de Dios Uno y Trino, en mi Nombre y por mis méritos infinitos, con que quede borrada de los corazones la culpa original, perdonados los pecados, infundidas la gracia y las santas virtudes, y pueda bajar el Espíritu Santo a permanecer en templos consagrados que serán los cuerpos de los hombres que viven en la gracia del Señor. ¿Era necesaria el agua para anular el pecado? El agua no toca el alma, no. Pero tampoco la señal inmaterial llega a la vista del hombre, tan material en todas sus acciones. Podía Yo muy bien infundirle la vida aun sin medios visibles.

¿Pero quién lo hubiera creído? ¿Cuántos son hombres que saben creer firmemente si no ven? Tomad, pues, de la antigua ley mosaica el agua lustral que se emplea para purificar los hombres que han contraído inmundicia y volverlos a admitir, después de que se contaminaron con algún cadáver, en los campamentos. Verdaderamente cada hombre que nace está contaminado, estando al contacto con un alma muerta a la gracia. Purifíquesele, pues, con el agua lustral, del contacto inmundo, y se haga así digna de entrar en el Templo eterno. Apreciad el agua... Después de haber expiado y redimido con treinta y tres años de vida dura, que terminó en la pasión, después de haber dado toda mi sangre por los pecados de los hombres, ved que de mi cuerpo desangrado y consumado manó agua saludable para lavar la culpa original. Con mi sacrificio consumado os redimí de tal mancha.  Si en los umbrales de la muerte un milagro divino me hubiera hecho descender de la cruz, os aseguro que por la sangre derramada habría limpiado las culpas, pero no la Culpa. Para esto era necesaria la consumación total. En verdad que las aguas saludables de las que habla Ezequiel salieron de este costado mío. Sumergid en ellos a las almas, para que emerjan inmaculadas para recibir al Espíritu Santo que, en recuerdo del aliento que el Creador inspiró en Adán para darle vida, y por lo tanto imagen y semejanza con El, volverá a soplar y habitar en los corazones de los hombres redimidos.

 

Los bautizados recibirán el nombre de cristianos 

para diferenciarlos de los pasados o futuros 

ritos, que lo serán, sí, pero que no serán 

señales indelebles en la parte inmortal.

 

Bautizad, pero en el nombre del Dios Trino porque si el Padre no hubiera querido, ni el Espíritu Santo obrado, el Verbo no se hubiera encarnado y vosotros no hubierais conseguido la redención. Por lo tanto, justo y necesario es que cada hombre reciba la vida por aquellos que se unieron y quisieron dársela, que se llaman Padre, Hijo y Espíritu Santo. Los bautizados recibirán el nombre de cristianos para diferenciarlos de los pasados o futuros ritos, que lo serán, sí, pero que no serán señales indelebles en la parte inmortal.

 

EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA

 

Tomad el Pan y el Vino así como lo hice, y en mi 

nombre bendecidlos y distribuidlos.

 Que se alimenten los cristianos de Mí.

 

Tomad el Pan y el Vino así como lo hice, y en mi nombre bendecidlos y distribuidlos. Que se alimenten los cristianos de Mí. Y del Pan y del Vino haced una oferta al Padre de los cielos, consumándola en memoria del sacrificio que ofrecí y consumí en la cruz por vuestra salvación. Yo, Sacerdote y Víctima, Yo mismo me ofrecí y consumí voluntariamente. Vosotros, mis sacerdotes, haced esto en recuerdo mío para que los tesoros infinitos de mi sacrificio suban impetratorios ante Dios, y desciendan propiciatorios sobre todos los que pidieron con fe segura.

He dicho fe segura. No se exige ciencia para gozar del alimento y sacrificio eucarístico, sino fe. Fe que en ese pan, y en ese vino, que a quien haya dado Yo autoridad, o la hayan dado los que después de Mí vendrán -tú Pedro, nuevo Pontífice de la nueva Iglesia, tú Santiago de Alfeo, tú Juan, tú Andrés, tú Simón, tú Felipe, tú Bartolomé, tú Tomás, tú Judas Tadeo, tú Mateo, tú Santiago de Zebedeo- consagre en mi Nombre, es mi verdadero Cuerpo, mi verdadera Sangre y quien se alimenta de ellos, me recibe en Carne, Sangre, Alma y Divinidad y quien me ofrece, me ofrece realmente a Mi, Jesucristo, como me ofrecí por los pecados del mundo. Un niño o un ignorante me pueden recibir igualmente como un docto y un adulto. El niño y el ignorante recibirán iguales beneficios del Señor.

 

El Sacramento de la Confirmación

 

Dentro de poco vais a recibir un nuevo bautismo, el del Espíritu Santo. Os lo he prometido y vendrá a vosotros. El mismo Espíritu Santo descenderá sobre vosotros. Os diré cuándo. Quedaréis llenos de El, con la plenitud de los dones sacerdotales. Podréis así hacer lo que Yo he hecho con vosotros, infundiendo el Espíritu del que estaréis llenos para confirmar en la gracia a los cristianos e infundirles los dones del Paráclito. Sacramento real poco inferior al Sacerdocio, désele la solemnidad de las consagraciones mosaicas con la imposición de las manos y la unción con el aceite perfumado, que en otros tiempos se empleó para consagrar a los sacerdotes. No, ¡no os miréis espantados! ¡No digo palabras sacrílegas! No os enseño ninguna acción sacrílega. La dignidad del cristiano es tal que, lo repito, es poco inferior a un sacerdote.

 

¿Dónde viven los sacerdotes?

¿Qué hacen los sacerdotes? 

El cristiano servirá a Dios con la plegaria, 

con el sacrificio y con la caridad fraterna.

 

¿Dónde viven los sacerdotes?  En el Templo. Y un cristiano será un templo vivo. ¿Qué hacen los sacerdotes? Sirven a Dios orando, ofrecen sacrificios y cuidan de los fieles. Así deberían haber hecho... El cristiano servirá a Dios con la plegaria, con el sacrificio y con la caridad fraterna. Escucharéis confesiones de pecados, como he escuchado las vuestras y las de muchos y he perdonado donde he visto verdadero arrepentimiento.

 

El Sacramento de la Penitencia

 

las siete condiciones, según las cuales 

una acción puede ser o no ser pecado

 

¿Os turbáis? ¿Por qué? ¿Tenéis miedo de equivocaros? Varias veces he hablado del pecado y cómo juzgarlo. Pero procurad tener en cuenta las siete condiciones, según las cuales una acción puede ser o no ser pecado, y de su diversa gravedad. En una palabra: cuándo se ha pecado y cuántas veces; quién ha pecado; con quién; qué materia de pecado; cuál su causa; por qué se pecó.

Pero no temáis. El Espíritu Santo os ayudará. Lo que os conjuro es que observéis una vida santa. Aumentará en vosotros las luces sobrenaturales de modo que lograréis leer sin error el corazón de los hombres y podréis con amor o autoridad, decir a los pecadores, temerosos de manifestar su culpa, o rebeldes a confesarla, el estado de su corazón, ayudando a los tímidos, y reconciliando a los impenitentes. Tened presente que dejo la tierra y que vosotros debéis ser lo que Yo he sido: justo, paciente, misericordioso, pero nunca débil. Os he dicho: lo que desataréis en la tierra, será desatado en el cielo, y lo que amarraréis aquí, será amarrado en el cielo. Por esto, después de dura reflexión, juzgad a cada hombre sin dejaros llevar de simpatías o antipatías, de regalos o amenazas; sed siempre imparciales en todo y para con todos como lo es Dios, teniendo presente la debilidad del hombre y las asechanzas de los enemigos.

Os recuerdo que Dios permite algunas veces que sus elegidos caigan, no porque a El agrade que caigan, sino porque de una caída puede venir un bien mayor en el porvenir. Extended, pues, la mano a quien cae porque no sabéis si tal caída no sea la crisis final de un mal que termina, dejando en la sangre una purificación que produce la salud. En nuestro caso: que produce santidad. Sed por el contrario severos con los que no respetan mi Sangre y con los que con el alma apenas lavada se arrojan al fango una y mil veces. No los maldigáis, pero sed severos, exhortadlos, amonestadlos setenta veces siete y recurriréis al castigo más duro que consiste en separarlos del pueblo electo solo cuando su pertinacia en la culpa, causa de escándalo para los demás hermanos, os obligue a hacerlo para no haceros cómplices de sus acciones. Acordaos de lo que he dicho: "Si tu hermano ha faltado en algo corrígelo ante dos o tres testigos. Si no fuere suficiente, dalo a conocer a la iglesia. Si ni a esta escuchare, considéralo como a un gentil y publicano".

 

El Sacramento del Matrimonio

 

Consejos que se han de dar a los esposos de 

diferentes creencias

 

En la religión mosaica el matrimonio es un contrato. En la nueva religión cristiana será un acto sagrado e indisoluble, sobre el que bajará la gracia del Señor que hará de los esposos sus ministros en la propagación de la especie humana. Tratad de aconsejar al cónyuge que viene de la nueva religión que convierta a su compañera o compañero que todavía no es creyente; que lo haga, para evitar dolorosas separaciones en el modo de pensar, y por lo tanto de paz, que hemos visto aun entre nosotros. Pero cuando se trata de creyentes en el Señor, por ningún motivo se separe lo que Dios ha unido. Cuando se trate de una cristiana casada con un gentil, aconsejo que cargue su cruz con paciencia, dulzura y fortaleza, decidida aun a morir por su fe, pero sin dejar a su esposo con quien se unió con pleno consentimiento. Este es mi consejo para una vida más perfecta en el estado matrimonial, hasta cuando, con la difusión del cristianismo, se celebren matrimonios entre fieles. Entonces sagrado e indisoluble será el vínculo y santo el amor.

Sería un mal si por la dureza de los corazones tuviera que suceder en la nueva religión, lo que sucedió en la antigua: el permiso del repudio y la disolución para evitar escándalos que provocó la voluptuosidad del hombre. En verdad os digo que cada uno debe llevar su cruz, cual fuere su estado, aun en el matrimonial. Y también os digo que ninguna presión debe doblar vuestra autoridad al proclamar: "No  es lícito" a quien quiere contraer otra vez matrimonio, antes de que uno de los cónyuges no haya muerto. Es mejor, os lo digo, que sea cortada una parte o varias partes corruptas, antes que por tenerla en el cuerpo de la Iglesia, se le concedan cosas contrarias a la santidad del matrimonio, escandalizando a los humildes y siendo causa de que se formen opiniones desfavorables a la entereza sacerdotal como si hubiera sido influenciada por la riqueza o poder. El matrimonio es un acto grave y santo. Y para demostrarlo asistí a las bodas y realicé mi primer milagro. Pero, ¡ay!, si degeneran sólo en placer y capricho. El matrimonio, contrato natural entre hombre y mujer, de ahora en adelante elévese a un contrato espiritual por el cual dos almas que se aman, juran servir al Señor en su mutuo amor, que le ofrecen en señal de obediencia a su mandato de la procreación para darle hijos.

 

El Sacramento de la Extremaunción

 

Y... Santiago ¿te acuerdas de lo que te dije en el Carmelo? De ello te hablé, pero los demás no saben. Visteis a María Magdalena que ungió mis pies en la cena del sábado en Betania. Entonces os dije: "Ella me ha preparado para la sepultura". Y en realidad así lo hizo. No para la sepultura, dolor que pensaba estar lejos, sino para purificar y embalsamar mis pies de las impurezas del camino, para que impregnado de ese aroma subiera al trono. La vida del hombre es un camino. La entrada del hombre en la otra vida debería ser una entrada en el Reino. A los reyes se les unge y perfuma antes de que suban a su trono, y se presenten a su pueblo. También el cristiano es un hijo de rey que va por su camino en dirección al reino a donde lo llama el Padre. La muerte del cristiano no es más que la entrada al reino para subir al trono que el Padre le ha preparado. La muerte no es temible para quien sabe que está en la gracia de Dios, pero su vestidura debe estar limpia de toda mancha, para que sea bella cuando resucite, y su espíritu debe ser purificado para que resplandezca en el trono que el Padre le ha preparado a fin de que muestre así la dignidad de hijo del gran rey.

 

Efectos del sacramento de la Extramaunción

 

Aumento de la gracia, desaparición de los pecados de los que el hombre se haya arrepentido completamente, fuerza para anhelar el bien, dadora de fortaleza para el último combate será la unción que se de a los cristianos moribundos, mejor aun: a los cristiano que nacen, porque en verdad os digo, que quien muere en el Señor nace a la vida eterna.

Repetid la acción de María en los cuerpos de los elegidos. Nadie lo tome como indigno de sí. Yo acepté el aceite perfumado de una mujer. Cualquier cristiano créase honrado como de una gracia inmensa por parte de la Iglesia de la que es hijo, y lo acepte del sacerdote para verse limpio de las últimas manchas. El sacerdote siéntase dichoso de realizar lo que hizo Magdalena conmigo, que me inclino sobre el cuerpo del hermano que agoniza. En verdad os digo que lo que no hicisteis conmigo, y lo dejasteis a una mujer, de lo que ahora os arrepentís amargamente, podéis hacerlo en el porvenir y tantas veces, cuantas os inclinéis amorosamente sobre uno que muere para prepararlo a su encuentro con Dios. Yo estoy en los mendigos y moribundos, en los peregrinos, en los huérfanos, en las viudas, en los prisioneros, en quien tiene hambre, sed o frío, en quien sufre o está cansado. Estoy en todas las partes de mi Cuerpo místico que es la unión de mis fieles. Amadme en ellos y reparad así el amor que muchas veces no me tuvisteis, y dadme alegría, dándoos a vosotros gran gloria.

 

El Sacramento del Orden

 

Finalmente considerad el mundo, los años, la enfermedad, el tiempo, las persecuciones: todo conspira contra vosotros. No queráis ser avaros ni imprudentes. Transmitid en mi nombre el Sacerdocio a los mejores de entre los discípulos para que la tierra no se quede sin él. Sea un carácter sagrado que se conceda después de un examen severo, basado no en palabras, sino en acciones del que os pida ser sacerdote, o de quien creéis que es apto para ello. Pensad en lo que es el sacerdote, en el bien o mal que puede hacer. Tenéis ejemplo de lo que hace un sacerdocio que ha decaído de su carácter sagrado.  En verdad os digo que por las culpas del templo, esta nación será dispersa. Igualmente os aseguro que será destruida la tierra cuando lo monstruosos de la desolación entre en el nuevo sacerdocio, arrastrando a los hombres a la apostasía para abrazar doctrinas infernales. Entonces se levantará el hijo de Satanás y los pueblos gemirán aterrorizados, pocos quedarán fieles al Señor, y aun en ese entonces, entre convulsiones de horror, vendrá el fin después de la victoria de Dios y de sus pocos elegidos, y la ira de Dios sobre todos los malditos. ¡Ay!, tres veces, ¡ay! si por ésos pocos no fueren santos todavía los recintos del Templo de Jesús! ¡Ay! tres veces ¡ay! si no hubiere verdaderos sacerdotes que conforten a los últimos cristianos, como hubo para los primeros. En verdad os digo que la última persecución será horrible, pues no será una persecución de los hombres, sino del hijo de Satanás y de sus secuaces. ¿Sacerdotes? Más que sacerdotes deberán ser los de aquellos futuros días, porque las hordas del Anticristo vomitarán ferocidad sin igual. Semejantes al hombre vestido de lino, en la visión de Ezequiel, que se ha hecho digno de estar al lado del Señor, así ellos deberán sin cansarse hacer perfectamente la Tau en los espíritus de los pocos fieles para que las llamas del infierno no la borren. No serán sacerdotes, sino ángeles. Ángeles que en su incienso pondrán sus virtudes para purificar el aire de los miasmas de Satanás. Más que ángeles. Serán otros Yo, para que los fieles de los últimos tiempos puedan perseverar hasta el fin.

 

el bien y el mal futuros tienen su raíz 

en el tiempo presente

 

De hoy en adelante el Hijo de Dios no puede ser 

condenado más a la muerte, pero la fe en Dios, 

la idea de Dios, sí. Por esto se realizará 

un deicidio mucho mayor 

porque no conocerá la resurrección.

 

Deben ser esto. Pero el bien y el mal futuros tienen su raíz en el tiempo presente. Las avalanchas de nieve empiezan con una bolita. Un sacerdote indigno, impuro, lujurioso, hereje, infiel, incrédulo, tibio o frío, un sacerdote sin voluntad de serlo, hace más mal que lo que puede hacer un fiel que tenga los mismos defectos. Vosotros sabéis a dónde lleva el sacerdocio sumido en el relajamiento, en la aceptación de doctrinas impuras, egoísmo, avaricia, concupiscencia: al deicidio. De hoy en adelante el Hijo de Dios no puede ser condenado más a la muerte, pero la fe en Dios, la idea de Dios, sí. Por esto se realizará un deicidio mucho mayor porque no conocerá la resurrección. Y que se podrá realizar, lo estoy viendo, debido a los muchos Judas de Keriot que habrá en los siglos que están por venir. ¡Horror!...

¡Mi Iglesia destrozada por sus mismos ministros!. Yo la sostendré con la ayuda de las víctimas. Sin embargo, los sacerdotes que tendrán solamente el vestido pero no el alma del sacerdocio, que se ocuparán en mover las ondas infernales de la serpiente contra su barca, Pedro, entonces ponte de pie. Da las órdenes a tus sucesores: "Mano al timón, flagelo a los náufragos que han querido naufragar, y quieren que naufrague la barca de Dios". Castiga, pero salva y sigue adelante. Sé severo, pues los piratas se hacen dignos de que se les castigue. Defiende el tesoro de la fe. Mantén en alto la luz cual faro, sobre las enfurecidas ondas, para que los que siguen tu barca la vean y no perezcan. Pastor y navegante para los tiempos borrascosos, recoge, guía, levanta en alto mi Evangelio porque en él y no en la ciencia se encuentra la salvación. Llegarán días en que, como nos sucede a los de Israel y peor todavía, el sacerdocio creerá ser una clase selecta porque conoce lo superfluo y no lo indispensable, o lo conoce en la forma muerta con que ahora los sacerdotes conocen la ley: por su forma exterior, con sus vestidos cargados de franjas, pero no la conocen en su espíritu. Vendrán días en que todos los libros sustituirán al Libro, que se le usará como algo que deberá forzosamente emplearse, mecánicamente, a la manera que un campesino ara, siembra, cosecha sin pensar en la providencia maravillosa que significa que la semilla se multiplique cada año: la semilla arrojada en tierra removida que lanza su tallo, su espiga, y luego se convierte en harina, en pan que el amor de Dios ha prodigado al hombre. ¿Quién hay, que al llevar a la boca un pedazo de pan, levante su espíritu al que creó la primera semilla, que por siglos la hace nacer y crecer, haciendo caer sobre él la lluvia para que se levante, crezca, madure sin secarse o quemarse?

 

De igual modo sucederá que el evangelio 

se le enseñe científicamente bien, 

pero espiritualmente mal.

 

De igual modo sucederá que el evangelio se le enseñe científicamente bien, pero espiritualmente mal. Porque, ¿qué es la ciencia a la que falta la sabiduría? Paja tan sólo. Paja que hincha pero que no nutre. En verdad os digo que vendrá un tiempo en el cual demasiados sacerdotes serán semejantes a hinchados pajares, soberbios pajares impedidos en su orgullo que les impedirá reconocerse tales, que creerán que a ellos se deben las espigas, como si estas crecieran entre la paja, que creerán ser todo porque en cambio del puñado de granos, el verdadero alimento que es el espíritu del evangelio, cosecharán solo paja, y ¡cuánta no será! ¿Puede acaso ser suficiente la paja? Ni siquiera lo es para la barriga del asno, si su dueño no le da otras cosas y otros alimentos.

 

Palabra divina, pan verdadero del espíritu, 

que mana solo de la sabiduría divina

 

Y sin embargo, os digo que vendrán días en que los sacerdotes, olvidando que con pocas espigas he instruido sus corazones en la verdad, y olvidando también lo que ha costado a su Señor ese pan verdadero del espíritu, que mana solo de la sabiduría divina, que se llama Palabra divina, la cual es majestuosa en su estilo doctrinal, que al repetirse es siempre nueva y siempre vieja, que si se le repite es para que no se pierdan las verdades, Palabra que es humilde por la forma en que se presenta, sin oropeles de ciencia humana, sin añadiduras históricas o geográficas. Esos sacerdotes se preocuparán no del espíritu de la Palabra sino de la forma de manera que muestren a las multitudes que ellos saben. El espíritu del Evangelio desaparecerá bajo la avalancha de una ciencia humana. ¿Qué pueden transmitir estas pajas hinchadas? ¡Nada, sino paja!  ¿Qué alimento podrán tener los corazones de los fieles? El suficiente para llevar una vida lánguida. ¿Qué fruto podrán dar de esta enseñanza y de este conocimiento imperfecto del evangelio? Un enfriamiento de los corazones, una infiltración de doctrinas heréticas en vez de la única y verdadera doctrina, una preparación del terreno a la Bestia con su fugaz reino de hielo, tinieblas y horror. En verdad os digo que como el Padre y creador multiplica las estrellas para que el cielo no se quede sin alguna de ellas, cuando han terminado su curso, de igual modo deberé enseñar el evangelio cien y mil veces a discípulos que esparciré entre los hombres en el correr de los siglos. En verdad también os digo que su suerte será igual a la mía: la sinagoga y los orgullosos los perseguirán como lo hicieron conmigo. Pero tanto Yo como ellos tenemos nuestra recompensa, que es la de hacer la voluntad de Dios, servirle hasta la muerte de cruz para que su gloria resplandezca y no dejemos de conocerlo.

 

Rogad sin cesar al Espíritu Santo para que se 

renueve en vosotros un constante Pentecostés

 

Pedro, pastor y nauta. No te bastará un día ser 

pastor, si no eres nauta, ni ser nauta, 

si no eres pastor. 

 

Tú, Pontífice, y vosotros, Pastores, estad atentos de que en vosotros y en vuestros sucesores no se pierda el espíritu del Evangelio. Rogad sin cesar al Espíritu Santo para que se renueve en vosotros un constante Pentecostés -no comprendéis lo que estoy diciendo, mas pronto lo comprenderéis- para que podáis comprender todas las lenguas, discernir y saber escoger mis voces del eterno mono, imitador de Dios que es Satanás. No dejéis que caigan en el vacío mis Voces que habrá. Cada una de ella es una misericordia mía para vuestra ayuda, y tanto más numerosas serán cuando más juzgue Yo que sean necesarias para mi religión, para vencer las borrascas de los siglos.

Pedro, pastor y nauta. No te bastará un día ser pastor, si no eres nauta, ni ser nauta, si no eres pastor. Una y otra cosa debes ser para tener unidos los corderos que tenazas y  trampas infernales tratarán de arrancar o bien melodías de promesas infernales que querrán seducirte, y para seguir adelante con tu barca, a la que atacarán vientos de todas partes, de norte y sur, de oriente y poniente, barca que se verá atacada por las fuerzas de lo profundo, asaeteada por arqueros de la Bestia, envuelta en los miasmas del dragón rodeada por su cola, en tal forma que los imprudentes se verán envueltos en llamas y perecerán en medio de ondas horribles.

 

Qué es el Evangelio

 

Pastor y nauta en tiempos verdaderamente dificultosos... Tu brújula sea el Evangelio. En él se encuentra la vida y la salvación. Todo se encuentra en él. Todo artículo del Códice santo, toda respuesta a los casos múltiples de las almas se encuentran en él. Procura que no se separen de él los sacerdotes ni los fieles. Procura que no alimenten dudas acerca de él, ni que lo adulteren, o introduzcan algo que no esté de acuerdo. Yo mismo soy el Evangelio. Desde mi nacimiento hasta la muerte. En el Evangelio está Dios. Porque en El se muestran a las claras las obras del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. El Evangelio es amor. He dicho: "Mi Palabra es vida". Dije: "Dios es caridad". Por lo tanto conozcan los pueblos, sepan qué significa conocer a Dios para conseguir su Reino. Quien no está en Dios, no tiene en sí la vida. Los que no acepten la palabra del Padre, no podrán ser una sola cosa con El, conmigo y con el Espíritu Santo en el cielo, y no podrán pertenecer al único redil que es santo como lo quiero. No serán vástagos unidos a la vid porque quien rechaza todo o parte de mi palabra es un miembro por quien corre la linfa de la vid. Mi palabra es jugo que alimenta, que hace crecer y que produce frutos.

Todo esto haréis en recuerdo de Mí que os lo he enseñado. Mucho más os debería decir. Me conformo con haber arrojado la semilla. El Espíritu Santo la hará germinar. Quise daros la semilla porque conozco vuestros corazones y sé cuánto temeríais ante mandamientos espirituales, inmateriales. El miedo de ser engañados os dejaría helada vuestra voluntad. Por esto he querido hablaros de todo esto. Después, el Paráclito os recordará mis palabras y os las ampliará en sus particularidades. No tendréis por qué temer, porque os acordaréis que fui Yo quien os dio la primera semilla. Dejaos conducir por el Espíritu Santo. Si mi mano ha sido suave en guiaros, su luz es suavísima. El es el Amor de Dios. De este modo me voy contento porque sé que ocupará mi lugar y os conducirá al conocimiento de Dios. Todavía no lo conocéis, pese a que os he hablado de El. En esto no tenéis ninguna culpa. Habéis hecho todo lo posible por comprenderme y por lo tanto estáis justificados, si por tres años aun habéis comprendido poco. La falta de la gracia ofuscaba vuestro espíritu. Aun ahora mismo entendéis poco, aunque la gracia de Dios haya descendido sobre vosotros desde la cruz. Tenéis necesidad del Fuego. A uno de vosotros le hablé un día, cuando caminábamos por la ribera del Jordán. Ha llegado la hora. Regreso a mi Padre, pero no os dejo solos, porque os dejo la Eucaristía, esto es, a Mí mismo como alimento para los hombres. Os dejo al Amigo, al Paráclito. Os conducirá El. Paso vuestras almas de mi luz a su luz y El completará vuestra formación.."

"¿Nos dejas ahora? ¿Aquí? ¿En este monte?" Todos están consternados.

"Todavía no. Pero el tiempo vuela y pronto llegará el momento."

"¡No me dejes en la tierra sin Ti, Señor! Desde tu nacimiento hasta tu muerte, desde ésta hasta tu resurrección, siempre te he amado. Cosa muy triste será saber que no estás ya más entre nosotros. Acogiste la súplica del padre de Eliseo. A muchos has escuchado. ¡Escúchame a mi también, Señor!" suplica Isaac de rodillas con las manos extendidas.

"La vida que todavía te falta, puedes emplearla en predicarme, y tal vez en ser mártir. Por amor mío, que me conociste de pequeño, has sabido ser mártir, ¿temes de serlo por Mí que he resucitado?"

"Mi gloria será seguirte, Señor. Soy un pobre y un tonto. Todo lo que he podido dar, lo he dado con buena voluntad. Ahora quisiera tan solo seguirte. Pero hágase como quieres, ahora y siempre."

Jesús pone su mano sobre la cabeza de Isaac y así la tiene como acariciándolo. Se dirige a todos: "¿No tenéis algo que preguntarme Son las últimas lecciones. Hablad a vuestro Maestro... ¿Veis cómo los pequeñuelos tienen confianza en Mí?"

De hecho Marziam también hoy apoya su cabeza sobre el cuerpo de Jesús, procurando estarle muy cerca. Isaac tampoco tuvo empacho alguno en manifestar su deseo.

 "Así es... queremos preguntarte algunas cosas..." dice Pedro.

"Hacedlo, pues."

"Bueno... Ayer por la tarde, después de que te separaste, hablamos entre nosotros acerca de lo que habías dicho. Ahora se nos vienen a la mente otras cosas. Ayer y hoy, por lo que parece has hablado como de que habrá herejías y divisiones, y esto muy pronto, lo cual nos hace pensar que debemos ser muy prudentes con los que quisieran venir a vivir con nosotros, porque en ellos estará la semilla de la herejía y de la división."

 

Pero aun teniendo en cuenta los siglos pasados 

¿ha estado Israel unido tratándose 

de su formación? ¿Ha sido uniforme en seguirme? 

En verdad os digo que la raíz de la herejía 

está en esto.

 

"¿Lo crees? ¿Y no acaso Israel se ha separado, al no venir a Mí? Tú quieres decir que el Israel que me ha amado, jamás será hereje ni se separará. ¿No es verdad? ¿Pero aun teniendo en cuenta los siglos pasados ha estado Israel unido tratándose de su formación? ¿Ha sido uniforme en seguirme? En verdad os digo que la raíz de la herejía está en esto."

"Pero..."

"Pero bajo la apariencia externa de fidelidad desde hace siglos ha sido hereje e idólatra. Conocéis sus ídolos. También sus herejías. Los gentiles serán mejores que él. Por esto no los he excluido y os he dicho que hagáis lo mismo que Yo. Esto será una de la cosas más difíciles para vosotros. Lo sé. Pero recordad los profetas, que hablan de la vocación de los gentiles y de la dureza de los judíos. ¿Por qué habéis de cerrar las puertas del reino a los que me aman y vienen a la luz que su corazón anhela? ¿Los reputáis por más pecadores que vosotros, porque hasta ahora no han conocido a Dios, porque han seguido su religión y la seguirán hasta que no se sientan atraídos por la nuestra? Esto no está bien. Os aseguro que muchas veces son mejores que vosotros porque, profesando una religión que no es santa, saben ser justos. En ninguna nación o religión faltan los hombres buenos. Dios mira las obras de los hombres, no sus palabras. Si ve que un gentil, con corazón recto, cumple lo que la ley del Sinaí ordena, ¿por qué debe considerarlo como algo aborrecible? ¿No es acaso más meritorio que un hombre, que sin saber que Dios ha ordenado esto o prohibido aquello, se impone a sí mismo no hacer lo que su razón le prohíbe, respecto al mérito muy relativo de quien, conociendo a Dios, fin último del hombre, y la ley que permite obtenerlo, hace continuos compromisos y cálculos para conseguir que el mandamiento que es perfecto, se conforme a su voluntad corrompida? ¿Os parece que Dios tenga en cuenta las tretas que Israel ha puesto cuando obedece para no tener que sacrificar tanto su concupiscencia? ¿Os parece bien que cuando un gentil sale del mundo, y aparece justo ante la presencia de Dios por haber seguido la ley que su conciencia le dictaba, se le tenga por un demonio? Os aseguro: Dios juzgará las acciones de los hombres, y Yo, el juez de todas las gentes, premiaré a los que sintieron el anhelo de su alma, cual ley íntima, para llegar al fin último del hombre, que es unirse nuevamente con su Creador, con el Dios desconocido para los paganos, pero que piensan que es el Dios verdadero y santo, que vive mas allá del escenario en que aparecen los dioses falsos del Olimpo. Procurad no ser escándalo para los gentiles. Muchas veces el nombre de Dios ha sido objeto de befa entre ellos a causa de las obras de los hijos del pueblo de Dios. No os creáis tesoreros absolutos de mis dones y de mis méritos. He muerto por judíos y gentiles. Mi Reino será para todas las gentes. No abuséis de la paciencia de Dios que os ha tenido y por la que os habéis repetido hasta el presente: "Todo nos es permitido". No. Yo os lo digo. Desde ahora no existe este o aquel pueblo. Existe solo el Pueblo mío. Y en él tienen igual valor los vasos que se acaban en el servicio del Templo y los que acaban de ponerse sobre la mesa de Dios. Aun más, muchos vasos acabados en el servicio del Templo, pero no en el de Dios, serán echados al rincón y en su lugar se pondrán los que no han sabido de incienso, ni de aceite, vino o bálsamo, pero que sí desean estar empapados y llenos de ellos y de que se les emplee para la gloria del Señor. No exijáis mucho de los gentiles. Basta con que tengan la fe y obedezcan a mi palabra. Una nueva circuncisión sustituye a la antigua. De hoy en adelante el hombre se circuncida en el corazón, en el espíritu, mejor que en el corazón porque en lugar de la sangre de los circuncisos, que significaba la purificación de la concupiscencia que excluyó a Adán de la filiación divina, entra mi sangre purísima. Esto vale tanto para el circunciso como para el que no lo está, con tal de que este último tenga mi bautismo y renuncie a Satanás, al mundo, a la carne por amor mío. No despreciéis a los incircuncisos. Dios no despreció a Abraham. Por causa de su justicia lo eligió para ser la cabeza de su pueblo mucho antes de que circuncidara su carne. Si Dios habló a Abraham cuando todavía no estaba circuncidado, para transmitirle sus mandamientos, vosotros podréis acercaros a los incircuncisos para instruirlos en la ley del Señor. Considerad cuántos pecados y a qué pecado han llegado los circuncisos. No seáis, pues, inexorables para con los gentiles."

"¿Tendremos que decirles lo que nos has enseñado? No entenderán nada porque no conocen la ley."

"Eso es lo que pensáis. ¿Pero Israel tal vez ha comprendido, que conoce la ley, los profetas?"

"No. ¡Tienes razón!"

"Reflexionad en lo siguiente. Diréis lo que el Espíritu os sugiriere, de viva voz, sin temor, sin querer entrometer lo vuestro. Cuando surjan entre los fieles falsos profetas que dijeren que sus ideas son inspiradas y cuando haya herejes, los combatiréis por medios más firmes. Mas no os preocupéis. El Espíritu Santo os guiará. Nunca os digo cosa alguna que no se cumpla."

"¿Y qué haremos de los herejes?"

"Con todas vuestras fuerzas combatid la herejía en sí misma, pero tratad por todos los medios de convertir al Señor a los herejes. No os canséis de buscar las ovejas que se hayan extraviado y de llevarlas al redil. Orad, sufrid, haced que otros oren, que sufran, pedid sacrificios a los corazones puros, a los buenos, a los generosos, para que así se conviertan los hermanos. Mi pasión continúa en los que crean. No os he excluido de la gran obra que es la redención del mundo. Sed miembros todos de un solo cuerpo. Ayudaos entre vosotros y quien está fuerte y goza de salud que trabaje por los más débiles, y quien vive en grupo tienda su mano y llame a los hermanos que están lejos."

"¿Los habrá después de haber estado cual hermanos en una sola casa?"

"Los habrá."

"¿Y por qué?"

 

Para los hijos separados

 

"Por muchas razones. Todavía tendrán mi nombre y hasta de él se gloriarán. Trabajarán por darlo conocer. Colaborarán porque Yo sea conocido hasta los confines de la tierra. Dejadlos que lo hagan, porque os recuerdo, que quien no está contra Mí, está a mi favor. ¡Pobres hijos!, su trabajo estará siempre manco, sus méritos serán siempre imperfectos. No podrán estar en Mí, si están separados de la Vid. Sus obras serán siempre incompletas. Os digo a vosotros, y a quienes después de vosotros vendrán, que estéis donde ellos están. No digáis farisaicamente: No voy, para no contaminarme". O por pereza: "No voy porque hay ya quien predique al Señor". O por temor: "No voy para que no me arroje". Id. Os lo mando: Id a todas las gentes. Id hasta los confines del mundo, para que sea conocida mi doctrina y mi iglesia única. Para que las almas puedan entrar a formar parte de ella.

"¿Predicaremos o escribiremos todas tus acciones?"

"Ya os lo he dicho. El Espíritu Santo os aconsejará sobre la conveniencia de decir o de callar según las circunstancias. ¡Lo estáis viendo! Cuanto he realizado es objeto de creencia o de que se le niegue, y algunas veces se le toma como arma contra Mí, y las manos de los que me odian lo blanden en contra mía. Me han llamado Beelzebut, cuando ante su presencia realicé milagros. ¿Qué dirán ahora cuando sepan que de una manera sobrenatural he obrado? Mayores blasfemias dirán. Desde el primer momento se os perseguirá. Por esto guardad silencio hasta que llegue el momento de hablar."

"¿Y si la hora de hablar llega cuando nosotros que somos testigos habremos ya muerto?"

 

La comunión de los Santos

 

"En mi iglesia habrá siempre sacerdotes, doctores, profetas exorcistas, confesores, carismáticos con poder de realizar milagros, inspirados, todo lo que necesitare para que las gentes tengan en ella de lo que les hiciera falta. El cielo, la Iglesia triunfante, no abandonará a la iglesia docente, y esta socorrerá a la militante. No son tres cuerpos, sino uno solo. No hay división entre ellas, sino comunión de amor y de objetivo: amar la caridad, gozar de ella, en el cielo, su Reino. Por esto la iglesia militante deberá ayudar amorosamente con sufragios a la parte suya que está destinada a la iglesia triunfante, pero que todavía está excluida porque no ha satisfecho completamente ante la divina justicia. En el cuerpo místico debe hacerse todo en el amor y por el amor. Porque el amor es la sangre que circula en ella. Socorred a los hermanos que padecen en el purgatorio. Así como os he enseñado que las obras corporales de misericordia os conquistan un premio en el cielo, de igual modo os digo que os lo conquistan las espirituales. Os aseguro que los sufragios por los muertos para que entren en la paz son una gran obra de misericordia, por la que os bendecirá Dios y las almas de los difuntos os quedarán agradecidas. Cuando llegue la resurrección de la carne, y todos comparezcáis ante Mí, entre los que bendeciré estarán los que amaron y rogaron por sus hermanos difuntos que están en el purgatorio para que alcancen la paz. Os aseguro que ninguna acción buena quedará sin fruto y muchos resplandecerán vivamente  en el cielo sin haber predicado, administrado sacramentos, realizado viajes apostólicos, abrazado un estado especial, sino solo por haber orado y sufrido para alcanzar el descanso eterno a los que están en el purgatorio, para hacer que los hombres se conviertan. También éstos, sacerdotes desconocidos al mundo, apóstoles ignorados, víctimas que solo Dios ve, tendrán el premio de los obreros del Señor al haber convertido su vida en un perpetuo sacrifico de amor por sus hermanos y por la gloria de Dios. En verdad os digo que se llega a la vida eterna por muchos caminos, y uno de ellos es éste, y que tanto ama mi Corazón. ¿Tenéis otra cosa que preguntar?"

"Señor, ayer y no solo ayer, pensábamos que habías dicho: "Vosotros os sentaréis sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel". Pero somos once..."

 

El Señor les dice que elijan el duodécimo apóstol

 

"Elegid al duodécimo. Te toca a ti, Pedro."

"¿A mí? ¡A mí no, Señor! Señálalo Tú."

"Elegí una vez a mis doce, los formé. Después elegí a su Cabeza. Les di la gracia y les infundí el Espíritu Santo. Toca ahora a ellos caminar, pues no son unos infantes, incapaces de hacerlo."

"Dinos al menos sobre quien podamos poner los ojos."

"Ved. Esta es la parte selecta de la grey" responde Jesús haciendo una señal en forma circular sobre los que, de los setenta y dos, están presentes.

"Nosotros no, Señor, nosotros no. El lugar del traidor nos llena de miedo" suplican.

"Tomamos a Lázaro, ¿quieres?"

Jesús no responde.

"A José de Arimatea o a Nicodemo, ¿qué te parece?

Jesús sigue callado.

"¡Está claro! Tomemos a Lázaro."

"¿Queréis dar al amigo perfecto el lugar que vosotros no queréis?" pregunta Jesús.

"Señor, quisiera decir una palabra", interrumpe Zelote.

"Habla."

"Lázaro, estoy seguro, por amor a Ti, aceptaría este puesto y lo conservaría tan bien que haría olvidar lo que había sido. Pero no me parece conveniente por varias razones. Las virtudes espirituales de Lázaro se encuentran en muchos de los humildes de tu grey. Pienso que sería mejor dar a éstos la preferencia, para que los fieles no digan que se tuvo en cuenta solo el poder y las riquezas, cosa que hacen los fariseos, en lugar de sola la virtud."

"Has hablado bien, Simón. Tu amistad por Lázaro no ha sido ningún impedimento para poner las cosas en su justo punto."

"Entonces que ocupe el lugar Marziam. Es un jovencito."

"Para tapar ese horrible vacío yo aceptaría, pero no soy digno. ¿Cómo podré yo, que soy un muchacho, hablar a quien es un adulto? Señor, di si tengo o no razón."

"La tienes. Pero no tengáis prisa. Vendrá la hora y os extrañaréis entonces de haber tenido todos un igual modo de pensar. Entre tanto orad. Yo me retiro. Procurad que todos estéis para el catorce de Ziv en Betania."

Se pone de pie, mientras todos se arrodillan postrándose con la cara sobre la hierba. Los bendice y la luz, su mensajero tanto cuando llega, como cuando se va, lo envuelve, lo esconde, absorbiéndolo dentro de sí.

XI. 782-799

A. M. D. G.