Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 133

 

Curación de Danielina.

 

Por el beso que he dado, mi Hijo hará prodigios.

 

Entre las notas del P. Luis San Roman Ortega, de Agosto de 1962, refiere que estando en casa de Mari Loli oyó que había habido un milagro.

Salió inmediatamente y se encontró que Danielina, una joven de unos veinte años que llevaba varios meses enferma, ya estaba levantada.

Sucedió así:

Venía Mari Cruz, dialogando en éxtasis con la Santísima Virgen y le decía a la Virgen:

-- Sánala, sánala... ¿la vas a sanar?... que sí, que la vas a sanar... ¡ay qué bien que la sanas!.

Va donde Danielina, que estaba en cama, y le da el Crucifijo a besar.

Dijo Danielina que a los diez minutos de irse Mari Cruz sintió algo como un temblor en su pierna que la hizo mirar y al ver que agarrando su rodilla ya no sentía ningún dolor, se levantó y estaba curada.

 

Sobre esto cuenta Avelina que su hija Blanca iba en ese momento con Mari Cruz.

Dice Avelina:

Iba María Cruz a dar a besar la Cruz a una enferma y la mi Blanca iba al lado de ella. Cuando venía por casa de Rosa, decía Maria Cruz a la Virgen:

-- Sánala, sánala... ¿la vas a sanar?... que sí, que la vas a sanar... ¡ay qué bien que la sanas!.

Yo estaba rezando el Rosario en el balcón, no salí aquella noche, tenía algún nieto en casa.

La muchacha enferma sanó, se lo dijeron antes, que tuviese confianza, que la Virgen le había dicho que la iba a sanar y ella también tenía mucha confianza en la Virgen.

 

Avelina cura también:

Dice Avelina:

En una ocasión tuve un labio muy malo, tres meses, y me decían:

-- ¡Ay Avelina te va a pasar algo!, ¿por qué no le curas?.

-- Sí, si que le curo pero no sana.

No podía casi ni rezar de lo mal que estaba el labio pero recé el Rosario y después de terminar la Salve, paso la Cruz del Rosario que Jacinta se la había dado a besar a la Virgen, con aquella emoción tan grande de que la Virgen me había besado el Rosario y dije a la Virgen:

-- ¡Ay, sáname que si tú no me sanas yo ya no sano!.

Pues así fue que me sanó y ya son catorce años sano. Para mi fue un milagro grandísimo.

 

A. M. D. G.

 


 

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